Avalon Aunque sea una niñita cambiare este mundo con el poder entre las comillas

Capítulo 11.- Leer (no) es para raros.

Camine tranquilamente a través del gran arco de la biblioteca. El lugar estaba casi desierto como de costumbre, después de todo la mayoría de las personas están trabajando en este momento, yo no necesito trabajar gracias al chico guardián que me dio esta capa.

La biblioteca de la ciudad era un lugar público al cual podías entrar solo pagando una pequeña cuota. El lugar parece una enorme catedral, teniendo un techo de bóveda con hermosos vitrales decorándolo, su atmósfera es relajante, aunque los estantes están esparcidos en un enorme laberinto sin ningún orden en especial, lo cual sin duda es un dolor de cabeza, de no ser por que la bibliotecaria tiene una memoria de miedo, te sería imposible encontrar un libro en particular y hablando de la bibliotecaria...

Pequeños pero rápidos pasos hacen eco por todo el lugar, no tengo que girarme para saber que es ella precisamente, la única empleada de la biblioteca, Borce Firae, una muy linda chica de cabello negro corto, ella es de mi estatura por lo que es pequeña, siempre la he visto con el uniforme de todos los empleados de gobierno de la ciudad, el cual es un vestido largo azul, una blusa blanca y un chaleco azul a juego.

"¡¿Que es hoy?!"

Grito emocionada la chica mientras me miraba esperando que me quitara la capa. Resignado a que esto pasara cada mañana solo solté un suspiro y me quite la capa revelando el traje maldito que escondía bajo ella.

Un traje blanco con lentejuelas doradas en el pecho, pantalones acampanados, una pequeña capa roja, zapatos de charol blanco y un escote que llegaba hasta el ombligo decorado con una tela roja. Era evidente por como batallaba por esconder mis pechos que este traje nunca se hizo con la idea que una mujer lo usara y mucho menos una con tanto pecho, como el cuerpo que tengo, después de todo era un traje de Elvis, incluso venía con unos lentes oscuros, pero los tire por allí.

"Nuevamente un traje raro e incomprensible."

Es obvio que no conocen algo como esto.

"Entonces, Borce, ¿Encontraste más libros sobre minerales?"

"¡Si! Sígueme."

Ella saltó emotivamente cuando me contestó, yo solo sonreí, después de todo ya estoy acostumbrado a su exceso de entusiasmo, desde que he venido aquí por más de una semana.

"¿Hoy no te acompaña Art?"

"No, aparentemente ha estado holgazaneando mucho en su trabajo y la madam la castigo."

"Supongo que cierta niña adicta a los trajes raros tuvo la culpa."

"Como quisiera negar tus palabras."

Solo una pequeña risita termino mis palabras.

Desde que volvimos de aquel pequeño paseo llegue a la conclusión de que lo que este lugar se merecía un líder como ella y yo iba a ayudarla, lamentablemente no tenía ni idea de cómo funcionaba este mundo por lo que decidí que debía empezar a estudiar, siempre he amado leer, por lo que no era una mala idea.

En un comienzo fue algo complicado, ya que si bien el idioma hablado es español, las letras son diferentes, por suerte solo era cambiar el símbolo de las letras una por otra, nada difícil, y más si tenemos en cuenta que este nuevo cuerpo no solo tiene todas sus capacidades atléticas al límite sino también las capacidades mentales como la memoria, están al límite de lo ridículo.

La idea es hacer una independencia y reclamar la zona en conflicto como un reino independiente de los tres países que actualmente solo azotan a las personas que viven aquí.

Pero el problema es que cualquier intento anterior ha sido rápidamente eliminado, sin mencionar que no hay ninguna razón por la que la gente debería seguir a Art. Por ello el primer paso es crear una base sólida de fuerza militar, pero entonces viene el primer problema ¿cómo creas un poder militar sin que los reinos se enteren?

Como no pude encontrar la respuesta decidí cambiar la pregunta un poco ¿cómo creas un poder militar sin que a los reinos les importe? Fue entonces que la respuesta se volvió evidente, debíamos crear un grupo de mercenarios.

En esta época de caos, los grupos de mercenarios, las cuales llaman legiones, son muy populares y son usadas por los países para mantener el orden, por lo que se volvieron vitales, y nadie espera que buenos soldados de pago sean algo más que gente desesperada por dinero.

Pero primero necesitaba hacer de Art alguien reconocida, alguien que la gente quiera seguir, por lo que lo primero es unirnos a una de las legiones más grandes.

Todo sonaba muy muy bien, pero el problema cae en que... bueno, Art es una chica común, no es una maga o una prodigiosa guerrera, es por ello que debía de buscar algo para potenciar y darle una ventaja, gracias a mi suerte, había recibido un nuevo hechizo producto de todo mi calvario, junto con un buen número de palabras:

Redactó: Gasta palabras de forma permanente y una única vez, para conceder un encantamiento a un objeto, entre más compatible sea el encantamiento con el objeto, así como mejor sean los materiales, más poderoso será el encantamiento.

"¡Aqui esta!"

"¿La copa de Feres?"

"Solo leelo Merlín, después de todo nunca te he decepcionado."

Tome el libro y comencé a leerlo, era evidente su intención después de pasar unas cuantas páginas.

"La copa de Feres, una antigua reliquia, fundida por la antigua civilización de los Kirames, es el único artículo de los que se tiene registro de su existencia que se encuentra perdido y no en posesión de alguna nación. Forjada por la misteriosa aleación de Kirames, conocida como el acero de dames, cuya fórmula se perdió en los anales de la historia y que incluso el acero moderno no es siquiera capaz de igualar."

Leí en voz alta, una vez pasada unas cuantas páginas, mientras sonreía y evitaba reír por todos los paralelismos que esto significaba.

"¡Esto debe enseñarte a siempre confiar en Borce!"

El extra que tenía planeado darle a Art era un arma de leyenda, en este mundo no existe, por lo que yo tendría que forjarla, y si iba a ser un arma de leyenda debía ser forjada por lo mejor que este mundo tenga que ofrecer.

Estaba decidido, conseguiremos la copa de Feres y con ella forjaremos la espada legendaria, aquella que en el futuro la gente venerara como la espada del rey, forjaremos a la legendaria ¡Excalibur!