Capítulo 5

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"Por favor, quiero conocerlo más". Interrumpió en la conversación la dragona. 

Toothless la miró con sorpresa al sentir la mano suave de ella sobre su lomo. "¿Por favor, Alfa?".

Había sido una mañana agitada para el Alfa de Dragones. Cloudjumper le había abrazado entre sus alas cuando anunció que había elegido pareja y que le cortejaría. Todo bien. Pero cuando dijo que a quién cortejaría sería a Jefe de Berk el dragón cortatormentas se le fue encima. Ya era hora. Ya son muchos años. No importa que no haya cachorros. Realmente estaba feliz de tal aprobación, los demás no pusieron reticencia. Realmente le sorprendieron saber que más de la mitad de los dragones de Berk creían que Hiccup era su compañero. En parte sintió vergüenza, en parte se dio más ánimos.

Así que había regresado de sus asuntos al amanecer con renovadas fuerzas. La mitad de los dragones salieron en búsqueda de un furia nocturna en busca de compañera, ellos harían el trabajo pesado y regresarían tan pronto como pudieran.

Pero no se esperó que al pisar la aldea Hiccup quisiera salir a volar, que Astrid se opusiera alegando sepa qué cosa y que la hembra pidiera concocerle.

Ahora el negro dragón la miró largamente antes de volver sus ojos hacia Hiccup. El muchacho lucía contrariado. Quiso negarse, Había ignorado al jefe de la aldea deliberadamente, todo por convivir más con alguien de su raza. Cuanto más lo pensaba y sentía el leve tirón en su arnés por pare del castaño, más veía dobles intenciones en la mujer.

Oh. Oh.

Asintió con entusiasmo.

Después de ti•  Extendió un ala, señaló el camino que tomaría, apartando deliberadamente a Hiccup en el proceso con su cola. El joven vikingo se quejó pero no hizo nada al respecto.

Ella respondió con una sonrisa pequeña.

"¿Y eso qué fue?". Escuchó a Hiccup.

"Creo que él también quiere. Déjalos, Hiccup. Que se conozcan". Astrid siempre tan lista.

Casi sentía pena por lo que haría. No era que fuera insensible pero ya era hora de dejar en claro ciertas cosas.

Se llevó a su invitada tranquilamente, escuchaba los pasos de su jinete detrás de él. Conversó ante la mirada de todos y contestó en su idioma a los saludos por parte de los humanos.

"Ellos te respetan". Dijo ella cuando pasaron por el muelle. Los pescadores lanzaron un pescado grande a Toothless como saludo mañanero. "Es admirable".

Aprendieron a respetarme, y yo a ellos• Toothless ofreció su pescado a la mujer, ella lo tomó y dio una caricia a su lomo como agradecimiento. ¿Cómo podemos hacer que se fije en mi?•

"¿Quieres llevar a cabo los ritos de apareamiento de nuestra sangre?". La pregunta tan directa no solo lo dejó casi catatónico. Muy atrás de él, pero muy atrás, Hiccup dio un gritito.

•Supongo que es lo más correcto. Pero... no sé cuales sonBajó la cabeza en decepción. No sabía mucho de su raza, podía imitar los actos de otros dragones durante la temporada de celo, a lo mejor funcionaba porque Hiccup los conocía bien.

"Está bien". Ese no era el tono esperado. La mujer tenía una sonrisa casi picara en la cara. Desde ahora sígueme la corriente. Si lo haces no tendrás que dar ninguna indirecta al joven Haddock, se nota que no le gusta mucho que estemos solos• Toothless asintió de acuerdo, ya sabía que los venía siguiendo. Dicho eso ella dio una mordida al pescado en sus manos. Dio un gemido apreciativo. "Que buena presa. Gracias".

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