Capítulo 6

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Cabalgaron hasta que el sol alcanzó su punto más alto y pararon en cuanto vieron un riachuelo.

Acordaron comer algo antes de continuar. Estaban adelantados y para esa hora los reyes apenas habrían notado su ausencia.

A lo lejos escucharon un caballo aproximándose, recogieron las cosas y trataron de subir para escapar.

- ¡Niño! - escucharon y supieron quién era.

El príncipe Pimentel había llegado con el caballo a todo lo que daba, cubierto en sudor y con rabia en los ojos.

- ¡SABES DONDE ESTÁ EL ESTÚPIDO HECHICERO Y TE FUISTE POR TU CUENTA! - dijo bajando de su montura y tomando a Erick por el cuello con tal agilidad que parecía un solo movimiento.

Zabdiel se bajó alarmado del caballo con toda la intención de separar al príncipe Pimentel de su protegido, pero Erick le hizo un gesto con la mano para que se detuviera.

- Así es, sé dónde está e iré por él - dijo tranquilamente sin sentirse realmente amenazado por la cercanía de Joel - Prometo que lograré liberarte de la maldición.

- ¡¿Quién dijo que necesitaba que hicieras esa mierda por mí?! - Joel afirmó más su agarre provocándole cierta dificultad para respirar.

- No sólo es por ti, también lo hago por mí y quizás por todas las personas a las que ha hecho daño, no puedo quedarme aquí esperando - tomó la mano de Joel y la apartó de su cuello dejándolo perplejo.

Joel crujió sus dientes. Christopher miraba atento, nadie le iba a creer cuando diera sus impresiones sobre la extraña tensión que había entre esos dos. Si Joel terminaba uniéndose, alguien saldría lastimado.

- Ni creas que te dejaré acabar con ese hechicero, juré que me haría con su cabeza.

- como quieras - dijo Erick secretamente feliz de tener a su príncipe en el viaje.

Siguieron todo el día hasta que la luz se acabó, ataron los caballos y armaron un campamento. Ahora estaban en lo más profundo de la montaña y sin los mapas, los guardias del reino tardarían días antes de llegar a ese punto.

Zabdiel había cargado los caballos como si fuesen mulas, pero si el príncipe seguía comiendo como acostumbraba, pronto no tendrían provisiones.

- ¿es consecuencia de la maldición? - dijo Joel mirando como Erick tomaba el último pedazo de una barra de pan más grande que su cabeza - ¡hey! dejarás en hambruna a tu reino – dijo bebiendo a penas una taza de té.

- lo siento, cabalgar me da hambre - dijo Erick apenado, Christopher lo miraba tomando notas.

- mañana tendremos que cazar - dijo Zabdiel lanzando unos maderos al fuego

- eso sólo nos retrasaría, déjenme los mapas, yo seguiré con la búsqueda.

- No, no te dejaré ir solo - dijo Erick negándose, Joel bufó con molestia.

- Entonces al menos planifiquemos nuestra ruta mañana - dijo fastidiado, ellos tenían ventaja sobre él, después de todo no conocía el reino.

- Primero hay que encontrar a un chico llamada Yoandri - dijo Christopher viendo sus notas.

- ¿Quién es ese? - preguntó Joel impaciente.

- Se rumora que puede ser alguien allegado al hechicero Johann. En cada aparición ha mencionado el nombre del chico, según el panda, él motivó a Johann para colocarte la maldición – señaló a Christopher con la cabeza – Dijo que no soportaba el hecho de que hubiera alguien más hermoso que Yoandri, por eso él debe ser la clave de sus acciones.

El príncipe maldito [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora