Me desperté y por suerte Valentín todavía dormía.
Me levanté directo a preparar un rico desayuno para el cumpleañero.
—¡Qué los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumpla Valentín, que los cumplas feliz! –canté en un tono no muy alto.
Éste despertó y sonrió al verme.
—Buenos días cumpleañero.
—¿Todo esto es para mí?
—Y para mí.
Dejó la bandeja en su mesita de luz y se tiró arriba miró llenando mí cara de besos.
—Gracias mi amor.
Era la primera vez que me decía así. No habíamos pasado del bombón nunca pero me gustaba como sonaba cuando él lo decía.
—Perdón si te incomodé diciendo eso.
—No pasa nada, me gusta.
Sonrió y me besó.
Me acomodé en la cama y desayunamos viendo una serie que empezamos anoche.
Estuvimos todo el día acostados haciéndonos mimos y otras cosas más atrevidas.
Cerca de las ocho de la noche, Valentín se levantó a bañarse ya que le había dicho que salíamos a comer.
—Gordo, ¿Está todo listo?
—Si jefa, faltan ustedes nada más –contestó Mauro del otro lado de la línea.
—Más o menos en media hora estamos ahí.
—Bueno, los esperamos.
Dejé el celular cargando un rato más mientras buscaba algo lindo para ponerme.
—Con cualquier cosa que te pongas vas a estar hermosa igual –escuché la voz del castaño mientras me abrazaba por detrás.
—¿Eso se lo decís a todas o sólo a mí? –levanté una ceja mientras me daba vuelta.
—Sólo a vos bombón.
Lo miré a los ojos y nos empezamos a reír.
—Me voy a bañar, que se hace tarde.
Ya listos y bañados salimos del edificio.
—Yo manejo, vos ponete esto –le tendí una bandana rosa.
—¿Por qué?
—Porque es una sorpresa.
Rodeó los ojos y se subió al auto mientras se cubría los ojos.
Emprendí hasta la casa de Duki y lo ayudé a bajar.
—Me vas a hacer caer.
—¿Tanta desconfianza me tenes?
—No, perdón –dijo en un susurro.
—Estoy bromeando gordo.
Abrí la puerta con la llave que me había dado Iara y le saqué la bandana.
—Zam, ¿Qué es esto?
Sin previo aviso la luz se prendió y todos salieron de sus escondites.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS! –gritaron, por suerte, todos juntos.
—¿Todo esto fue idea tuya?
—Puede ser.
—Gracias, en serio. Te quiero –me abrazó.
—También te quiero Valen –le dí un beso –Anda a saludar a todos, yo voy con las chicas.
Volvió a darme un beso y se fue con su banda.
—Gracias –dije devolviendo la llave a Iara.
—De nada linda.
—Amiga, no podes estar tan enamorada –comentó Lara.
—Lo sé, ya me lo dijeron.
—Él también lo está –agregó Wawa –No recuerdo la última vez que lo vi tan feliz.
Me alegraba mucho escuchar eso. Me alegraba saber que hacía a alguien muy feliz y me alegraba también que sea mutuo.
—Amor, vení, te quiero presentar a alguien.
Me agarró de la mano y me llevo hasta el otro lado del comedor dejándome en frente del mismísimo Agustín Cruz.
—Zami, Acru. Acru, Zami.
—Así que ella es la famosa Zamira que robó el corazón de mi amigo.
Estaba anonadada. No podía pronunciar ni una sola palabra.
—Soy tu fan –fue lo único que salió de mí y me quise pegar una cachetada.
Después yo me burlaba de Lara.
Agustín y Valentín soltaron una risita.
—Si, me lo comentaron.
Esos fueron los chicos, estoy segura.
Olvidé mencionar que aparte de ser fan de Arkano, también lo era de Acru
—Un gusto conocerte, sos todo lo que está bien en este mundo.
—El gusto es mío Zam –me dio un beso en el cachete, casi me desmayo.
Los tres empezamos a hablar mientras que esperábamos la comida.
La noche pasó tranquila. Con mucho alcohol y música al 100%.
Valentín disfrutaba cada segundo e iba de ronda en ronda bailando y riendo.
Me sorprendía demasiado su control con el alcohol y eso me enorgullecía.
—Este es el mejor regalo que pudieron darme, gracias –dejó un beso en mi mejilla.
—Mereces esto y mucho más.
—Yo creo que no, pero si lo decís vos, me lo creo.
¿Qué tan mal la había pasado anteriormente para creer que no merecía nada?
Me tomó la mano y fuimos a bailar con los demás.