Me veo a mi misma estar en el mismo punto muerto de siempre, me veo aquí otra vez creyendo en las mentiras que él me dice, mientras está con ella y simplemente no puedo soportarlo más, no cuando me mira como si nada estuviera pasando.La prueba de embarazo en mis manos tiembla y las lágrimas cristalizan mi mirada, cuando descubro el signo positivo y todo el mundo a mi alrededor se desmorona.
Porque estoy sola otra vez, intentando que los acontecimientos no me asfixien y las heridas no sagren. Intentando que los monstruos no lleguen a mi, intentando que no me destruyan.
Las lágrimas rompen el límite impuesto y se deslizan por mis mejillas, las rodillas a penas me sostienen y de un instante a otro me encuentro en el suelo, sintiendo cada trozo de mi corazón desgarrarme el alma. Sintiendo la amargura de la traición que presencié hace algunas horas en aquel café que tanto me gustaba, ese que solía ser mi lugar favorito.
Reproduciendo en mi cabeza una y otra vez lo feliz que se veía a su lado mientras yo intentaba pelear contra todos mis miedos, mientras intentaba pelear por nosotros y lo que sea que hayamos tenido. Lo que sea que aún tenemos, por su cobardía.
Paso una mano a través de mi cabello, al mismo tiempo que un sollozo se escapa de mi garganta, cuando el teléfono suena, por lo me rápidamente me pongo de pie limpiando las lágrimas en mi rostro, lista para fingir que nada ocurre.
—Hola— murmuró aclarando la garganta, mientras levantó la mirada al espejo delante de mi.
—Hola nena, soy yo— lo escucho decir y noto como mis ojos se llenan de lágrimas, pero simplemente me limito a apretar los puños, tratando de no romper a llorar como si fuera una niña.
—amor ¿Qué ocurre?— pregunto al cabo de unos instantes y suspira fingiendo pesar.
—Debo salir de viaje ahora mismo, pero no puedo pasar por mis cosas, así que compraré lo que necesite aquí— anuncia, pero se que está mintiendo, se que no se irá a ninguna parte, se que estará con ella, pero no digo nada —cuidate y llámame si algo ocurre ¿Está Bien? — pregunta y suspiro.
—Okay, pero ¿podrías no ir?¿por qué no vienes a casa? Tenía algo importante que decirte y... — intento decir, cuando me interrumpe.
—Lo siento cielo, pero no puedo, así que nos vemos pronto— anuncia y el dolor el mi pecho es insoportable.
—Okay ¿Harry? — pregunto en susurró, cuando mis ojos se topan con la prueba tirada en medio de la que solía ser nuestra habitación.
—¿Si? — pregunta, pero ya tomé una decisión.
—Te amo— le aseguro y suspira con disimulo.
—Okay, adiós cielo— se apresura a decir antes de finalizar la llamada y me quedo mirando hacía la nada, aún con el teléfono en mi oído, intentando procesar todo lo que acaba de ocurrir.
No se cuanto tiempo pasa, hasta que me pongo de pie, pero cuando lo hago me dirijo a mi armario donde tomó una maleta y la lleno de ropa, manteniendo una expresión de falsa serenidad en mi rostro que se quiebra con cada minuto que transcurre.
No voy a fingir que no me duele, no voy a fingir que esto no está matandome por dentro, no voy a dejar que se siga riendo de mi, porque ya no puedo más, porque le he dado todo de mi y ahora simplemente no queda nada, ahora solo estoy rota.
El silencio a mi alrededor es ensordecedor y me tomo un instante para recordar el día en el que nos conocimos, mientras las lágrimas vuelven a acariciar mis mejillas.
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Imaginas de Harry Styles II
FanfictionLa imaginación es la puerta a un mundo donde todo es posible, incluso aquello que no lo es en realidad.