LA NIÑERA DE MI HERMANA

46.

Kylie- Solo no digas nada a Chase.- me contestó alterada.- Sé que es tu novio pero no quiero que se enoje conmigo.

-Yo no diré nada KyKy, solo tú sabes cómo vas a manejar esta situación. Pero ten en mente que mentirle no es la salida más fácil.- dije intentando aconsejarla. Obviamente no iba a decirle nada a Chase, pero tenía que aconsejarla, para que pensara en lo que haría.

Kylie- Lo sé, Dylan insiste en presentarse, pero yo no quiero hacer esto más grande. Mi cumpleaños se acerca y quiero pasarla feliz.

-¿Enserio?, ¿Ya casi cumples años?,¿Cuándo?.-Era su tutora, pero no sabía fechas de cumpleaños más que la de Chase, 27 de Mayo.

Kylie- En Junio 7.- contesta recogiendo sus cosas, pues estamos casi por llegar a la mansión de los Burke. Al estacionarme enfrente puedo observar que Kylie esta un poco nerviosa.

-Ky...- digo detenidamente llamando su atención.- Sabes que pasé lo que pase me lo puedes contar, ¿cierto?.

Kylie- Si Di, lo sé. Hay tantas cosas que quisiera decirte, eres la mejor. Pero por ahora me tengo que ir.- abrió la puerta del carro pero antes de bajarse, se regresa de inmediato dándome un abrazo inesperado desde el asiento de atrás.

Kylie- Gracias por ser tu.- y antes de poder analizar de lo que estaba pasando se baja del auto para tocar el timbre de la mansión.
Con una sonrisa en mi cara por lo que me dijo, la veo hasta que la Sra Burke abre la puerta. La saludo con un movimiento de manos y piso el acelerador del carro.
Las calles, el viento fresco y el día algo nublado hacen que disfrute de mi viaje... hasta que oigo sonar mi celular, me había llegado una notificación... una notificación de de Melanie.
Esto me deja en shock, pero más a un leyendo el mensaje desde la barra de notificaciones.
"Estoy en cada paso que des, hagas lo que hagas".
Asustada busque meterme entre callejones, intentado escapar o esconderme de un no sé quién.

"Di, calmada, no entres en pánico, todo va a estar bien".- desesperada y temblando, quedando estacionada en medio de un callejón extraño y pequeño. Tome mi celular y Busqué entre mis contactos el número de Chase.
Por suerte, de inmediato contestó.

Chase-¿Qué pasó nena?.- contestó calmado. Al escucharlo mi voz se quebró, no podía hablar y si lo hacía ahí mismo iba a explotar.

Chase-¿Diana?,¿todo bien?.- dijo al notar mi silencio.
Mis sollozos terminaron alterándolo más.

Chase- ¡Mierda Diana!, ¿qué pasa?. - Tenía que decir algo o iba a terminar mal.

-Los mensajes... otra vez.- pude decir.

Chase-¿Dónde estás cariño?, ya voy por ti.

-No lo sé... solo me escondí.- contestaba en llanto.

Chase- Diana, ¿qué está pasando?.- podia notar la preocupación y duda en su voz.

-Me están siguiendo... no lo sé, solo ven por mi.

Chase-Mándame tu ubicación, voy para aya.

Colgué el teléfono para mandarle la ubicación a Chase, estaba temblando demasiado, llorando y llorando, y si seguía así probablemente llegaría un ataque de ansiedad. Como pude intentaba tranquilizarme, pero incluso en ese callejón desolado me sentía insegura, frágil y vulnerable, necesitaba a Chase ahí.
Odiaba esa sensación, pero sabía que tenía que controlarme, o las cosas iban a empeorar.
Pocos minutos después el carro de Chase se estaba parqueando al lado del mío, desesperada, salí del mío en dirección al de Chase, el salió bastante preocupado y con bastantes dudas, pero yo sólo quería sentirme segura. Enrollé mis brazos en su torso y el me tomó entre los suyos, lágrimas salían de mi rostro, mi cuerpo temblaba y el nudo en mi garganta no me permitía emitir ningún sonido, solo mis sollozos.