He logrado escaparme de Jungkook y de Yoongi y me he metido a la clase enseguida para evitar que siguieran hablándome. La cabeza me da vueltas y las presentaciones acaban agotándome, repetir constantemente mi nombre a cada profesor estaba comenzando a agotarme, tanto a mí como a mis compañeros, y ya decíamos nuestros nombres cabizbajos y desganados.
Antes de que podamos presentarnos todos la campana que da fin a la tercera clase suena y sin dejar terminar al profesor nos acumulamos frente a la puerta para salir al recreo. Tenemos 1 hora para nosotros y yo pienso emplearla en evadir a los chicos. Miro a mis dos lados y aprovecho que no hay mucha gente para correr a la salida. Bajo apresurada las escaleras hasta llegar a la puerta principal y por primera vez, tengo la suerte de no tener que cruzarme con nadie que conozca. Me dirijo al patio trasero del edificio antes de que nadie pueda verme y cuando miro a mis espaldas por fin puedo suspirar aliviada viendo que no hay nadie mirándome.
A los lejos logro divisar unos bancos y voy directa a sentarme. Me aproximo hacia los bancos y me dejo caer sobre uno de ellos vaciando completamente mis pulmones.─ Al fin sola...─ Suspiro de alivio y comienzo a mirar hacia el cielo. Cuando vivíamos en Nevada todo era mejor, todas las tardes le dedicaba una hora a ver las nubes pasar, fuera de preocupaciones. Solía aislarme en mi habitación muy a menudo y pensaba que era libre, sentía que yo era dueña de mis propias decisiones, no obstante, ese pensamiento no duró. Ahora vivo en California, fingiendo ser una persona que no soy, confusa porque no logro adaptarme y aterrada porque ahora "le pertenezco" a alguien.
Me recompongo y miro hacia el suelo.
─ Yoongi...─ La sangre se me hiela con tan solo pensar en él, pensar en sus oscuros ojos sin vida observándome, al acecho aprovechando mi vulnerabilidad para atacarme y devorarme mientras disfruta de mi dolor...
Todo lo que Hoseok me ha dicho, debería haber obedecido y haberme alejado pero... ya es demasiado tarde. ¿Estoy en manos de un psicópata?, eso no es bueno, ¿verdad?La campana vuelve a sonar, sin darme cuenta ya ha pasado media hora, pero estoy agradecida, agradezco que haya podido tener 30 minutos de paz, aislarme del resto del mundo y reorganizar mis sentimientos. Me levanto resoplando y camino con paciencia hasta la parte delantera del patio. Todos están entrando mientras charlan acaloradamente entre ellos. Me uno a la muchedumbre y comienzo a andar lentamente siguiendo el ritmo del resto, mirando a mi alrededor puedo ver a Jungkook a lo lejos pero agradezco que el no se haya percatado de mi presencia. Tras largos minutos logro entrar y subo las escaleras más rápido hasta llegar a la tercera planta, en donde esta mi clase. Por suerte no me cruzo con nadie y no me entretengo por el camino, entro de las primeras a la clase y me acerco a mi mesa.
─ Una nota...─ En mi mesa hay colocado un pequeño papel perfectamente doblado que yo no recuerdo haber dejado. Abro rápidamente el papel y comienzo a leer el efímero pero claro mensaje.
"Después de esta clase te quiero en la parte trasera, será mejor que obedeczas."
La forma en que la carta me pide que vaya me grita que es Yoongi así que no dudo en obedecer, aún con miedo enfrentaré lo que me haga, como Hoseok me ha dicho.
Me siento débilmente en la silla y mi mente comienza a jugarme una mala pasada. Imagino cualquier cosa de Yoongi, por eso tengo miedo, mirar al cielo ya no me calma. Sigo pensando en él incluso en medio de las clases, no escucho la voz del profesor, solo mi subconsciente.─ Ellie, simplemente cállate y obedécele.─
La campana finalmente suena y mi corazón da un vuelco. Corro hasta la salida, temo hacerle esperar demasiado y que se enfade. Cansada me veo obligada a hacer una pausa antes de salir por la puerta, me apoyo sobre la pared y espero hasta recuperar la respiración.
Cuando salgo, comienzo a caminar apresurada a la parte de atrás y allí lo veo, totalmente relajado apoyado en la pared bajo la sombra del árbol más grande. Su mirada parece centrarse en el libro que lee y apenas se percata de que estoy acercándome a él. Cuando finalmente me encuentro frente a él carraspeo un poco con la garganta para hacerme notar pero nada más sentir su mirada comienzo a mirar hacia el suelo tratando de protegerme.─ ¿Debo enseñarte a no llegar tarde o aprenderás tú solita?─ Cierra delicadamente el libro entre sus manos y lo deposita en el banco para después girarse lentamente hacia mí y tirar bruscamente de mi brazo para estamparme contra la pared, no puedo evitar dejar escapar un leve gemido de dolor.
