° Marionette ° [ Ticcimask ]

Dieciséis

Otoño. Tonos anaranjados empiezan a mostrarse en varios árboles y la brisa fresca lo ha obligado a usar una bufanda, aunque a parte de su claustrofobia le molesta tener algo envuelto en su cuello, prefiere no pescar un resfriado.

Tim ha estado ordenando muchas cosas, honestamente puede sentir aún el dolor en el cuello de haber estado tantas horas frente a una mesa, haciendo un mapa del bosque, delimitando zonas peligrosas y zonas de patrullaje.

Hasta ahora ha podido hacer todo por su cuenta, y preferiría que se mantenga así.

- Sales todas las noches ¿cuándo planeas llevarnos contigo? Dice la voz de Brian tras el, con un tono de cautela. Hace pensar a Tim que tiene un cuchillo apuntado a su garganta y si hace un movimiento brusco, podría hacer que corte algo importante.

Esto ha pasado bastante. Brian cuestionando todo lo que hace, y para este momento Tim ignora cuantas veces ha amenazado su integridad.

- Nunca si es posible.

Siente el ardor y dolor que acompañan siempre a un corte, sisea bajo su máscara y su mano reacciona por instinto tomando con fuerza el antebrazo de Brian para detener el corte sobre su hombro.

- ¡Solo lárgate! Grita entre susurros y presiona la herida; está la humedad de la sangre en la tela de su camisa, filtrándose a través de ella y manchando sus dedos.

La herida no es muy profunda, como siempre, y Brian no se ha movido ni un solo centímetro, por lo que Tim solo suspira y decide rodear la silla y salir de allí, encontrar algo para limpiar su herida y finalmente terminar el plano.

Nunca se consideró la persona más habilidosa para tratar heridas, pero por ahora le funciona. Inhala profundamente y puede sentir el petricor en el aire antes de exhalar y se hace espacio entre las hojas secas para descansar al menos un poco de todo.

Es imposible para Tim ignorar como ha afectado a Brian, como si Tim fuera un enemigo en casa; y lo sabe, Tim sabe que Brian está a la defensiva desde que Toby empezó a pegarsele en cada momento que tuvo oportunidad.

No confía en Tim, y si mira el reflejo en el agua por su propia cuenta puede decir que no sabe a quien está viendo.

Arrebatando vidas de quienes ni siquiera ha visto antes en su vida, lastimado y destruyendo, está haciendo lo que le hicieron a él, por voluntad propia, para salvarse a él y lo que ama.

¿Es egoísta?

Tim no puede sentirlo como tal, porque aún lo desgarra por dentro, lo odiaba con todas sus fuerzas pero las llamas de odio se han apaciguado y ahora solo queda un sabor desabrido cada vez que ve que la larga sombra se posa sobre una persona como señal de la parca para arrebatar la luz de su vida.

Así que, cansado, exhala y toma entre sus manos enguantadas el cuchillo enterrado en el torso de una joven, Tim cree que tendría aproximadamente unos 26. Demasiado joven para haber atraído a sí misma la desgracia.

Ver los ojos sin brillo apagan algo en el cerebro de Tim, pero lo ignora y camina arrastrando los pies hacia la cocina; deja las hornilla abiertas y toma el galón de gasolina y lo desparrama por todo a su alcance. Su ceño se frunce un poco después de sentir el olor del gas muy concentrado, así que tira lo que queda de la gasolina y sale por la puerta principal, mientras tantea su chaqueta en busca del encendedor.

Primero el cigarrillo. Inhala, y sus pulmones se llenan hasta adormecerlo, y exhala.

Ahora el cigarrillo cae en la gasolina y Tim corre antes de sentir la ola de calor.

Correr libremente pero con la seguridad de que sea donde sea que vaya, va a terminar donde siempre.