NO PUEDE SER! ESTO ES UN PALACIO!

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Fue ahí cuando una sonrisa picara se le asomó por el rostro y esos bellos ojos caramelo.. Que digo! Y sus ojos se centraban específicamente en mi,

-SOY LA CHICA CON PEOR SUERTE EN EL MUNDO-me queje, algo inaudible para las demás personas.

Entré a clase y me presente con el profesor de lengua.

-Muy bien señorita Emily, mmm pase a tomar asiento-dijo

-Al fondo hay un asiento-dijo, y Mathias hizo señas con su mano indicando que estaba libre.

-Que chico para mas detestable y no tuve otra opción que dirigirme hacía mi respectivo asiento juntó a ese chico tan mono pero... No! No podía olvidar lo que paso hace unos minutos.

Cuando me senté ya tenía la cara peor que tomate y este no pudo evitar reírse -Pero que le pasa?-pensé.

La clase paso rápidamente, en verdad estuve distraída pensando un sin fin de cosas sobre que significaría lo que hace un rato sucedió, pero nada, llegaba a la misma conclusión"ESTE CHICO ES UN TONTO".

-La persona que tienen al lado será con quien realicen el trabajo el resto del semestre-escuche que el profesor decía -QUEEEEEEE? CON EL?!

-De esto depende si aprobarán el curso, así que suerte y se retiró de la clase.

Genial ahora estaba obligada a pasar tiempo con este "tonto"...

-Paso a tu casa o vienes a la mía? -Escuche que una voz me decía( Mathias )

*Nopuedeseeeeeer* no podía dejar que el vaya a mi casa y arriesgarme a un sin fin de peligros estando con él.. ( lo sé, quizá estaba exagerando un poco las cosas) entonces dije:

-No, yo pasare a tu casa.

El sonrió, y me cogió suavemente la mano izquierda y anoto con su lapicero su dirección en ella.

-Hoy a las 4-dijo y se marchó del salón sin que pudiera siquiera protestar.

Como se le ocurría, ni siquiera me pregunto si estaría libre o no a esa hora, -Pero quien de a creído este tipo?-me queje con un chasquido

*

Estaba parada fuera de la que se suponía era su casa

-No puede ser, seguro que apunté la dirección mal, dije revisando el papel donde había copiado la dirección.

-Que voy hacer ahora? - fue ahí cuando un señor que estaba dentro de la casa al parecer arreglando el jardín escucho mis lamentos y salió.

-Señorita esta perdida?

-No, bueno sí, en realidad busco a un chico llamado Mathias, pero ya veo que me he equivocado la dirección, no se preocupe ya me iba.

-El joven Mathias? Si aquí vive.

-Pero aquello parecía un palacio con un jardín , piscina, hasta una cancha de tennis- pensé

-Señorita de encuentra usted bien?- me pregunto

-S-S-Si - alcance a decir.

-Acompáñeme a dentro el joven la esta esperando- asentí, y lo seguí.

Un escalofrío recorría por todo mi cuerpo, mi asombro era mucho, piscina cancha de tennis, el salón principal era enorme, jamás pensé que Mathias fuera de esa clase de chicos.

Se oyeron unos pasos bajar por la escalera, y seguido una voz que dijo:

- Yo me encargo Fred, muchas gracias. Este asintió y desapareció del salón.

Pero de pronto Mathias me hizo señas para que lo siguiera, camine hacía el, pero el subía las escaleras.. A dónde iba?

-Haremos el trabajo en mi habitación- dijo mirándome sobre su hombro y con esa sonrisa picara de el a la que ya me estaba acostumbrando.

No pude decir nada solo sentía como mis mejillas se empezaba. A ruborizar, y como siempre este no aguanto la risa.

-Te pusiste roja!- dijo -Tranquila no voy a comerte- y se río divertido.

-Y-Yo no estoy roja- dije tratando parecer molesta. Lo cual a el le pareció aún más divertido.

-Esta es mi habitación dijo- señalando un cuarto enorme literalmente podía ser el doble o triple de lo que era mi habitación.

-Y tus padres? -alcance a preguntar.

La expresión en su cara cambio, entonces supe que había algo mal.

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NOTA: Bueeeeeenas noches! Bueno aquí les dejo un capítulo un poco más largo, espero que les guste.

La vida de EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora