LA NIÑERA DE MI HERMANA

22.

Entre la ayuda de Chase, y un poco de música animaba aun más el asunto.
Entre charlas e ingredientes el tiempo se nos fué volando y terminamos a las 10 p.m.

Chase- ¿Te ayudó a limpiar?.- preguntó.

- No, no te preocupes, puedes irte si quieres. Muchas gracias.

Chase- Esta bien, sabes que no hay problema.

Chase subió y yo terminé de limpiar lo poco que quedaba, sin más que hacer y exhausta me dispuse a subir a la recámara, tomar un baño y dormir para esperar lo largo que sería mañana.

Chase Sykes POV.

No estaba acostumbrado a hacer este tipo de cosas, pero Kylie me dio otra perspectiva de las cosas, un detalle no le haría mal, pero sabía bien que Diana merecía más que un detalle.

{. 6 : 30. A. M}

Me levanté rápidamente y me cambié, no debía desperdiciar mucho tiempo, pues Diana suele despertar a las 8 de la mañana, y quería despertarla con un detalle.
Fui a la habitación de Kylie y en cuanto entré comencé a despertarla.

- Kylie Elizabeth Sykes, despierta, prometiste ir conmigo. Diana está por despertar y no tenemos nada.- en cuanto escucho esta pequeña mentira se despertó.

Kylie- Vámonos, ¿qué estamos esperando?.- dijo aceleradamente.

- Espera, ¿Te vas a ir así?.- pregunté refiriéndome a su pijama de unicornio, que ridículamente están tan de moda.

Kylie- Claro, solo déjame ponerme mis tenis y nos vamos.

Espere a que se calzara y bajamos rápidamente, mamá ya sabía que hacer así que fue cómplice del plan también.
Subimos al auto y nos encaminamos a la mejor pastelería del mundo, por lo menos para mi, "Daniela's Backery". Era un cliente frecuente, pues soy adicto a sus pasteles, así que me abrieron a esa hora tan temprano para solo hacerme la entrega de ese pastel. Lucia tan delicioso, que mis tentaciones de probarlo eran más grandes que las de probar a Diana.

Kylie-Ni lo pienses Chase.- dijo arrebatándome la caja del pastel.

Subimos al auto, con las reglas de siempre, por algún motivo Kylie me recordaba mucho a Darryl, sentía la necesidad de protegerla como nunca antes, me sentía culpable de muchas cosas, y tengo que admitirlo, metal y emocionalmente no estoy bien, pero todo cambia cuando me rodean 3 mujeres, mamá, Kylie y Diana.
Manejamos por el regalo ya apartado de Diana, quise mandarlos a envolver per Ky insistió en hacerlo.
Sin más que hacer, regresamos por el mismo camino a la mansión, me sentía un poco emocionado, nunca había hecho algo así, una sorpresa, al menos no por mi cuenta. Pero sabía que Diana merecía esto y mucho más.
Marqué a mi contacto como último detalle citándolo a la casa temprano.

Después de un largo camino, rezaba por que Diana estuviera aún dormida. Con el pastel en mis manos y Kylie con los regalos, así fue como entramos a casa.

-envuélvelos, los guardas y después en la fiesta se los entregamos.- le dije dejándola en la puerta de su habitación.
Después de eso caminé hasta la habitación de Diana, ella dormía plácidamente en su cama. No me explicaba lo hermosa que se miraba sin maquillaje, sin peinados y sin nada. Simplemente al natural, a veces me preguntaba ¿cómo alguien tan buena y pura podía estar con alguien tan mierda como yo?. Solo el destino lo sabía, o quizás era una señal de luz para salir de este hoyo sin fondo.
Deje el pastel en su peinador y me senté en la orilla de su cama, bajé hasta su cara y posé mis labios en su mejilla izquierda plantando un besó delicado, al cual ella reaccionó y se despertó.

- Buenos días nena.- ella me sonrió y se sentó en su cama; se miraba feliz pero confundida al verme ahí.

- Feliz cumpleaños.- le dije estirando mis brazos dándole un fuerte abrazo.