Capítulo 2: Las Flores También Lloran.

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En su infancia, Mashiho detestaba a todos los niños y niñas, por el simple hecho de que la mayoría destruía las flores. Algunos las cortaban para dar las como regalo, otros la sacaban para romperle los pétalos; o simplemente algunos la pisaban al correr por el pasto.

Y a Mashiho le dolía aquello, por el simple hecho de que sentía el sufrimiento de las flores. Estas no se expresaban, pero por su habilidad él podía sentir aquellos lamentos silenciosos ante las demás personas.

Gracias a eso lloraba cada vez que no podía restaurarlas con su habilidad de curación. En fin, él era un chico demasiado sensible en cuanto a ese tema.

Ahora el muchacho se encontraba en su habitación observando la repisa que tenía pegada sobre la pared. Sobre ella habían un montón de vasos con muchas flores de distintas especies, si aquel chico poseía una gran colección como esa; todo era debido a su madre despreciaba lo más preciado para él.

Su padre siempre le traía flores a su madre y esta las terminaba rechazando, por el simple hecho de que le recordaban a su hijo no deseado. Debido al actuar de su progenitora, Mashiho siempre tomaba las plantas coloridas y las ponía en un vaso con agua. Aun sabiendo que eso no las mantendría con vida por más de una semana.

Él simpre fue un hijo no deseado, si estaba ahí fue por el mero hecho de que su padre no le permitió a su madre abortar. Pero fue aún más repudiado el día que sucedió aquello.

Mashiho recuerda ese día como si fuese ayer.

°Flashback°

Mashiho era un niño muy pequeño y soñador, le gustaba pasar el tiempo riendo y jugando. Tal como lo estaba haciendo, se encontraba en su habitación divirtiéndose con sus juguetes.

Su padre se encontraba en el trabajo, por lo que estaba al cuidado de su madre. La cual se encontraba en su habitación bebiendo alcohol. Al pequeño niño, no le gustaba que su madre bebiera, ya que cada vez que lo hacía se ponía un estado extraño y hacía llorar a su padre.

Gracias a eso, un ápice de preocupación se albergaba en él, y como si su preocupación fuese el presagio de algo. Un fuerte ruido provino desde la habitación de su preciada mamá.

El pequeño velozmente salió de su habitación y se dirigió a la de su madre.

El niño se asustó al entrar en el dormitorio y encontrarse con su madre sentada en el suelo, con su espalda apoyada sobre el borde de su cama, y con una de sus manos ensangrentadas.

Casi entra en pánico, si no fuera por el hecho de que inmediatamente recordó que la podía curar. Por lo que apresuradamente se acercó a ella y colocó sus manos sobre la herida y le sanó la herida; lo había hecho con la mejor intención del mundo, no quería ver a su mamá sufrir. La amaba mucho como para verla llorar por una herida.

Pero lamentablemente su madre no consideró aquello como algo bueno, es más. Le dio a entender que su hijo era un monstruo, porque una persona normal no podía hacer lo que su hijo acababa de hacer.

—Mashiho sal.—pidió su madre.

Mas Mashiho no hizo caso, quería quedarse a su lado para que no volviera a beber.

—¡Mashiho, sal! —gritó su madre y lo empujó lejos de su ser.

Y el pequeño Mashiho salió del cuarto y dirirgirse al suyo para llorar en la soledad, hasta que su padre apareciese para su rescate.

°Fin del Flashback°

Mashiho decidió salir a dar un paseo, para así distraerse y así olvidar ese recuerdo triste de su infancia.

Como su habilidad era el poder controlar la naturaleza, se sentía a gusto saliendo a caminar para observar la naturaleza. Cosa que iba perdiendo terreno gracias a las maniobras del ser humano.

El joven se encontraba caminando por un parque, que se encontraba bastante cerca de su casa. Cuando de pronto un sobre que cayó del cielo captó su atención.

El sobre tenía un estampado de flores bastante llamativo y el broche que mantenía cerrado el sobre tenía forma de rosa. El tipo favorito de Mashiho.

Cuidadosamente lo abrió, divisando que dentro de el había una tarjeta, que tenía el mismo estampado. Después de un rato, dejó de observar los detalles y procedió a leer el contenido:

"Existe un lugar, en el que las flores no sufren"

El muchacho leyó varias veces la frase sin poder crédito al significado de aquellas letras que se unían entre sí, ¿Realmente existía un lugar así?

Inmediatamente comenzó a buscar con su mirada un indicio de que lo que estaba viviendo fuera real, y no una simple fantasía de su mente que le gustaría transformar en realidad.

Comenzó a sentirse intranquilo, al ver que no encontraba nada que le resolvieran todas las dudas internas que tenía en aquellos momentos, hasta que de pronto una mujer extravagante hizo acto de presencia.

Mashiho inmediatamente la observó de pies a cabeza, apreciando el hecho de que llevaba una ropa bastante irrisoria. Dando a entender que le gustaba destacar y llamar la atención.

—Tranquilo, ese lugar si existe.—musitó la mujere con una sonrisa en su rostro.

Mashiho abrió sus ojos como platos en cuanto escuchó aquellas palabras.

—¿De verdad? ¿Dónde está? ¿Como puedo llegar? —el muchacho estaba verdaderamente ansioso.

—Tienes que seguir el camino de rosas azules que preparé especialmente para ti.—musitó la mujer, para después simplemente desaparecer.

Le joven sujeto comenzó a percibir las rosas tiradas sobre el suelo, las cuales formaban un perfecto camino. Camino que inmediatamente siguió olvidándose de todo lo demás, porque nada le importaba más que la felicidad de las flores.

°°°°°°°°°

Finalmente las flores lo llevaron hasta la mansión YG, cosa que ante los ojos de Mashiho pasó ser parte de un segundo plano. Todo su interés y atención cayeron sobre el bello jardín que aquella residencia poseía; habían plantas y flores de distintas especies. Y se notaban que estaban bien cuidadas.

Cuando la enorme reja fue abierta, lo primero que hizo fue acercarse más. Para apreciarlas más de cerca, unos minutos más tarde su concentración fue captada por la voz de la misma mujer que le mostró el camino para llegar hasta allí.

—Se lo mucho que te gusta el Jardín, pero deberías entrar a la mansión. Hay alguien a quien debes conocer, Mashiho.

Y el muchacho rápidamente obedeció las palabras de la mujer, adentrándose en la mansión.

The Skills. [Treasure13]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora