—¿Dónde trabajas?
Ya estábamos acostados mirando una película muy aburrida.
—En la editorial Montana, soy asistente de jefe de ficción.
—¿Y Lara?
—Lara sigue estudiando, está como pasante hace un año.
—¿Y que se estudia para eso?
—Estudiamos literatura, terminé hace unos meses la carrera e hice las pasantías en esa editorial. Les gustó mi trabajo y me contrataron. A Lara le va a pasar lo mismo, estoy segura.
—Tenes una vida más emocionante que la mía.
—¿No consideras emocionante tener fans y que te griten haceme tuya Wos en una competencia?
—Que momento incómodo.
—Me imagino.
—También vi tu cara, celosa.
—¿Celosa yo? Habrás visto mal.
—¿Segura?
—Si –reí con nerviosismo.
—¿Y por qué estás nerviosa?
—No estoy nerviosa.
El castaño cada vez se iba acercando más y mi corazón latía cada vez más rápido.
Amaba esos ojos que me miraban con intensidad y un poco de egocentrísmo.
Obvio que estaba nerviosa, estaba a dos centímetros de mi cara.
—¿Puedo?
—¿Por qué pedís permiso?
—No sé, por ahí vos no querés.
—Me hubiera corrido.
Y por fin junto nuestros labios.
El beso era lento y suave. Me besaba con ternura y delicadeza; y me gustaba, me gustaba mucho.
Al separarnos juntó nuestras frentes.
—¿Me prometes que no me vas a dejar nunca? ¿Por más que te muestre mis peores demonios?
Tengo un poco de miedo y dudo en que si esto es lo que estoy buscando para mí, pero una vez que él entrelaza nuestras manos con timidez, todas esas cuestiones se esfumaron de mi cabeza.
—Prometo no dejarte nunca.
Me dirán loca, pero la idea de arriesgarme con Wos me parecía fantástica.
—¿Puedo preguntar algo?
—¿Qué cosa?
—¿Como te llamás? Porque no creo que en tu documento diga sólo Wos.
Rió.
—Me llamo Valentín Oliva.
—Zamira Ferro, un gusto –extendí la mano.
—El gusto es mío, ¿venís muy seguido por acá?
—Casi siempre.
—Que lindo, entonces voy a verte seguido.
—Espero que sí.
—¿Ferro dijiste, no? –asentí –¿Sos algo de Toto?
Me descubrieron, aborten la misión.
Respiré hondo y hablé.
—Es mi primo, su papá es hermano de mi mamá. Nadie sabe el parentesco, ni siquiera Lara así que te pido por favor que no le digas a nadie. No va conmigo ni mi abuela el mundo de los famosos.
—Tu secreto está a salvo conmigo.
—Gracias.
—Aun que si vas a salir conmigo, vas a tener que soportar ese mundo.
—¿Quién dijo que yo iba a salir con vos?
—Yo pensé que...
—Estoy jodiendo Valen.
—No me asustes así –me empujó levemente –Entonces ¿querés salir conmigo y ver qué pasa en esta disfuncional pero linda relación?
—Quiero ayudarte y protegerte de todo, hasta de vos mismo.
—Ventajas de salir con una futura jefa de ficción es que te va a decir frases tiernas siempre.
—Si te molesta, no las digo.
—Me encantan.
Se acercó de nuevo y me besó.
Está confirmado, amo sus besos.