Abrí los ojos y lo primero que vi fue a un Wos pacíficamente dormido.
Lo observé por unos minutos, parecía una demente.Me levanté directo a bañarme, todavía tenía el vestido de anoche y ya empezaba a incomodar.
En mi celular había mensajes y llamadas perdidas de Lara, ya me imaginaba, seguro se volvió loca al escuchar mi audio.
Me coloqué ropa abrigada, parecía que iba a hacer frío y estaba feliz por eso.
—¡Despertaste! –dije al ver al castaño en mi cocina.
—Si, perdón, tenía sed.
—Esta bien, no te preocupes.
Notaba que me quería decir algo, pero creo que no se animaba.
—Soltalo ya.
—No estaría recordando nada, perdón –se acomodo el cabello –y si nos acostamos te pido que n...
—¡Alto ahí campeón! –interrumpo estirando la mano –No hicimos nada, lo único que hice fue ayudarte porque si no lo sabes anoche por hacerte el pelotudo te sacaron del club, te desmayaste y tuve que ir a ayudarte.
—¿En serio? Lo siento mucho, yo..
—¿Sentir qué? Tenes la caradurez de llamarme dos noche seguidas a altas horas de la madrugada, me sacas de una noche con mi amigos, ¿y crees que tuvimos sexo?
En cualquier momento explotaba de la rabia que me causaba este momento.
—Tranquila –me agarró de los hombros –Perdón, no me acuerdo de nada y si fui una molesta, perdóname en serio –tomó el último trago de agua –Ya me voy.
Asentí.
—Una disculpa no es suficiente, ¿no?
—Ni mil disculpas.
—Mi auto lo dej...
—Está al frente –le tiré las llaves.
—No sé qué más decir, en serio te pido perdón.
—Lo sé.
Se dirigió al ascensor.
—Wos – suspiré –Cuidate, ¿sí?
Sólo sonrió y desapareció del pasillo.
Cerré la puerta y volví a suspirar.
La música de mi celular indicando una llamada comenzó a sonar y sin ver quién era, atendí.
—¿Qué te olvidaste?
—¿Qué?
¡Oh no! No era él.
—Estoy afuera del edificio, me abrís y me contas con quién estuviste.
Cinco minutos después la tenía en mi sillón invadiéndome de preguntas.
—¡Basta! Si te callas te cuento –asintió –Me llamó un amigo, estaba en el mismo club que nosotras y me pido ayuda, estaba muy ebrio.
Le conté todo lo que había pasado, omitiendo la identidad de Wos y la conversación de esta mañana.
—Yo conocí a alguien anoche, se llama Dani.
—¿Y? ¿Hicieron click?
—Si, me encanta.
Estaba feliz, y se notaba. Había pasado una mejor noche que yo, era obvio.
—¿Vamos a comer afuera antes del velorio? –propuse.
—¿Tenemos que ir?
—Lara, por dios, era compañero nuestro, ten un poco de sensibilidad.
—Esta bien, mala mía, perdón.
Mientras me colocaba los zapatos pensaba en Wos y su mal consumo de alcohol hasta los días de semana.
No lo conozco, no tendría porque preocuparme, pero lo hacía, algo me decía que ese chico no estaba bien.