47.

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Invitados, eran algunos, podría decir que un poco más de los de la vez pasada. Pero mis nervios comenzaron cuando Mike se presentó, me miró sin apreciación, supongo que algo le dijo Chase, igual, me molestaba que revolviera los problemas que tenía con mi novio con nuestra iniciación de amistad, por así decirlo; no le tomaría importancia de todas formas, no era la gran cosa que el no me hablara.
Lía y yo nos encargamos de atender a los invitados al llegar, pues esta vez quería que Chase se encargara de las firmas y cierres de contratos, estuve ahí bastante tiempo, claro... hasta que llegó el doctor Nathan y me tuve que retirar.

Nathan- Si quieres Diana, yo puedo acompañar a Lía a recibir a la gente.- eso para mi es un "déjame a solas con mi dama", y yo no me iba a interponer.

-Oh, si esta bien. Gracias doctor Parker.- dije dándole mi posición  a un lado de la señora Lía.

Nathan- No me llames así, puedes decirme Nate o Nathan.- dijo dándome una sonrisa.

- Esta bien... Nate.

Me retiré de ahí, ¿qué más podía hacer en este tipo de eventos?, quizás solo asistir a la barra de bebidas, si que necesitaba tan siquiera una.
Al llegar me termine de preparar una Piña colada, pues no tenía alcohol y exactamente eso era lo que buscaba; sin darme cuenta puse mi mano sobre la de alguien más al momento de querer tomar un popote que había dejado sobre la barra.
Al sentir el contacto de mi mano con la mano de alguien más  la levante de inmediato. Volteé a ver de quién pertenecía y claro... Mike.

Mike- Creó que queremos el mismo.- dijo con una ligera sonrisa. No contesté nada, creo que estaba algo molesta por la manera en la que me miró en la entrada.

Mike- Alcohol gratis,  parece que los Sykes sabían lo que necesitaba.- dijo combinando varias bebidas.

- Terminaras muy mal si sigues mezclando tantas cosas.

Mike- Descuida, solo son jugos con un poco de vodka.

-No necesitas más.- dije rodando los ojos para después retirarme con un nuevo popote.

Sin más que hacer, con mi bebida rondando por media casa esperando encontrarme a Chase, me sospechaba que estuviera firmando contratos y esas cosas, pues para eso era esta junta, no era una fiesta.
Con poco interés salí al pateo, había muchos adolescentes entre 14-18 años, los demás se encontraban adentro aprendiendo a hacer negociaciones, tenían que, pues seguramente serás los encargados de grandes negocios.
Sin problema cualquiera pudiera venir a asaltar al saber que se está manejando dinero en cantidades grandes, sin embargo la seguridad de las cámaras hacía esto más seguro.
En un rato más pude ver como la gente iba desapareciendo poco a poco, sin Chase podía sentir como no encajaba en ese gran lugar, aun así hubiera muchas personas con diferentes mentalidades y personalidades,la verdad es que sentía que no encajaba. la casa era grande y necesitaba apartarme un poco de la gente, pues me sentía atosigada entre todos ellos.
Caminado en la planta baja encontré la oficina del señor Sykes, entre cautelosa de que no hubiera alguien, pues no quería interrumpir negociaciones importantes; al ver que no había nadie entre cerrando la puerta detrás de mi, con cuidado me paré frente al escritorio, "¿enserio tuvo que ser tan cruel con su propio hijo", pensé refiriéndome a Adam. La familia pasó por tanto, sin embargo siguen sus cosas aquí, tanto como las de Darryl como las del señor Sykes, un suspiro grande me hizo despertar de mis pensamientos y comencé a observar con cuidado las fotografías familiares pegadas en la pared, fotos de solamente Adam, Lía y Ky, por alguna razón no había fotografías colgadas de Chase y de Darryl. "¿será que el señor las puso así?, ¿sacando de la familia a Chase y a Darryl, como si nunca hubieran existido?", pensé.
Para mi sorpresa Chase apareció por detrás de mi dándome un abrazo.

LA NIÑERA DE MI HERMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora