𝙔𝙤𝙪 𝙖𝙧𝙚 𝙢𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙥𝙧𝙞𝙯𝙚 ❝𝙆𝙊𝙊𝙆𝙑❞

VIII

Una sonrisa sabelotodo se dibujó en los labios de Jeon, acercó una de sus manos y la colocó sobre la boca de V.

—¡Mmm!

Instintivamente, V sacudió la cabeza mientras trataba de librarse de esa mano, pero su mandíbula inferior fue tomada tan violentamente que le fue imposible. De repente, una pequeña botella fue llevada frente a sus ojos y agitada para que enfocara su atención en ella.

—¡¡Nn...nn...!!

Con un solo movimiento la tapa fue abierta y un atrayente olor a alcohol mezclado con una leve fragancia a lirios llegó a su nariz.

¿¡Qué... pero qué...!? Este aroma...

No debería respirarlo.

Le advirtieron sus instintos. Pero su cuerpo, con la boca cerrada, añoraba el oxígeno y debido a sus latidos acelerados, su presión sanguínea había aumentado por lo que esa fragancia se dispersó más rápidamente por todo su cuerpo. Desde su interior, una obscena calentura comenzó a encenderse y un dulce dolor comenzó a hacerse sentir.

—¡Ahhh...ahh...!

Su corazón latía con fuerza.

—¿Cómo es esto...?

El cuerpo de V convulsionó ligeramente y Jeon le miró de cerca. La mano que había tomado posesión de su boca se movió y en su lugar un dedo separó sus labios. Sus pulmones, ahora libres para poder inhalar más oxígeno, lo hicieron profundamente... sin saber que de esa manera causaría que el efecto del afrodisíaco se incrementara.

—¿Qu... qué es ese olor...?

—Te sentirás bien pronto.

Con una pizca de humor en su voz, Jeon se acercó y lamió la oreja de V.

—¡¡......!!

Con un sonido húmedo y el aliento caliente directo sobre su oreja, un escalofrío recorrió el cuerpo de V. Los latidos de su corazón aumentaron y sus mejillas y orejas se enrojecieron.

¿Pero qué...? Tan de repente, mi corazón...

Jeon pasó su lengua por la base de la oreja de V lo que fue seguido por unas ligeras mordidas a su lóbulo.

—Ahhh... umm...

V sintió una dulce sensación en la parte baja de su abdomen mientras más escalofríos recorrían su espina dorsal. Ni siquiera notó que sus pensamientos de querer escapar de esta situación habían desaparecido. Toda su concentración estaba enfocada en todos aquellos lugares en los que su cuerpo le quemaba con deseo y en como su corazón latía con mayor intensidad en su pecho.

—¡Ahh... qu-que... hay algo raro... yo...!

Sentía una obscena necesidad de correrse como si su cuerpo hubiese sido transformado en una masa de excitación que poco a poco se derretía y tuvo una perversa sensación de que varias manos recorrían su cuerpo agarrándolo y acariciándolo. Una onda de felicidad que le demandaba más y más se esparcía entre sus piernas mientras V movía sus caderas.

—¿Qué es esto? ¿Estás duro aquí...?

—¡¡Eehhh...!!

V levantó rápidamente sus caderas cuando la base de su pene fue tomada.

—¡Aahhh...!

V no pudo evitar dejar escapar una voz llena de deseo. Su longitud y testículos fueron lentamente acariciados y comenzó a reaccionar a cada estimulación. Un poco de néctar comenzó a salir de la punta.