Capítulo 4

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Espero que disfruten el capítulo :), créditos del fanart a su respectivo autor. 

Pensamientos

—Diálogo normal

Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. 

CAPÍTULO 4

Gaara salió de su vagón del tren y observó la terminal de Konoha. Si bien la creación de este medio de transporte fue de gran utilidad para la comunicación entre villas, Gaara se sentía un poco nostálgico del clásico trayecto a pie que solía durar tres días. Caminó con Kankuro a su lado, éste sonriéndole a sus conocidos y repasando una nota de papel.

—Bien, afortunadamente, fuera de la misión habitante-Suna-Konoha, como le he llamado, no tenemos más que hacer. Podemos visitar a Temari y regresar mañana.

Gaara le frunció el ceño en respuesta.

—¡Ok, ok! Sé que no te mueres por regresar, así que lo haremos pasado mañana — respondió rápidamente el marionetista esperando no ganarse más de esa mirada a la cual aún temía—, vaya, con ese carácter, temo por el pobre ninja que haya aceptado la misión. —susurró Kankuro restándole importancia al asunto. Sin embargo, el pelirrojo no quitó su expresión malhumorada. Cuando se enteró de la misión, no le prestó mucha atención. Parecía un acuerdo que beneficiaría a ambas aldeas, pero al enterarse del cambio y que el ninja aceptado estaría a su lado, se contrarió. Él había sido Kazekage por 17 años, tiempo en el cual se había acostumbrado al puesto y a sus subordinados, especialmente a los más directos como Kankuro o Baki. Esta imposición a su estilo de vida la consideraba fuerte.

—Aunque no tan fuerte como programarme una esposa, supongo— pensó mientras el antiguo recuerdo tomaba forma en su mente.

—Kankuro—le llamó a medida que se acercaban a la torre del Hokage— ¿no sientes curiosidad sobre a quién nos habrán asignado?

—Sinceramente, no, no será nadie que no hayamos conocido aún. Dudo que sea algo que nos pueda sorprender a la larga.

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Mientras, la kuinochi de las armas se encontraba ya con su antiguo equipo, en el remodelado Ichiraku. Entre el buen humor que siempre se respiraba cuando Lee y Gai sensei estaban juntos decirles que tenía que marcharse a Suna estaba fuera de lugar. Lee sorbió un gran trago de agua mientras relataba orgulloso una historia sobre su hijo, haciendo que Gai derramara sus características lágrimas de felicidad.

—¡Bien hecho, Lee! —dijo mientras levantaba el pulgar—¡ese niño tiene el espíritu de la juventud!

—¡Gracias, Gai sensei! —contestó Lee mientras cascadas empezaban a salir de sus ojos.

Maestro y alumno se abrazaron mientras Tenten daba un sorbo a su bebida e inclinaba de más su rostro. A pesar de los años, aún seguía siendo un poco vergonzoso salir con ese par y ya no tenía a Neji con quién escudarse. A pesar de lo doloroso del recuerdo, no dejó que escalara a más. Era su festejo de cumpleaños, si pensaba de más en Neji lo arruinaría.

A veces, en momentos como este, donde es crucial mostrar que estaba bien, cuando el recuerdo de Neji más le quemaba, Tenten se forzaba a sí misma a pensar en él como un amigo ausente. Que estaba bien, vivo, sólo que estaba lejos y seguían unidos. Sin palabras y sin actos, pero unidos. Eso no le parecía en absoluto lo más sano dado que negaba su realidad, pero le permitía seguir adelante.

—¡Tenten! —exclamó Lee sacándola de sus cavilaciones mientras él y Gai ponían dos cajas adornadas sobre la mesa —¡feliz cumpleaños!

Tenten sonrió dulcemente y tomó una caja agitándola un poco.

CARTA (Gaaten)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora