7 BAILA

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Capítulo 7 Baila

-supongo que tuviste un episodio en el sótano y no querías asustarme...

-sí, por eso en cuanto me recupere vine a verte, necesitaba decírtelo- me tomó de la mejilla y me miró a los ojos para que yo supiera que no mentía, le creí.

Al tener la televisión encendida en un canal de música una que yo conocía empezó a sonar pensé que él, al igual que yo necesitábamos un momento divertido. Le tome las manos y lo hice ponerse de pie en medio de la sala, me moví de acuerdo a la música para que se animara.

-Me gusta esta música- mientras Dennis me mira algo desconcertado, cierro los ojos y sonrío -baila- le sugiero y de pronto sus manos se colocan en mi cintura y me pega a su cuerpo automáticamente suelto un suspiro al tiempo que abro los ojos de golpe totalmente sorprendida, giro y le abrazo por el cuello, sus manos lentamente se deslizan por mis caderas hasta mis nalgas al principio lo hace con nerviosismo pero al notarme tranquila me sujeta con fuerza, deslizó mis manos sobre su pecho duro, nuestras respiraciones se aceleran, suelto otro jadeo cuando me alza un poco del suelo.

-bastante peligroso- susurra en mi oído y besa mi cuello. Un escalofrío me recorre la espalda, nuevamente me cuelgo de su cuello y lo obligo a bajar para acariciar su labio con mi pulgar.

-arriésgate- mencioné sonriéndole, a este punto mis piernas temblaban.

-bailaré- me sostuvo por la cintura con un brazo, me miró por unos segundos y me besó en los labios.
El beso se inició con desesperación, electrizante, llenó de pasión, de placer, ardientes presas del deseo que de un momento a otro explotó en la sala -quítate el pantalón- pidió con voz ronca en cuanto nos separamos, esperaba provocarle de todo por lo que inicie desabotonando y bajando la cremallera para bajarlo lentamente por mis largas piernas él me miraba muy atento se lamió el labio y sentí quemarme -la camisa- me la saqué de encima mostrando un conjunto disparejo de ropa interior, se puso de pie y se sacó la sudadera junto a la playera permitiendo me ver su sexy torso, se acercó y me abrazó por la cintura moviéndose como si una salsa sonara en la música que en realidad era pop me giró y pegó mis nalgas contra su pelvis de forma provocadora, me tomo de la cintura con ambas manos y me obligó a mover el culo en círculos sobre su ya creciente erección, un gemido ronco se escapó de sus rosados labios.

Empecé a temblar cuando una de sus manos me acariciaba el estómago muy cerca de mi zona, en el momento uno de sus dedos ya acariciaba mi vientre.

-estoy algo...

-ahora mismo quiero hacerte cosas que...no son muy elegantes pero estoy seguro que vas a disfrutar pero es tu decisión y yo la voy a respetar- me besó de nuevo.

-¿ese beso es un soborno?- sonreí y recibí otro.

-noo. Sólo es una muestra de mi cariño por ti...i- sus venas se marcaron sobre su frente y de pronto la mirada que tenía cambió a una de ¿Señora aburrida? Me miró de arriba a abajo -por dios niña ¡cúbrete!- se dió la vuelta -¡¡¡Dennis!!!- dijo asustada, tomó su camisa del suelo y se la colocó y buscó la salida.

-es aquella puerta- dije ya poniéndome los pantalones -¿sabe cómo regresar?- me coloqué la playera, ella negó -la llevo- dije avergonzada y abrí la puerta guiando la por las calles.

-ya sé cómo llegar, adiós- dijo incómoda y se fue, lo tome como un gracias.

-¡lamento lo que vio! ¡Adiós!- ella apresuró el paso.

El sentimiento era como el de una nuera lidiando con la suegra que no te quiere, nunca había sentido algo así por qué nunca había tenido una suegra pero en realidad me sentía mal por esto, ya habrá tiempo para disculparme y aclarar lo que pasó con Dennis.

En lo que caminaba de regreso un auto se acercó a mí, me puse nerviosa pero seguí caminando normal tal vez es una imaginación mía, hasta que el conductor tocó el claxon, me hizo pegar un brinco del susto, la ventanilla del conductor bajo y supe que era Samuel.

-fue rápido ¿Eh? Es muy grande para ti, ¿Cuántos años tiene?- dijo Samuel.

-eso no te importa, déjame en paz- empecé a caminar a mi casa con rapidez cuando gire al escuchar un ruido lo ví fuera de su auto mirándome

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-eso no te importa, déjame en paz- empecé a caminar a mi casa con rapidez cuando gire al escuchar un ruido lo ví fuera de su auto mirándome.

La sensación que ahora mismo me invadía era horrible, mi piel se erizó, los escalofríos en mi espalda no me dejaban en paz, mis piernas temblaban y sentía que por más que caminara no avanzaba hasta que llegue a la puerta de mi casa, abrí con torpe...

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La sensación que ahora mismo me invadía era horrible, mi piel se erizó, los escalofríos en mi espalda no me dejaban en paz, mis piernas temblaban y sentía que por más que caminara no avanzaba hasta que llegue a la puerta de mi casa, abrí con torpeza, y una vez adentro el miedo disminuyó considerablemente, me sentí amenazada.

Al día siguiente fui a hablar con Dennis y... Patricia, al final todo salió bien.

LA MALADonde viven las historias. Descúbrelo ahora