─ Respóndeme.─ Levanta mi mentón bruscamente y mi mirada entra en contacto con la suya. Sus ojos me aniquilan, están oscuros y no parecen tener vida.─ Aprenderé sola Yoongi...─ Trató de apartar la mirada pero él se niega a permitirme que deje de mirarle.
─ Qué vulnerable.─ Sonríe frívolo y sus labios comienzan a acercarse a mi cuello para comenzar a besarlo con agresividad.
─ E-Espera por favor...─ Mis manos empujan débilmente su pecho pero enseguida son apartadas bruscamente por él.
─ He tenido un mal día, pórtate bien y no tendré que castigarte.─ Continúa besando mi cuello jugando con mi piel entre sus dientes y haciéndome soltar algún que otro gemido.
─ Yoongi, ¿por qué yo...?─
─ ¿Por qué debería darte explicaciones?─ Sonríe sarcástico.
Me quedo en silencio temblando por unos minutos hasta que decide hablar. ─ Tienes suerte de que aún no pueda hacerte nada porque te aseguro que mis ganas no son pocas.─
Me mira de arriba abajo totalmente tranquilo y se relame los labios.─ Soy una pe-rsona.., ¿ por qué me tratas como un juguete?─
─ Porque eres mi juguete, lo serás cuando cumpla 18.─ Sonríe de una forma cruel y arrogante.
─ ¿Por qué yo Yoongi, por qué..?─ comienzo a sollozar con los ojos húmedos pero no causo ningún efecto en él.
─ Porque has sido insolente conmigo desde el principio y mereces ser castigada, yo nunca doy segundas oportunidades.─ Me agarra aún con más fuerza de las muñecas logrando que me estremezca de dolor.
─ Puedes encontrar mejores, por favor yo no...─ Comienza a reírse y se acerca aun más a mí.
─ Pero mírate, yendo de buena chica con moralismos baratos cuando preferirías ver sufrir a otra persona en tu lugar, me encanta.─ Continúa riéndose hasta que la campana suena. Chasquea la lengua molesto y me mira seriamente.─ Nos saltaremos esta clase, solo espera a que se vayan todos.
─ Yoongi... Yo no sirvo....─ Comienzo a llorar y me retuerzo tratando de liberarme.
─ Sí sirves. Mírate, tan vulnerable gimiendo mi nombre cuando ni siquiera te he tocado lo suficiente, suplicando que te deje porque me temes, ¿pero sabes qué?─ Vuelve a levantar mi mentón con su mano libre y me mira con malicia.─ Tus ojos brillan porque algo en tí quiere más y tú, llena de inocencia, eres curiosa y te gusta el peligro, aún sabiendo que eso te puede traer malas consecuencias.─
─ Yoongi...─
─ ¿Ves?, cuando puedes, no dejas de decir mi nombre, tus piernas tiemblan, todo tu cuerpo lo hace aún cuando en el fondo tú misma sabes que quieres más.─ Abre suavemente mis piernas colocando su rodilla en el medio.
─ Eso no es cierto...─
─ Lo es, y pronto lo verás.─ Mete sus manos por debajo de mi falda y comienza a pellizcar bruscamente mi piel haciéndome gemir de dolor.─ Aunque lo niegues tu mente es muy sucia, y la forma en que gimes me hace ver que bajo el dolor escondes verdadero placer.─
─ Detente...─ Mis mejillas arden y siento que me voy a desmayar.
─ Aquí las ordenes las doy yo.─ Gruñe enfadado.─ El uniforme te hace lucir aún más inocente...─ Sonríe fríamente y me levanta la falda levemente dejando espacio para sus manos.
─ Yoongi esto no está bien...─ Comienzo a jadear al sentir sus manos rozar suavemente mi piel, pero me callo rápidamente, no debo darle diversión.
─ Nada de lo que haremos a partir de ahora será correcto, pero te divertirás incluso más que yo.─ Pega su cuerpo aún más al mío y prosigue sacando las manos de debajo de mi falda. Me agarra fuertemente de la cintura y se abalanza sobre mis labios.
Trato de no seguirle el beso pero por alguna razón acabo haciéndolo y comienzo a morder su labio inferior fuertemente succionándolo y haciendo que gruña muy atractivamente.Joder.
Ellie detente.
Veo su rostro, totalmente concentrado en nuestro beso y no puedo dejar de pensar el lo sexy que se ve, aunque me joda aceptarlo.
El lobo me ha vuelto a atrapar.