Capítulo 7: Las Emociones No Mienten.

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Ahí estaba Keita, parado sobre el umbral de la puerta. Observando como Junkyu terminaba de arreglarse para salir juntos en busca de Hyunmi.

Junkyu estimaba demasiado a su amigo, como para levantarse un sábado por la mañana. Para simplemente salir a buscar a la mejor amiga de Yedam.

Todo comenzó en la cafetería, los dos estaban sentados comiendo de sus almuerzos. Cuando de pronto surgió la brillante idea de Keita para llamar la atención de su crush; la cual consistía en buscar Hyunmi utilizando la habilidad de Junkyu.

Al principio Junkyu no quería hacerlo, ya que casi nunca había utilizado su habilidad. Además sentía que el poder ver las emociones de las personas no serviría de nada, pero no pudo negarse por dos simples razones.

1)Pudo ver las emociones de su amigo, por lo que sabía la mucha ilusión que le hacía esto.

1)Con o sin su ayuda lo haría igual.

Debido a eso se encontraba a pasos de iniciar una larga búsqueda.

*******

Los dos se encontraban caminando en dirección a la casa de Hyunmi. Iban para allá con la intención de hacerle algunas preguntas a la madre de la chica, para obtener algunas pistas y saber dónde buscar.

Ambos se pararon frente a la puerta y Keita presionó el timbre. Inmediatamente una mujer bastante parecida a Hyunmi salió a recibirlos.

—¿Qué necesitan? —preguntó la mujer con una sonrisa en su rostro rostro.

A Junkyu le pareció extraño el hecho de que la mujer sonriera. Él esperaba ver la sumida en dolor y desespero tras no encontrar a su hijo, pero en cambio la veía bastante alegre; como si nada hubiese sucedido.

Debido a eso decidió usar su habilidad para leer sus emociones. Al hacerlo notó que sus emociones eran todas de colores vivos, demostrando que se encontraba en un buen estado anímico, algo muy raro para sus antecedentes.

—Nosotros venimos, pa...—Keita no pudo continuar la oración, puesto a que su amigo lo tomó de la muñeca y lo alejó de la mujer y de la puerta.

—No vamos a conseguir nada preguntándole.—habló Junkyu antes de que su amigo le reclamara por haberle interrumpido.

—¿Por qué? —Keita lo miró.

—¿No te parece raro, el que nos haya recibido con una sonrisa en su rostro? Porque a mi sí, gracias a eso indagué en sus emociones. Y noté que eran demasiado alegres, para alguien que está viviendo la experiencia de tener a una hija perdida.

Keita se quedó en silencio y comenzó a analizar la situación antes de sacar conclusiones apresuradamente. Cosa que siempre hacía, cada vez que se le presentaba una situación un tanto complicada.

Pasaron diez o veinte minutos, desde que Junkyu le expresó su preocupación. Y de pronto Keita pegó un breve brinco y colocó sus manos en los hombros de su amigo.


—¿Qué te ocurre? —preguntó Junkyu empujando levemente a su amigo.

—Recordé algo importante...

—¿Qué cosa? —Junkyu comenzó a interesarse más por la situación.

—Hace un par de días fue a la estación de policía, para ver como iban con la investigación de Hyunmi. Pero cuando pregunté por ella, me dijeron que ni había ninguna denuncia de desaparición bajo su nombre...Lo cual me pareció un poco extraño.

Junkyu apretó sus puños tras escuchar las palabras de su amigo. Sin duda alguna algo extraño estaba sucediendo.

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Junkyu se encontraba sentado en su pupitre, garabateando cosas sin sentido sobre un cuaderno. Ya había pasado una semana desde que Keita y Junkyu intentaron buscar a Hyunmi, pero aún así no podía sacarse de la cabeza el hecho de todo el tema con respecto a la amiga de Yedam, se había tornado extraño.

Debido a eso no podía centrarse en la clase con completa atención. No sintiendo una sensación de sospecha en su ser, por lo que fue el primero en salir del salón de clases en cuanto el timbre sonó.

En corto período de tiempo ideó una especie de plan. Hablaría con una chica, de la que solo sabía que era vecina de Hyunmi.

Quizás se hablaba con ella, todas sus dudas serían aclaradas. Por lo terminó acercándose a ella e irrumpiendo en la conversación que mantenía con sus amigas.

No dijo nada, hasta llegar a la azotea del colegio.

—¿Sobre que quieres hablar? —preguntó la chica cruzándose de brazos.

Junkyu soltó un suspiro antes de responder, estaba un poco nervioso; él no era muy sociable, y no solía hablar mucho con chicas.

—Quería saber si sabías algo sobre Hyunmi.—musitó Junkyu casi en un murmullo.

La chica pareció tensarse en el momento en el que el chico nombró a la desaparecida. Y para comprobarlo, Junkyu decidió mirar sus emociones; obteniendo una respuesta positiva.

De pronto miró para ambos lados, después de asegurarse que no había nadie más tomó sorpresitavamente a Junkyu y se teletransportó hacia otro lugar.

Aquello tomó por sorpresa a JunKyu ¿Ella también tenía habilidades sobrenaturales como él?

No tuvo mucho tiempo de pensar en eso, puesto a que su mente se concentró en lo que sus ojos veían. Habían llegado a una especie de taller mecánico, que ahora había sido adaptado a una vivienda monoambiente.

—Nadie podrá encontrarla, a menos de que alguien pueda alterar el tiempo y espacio.—habló la chica mirando a Junkyu.

—¿Qué? —Junkyu abrió sus ojos como platos tras escuchar las palabras de su compañera.

—Hyunmi está aquí entre nosotros, solo que no podemos verla. Alguien, no sé quién la dejó encerrada una dimensión igual a la nuestra. Con la diferencia de que ella nos puede ver, pero nosotros no.—la chica hizo una breve pausa.—Es probable que esté aquí intentando acercarse a nosotros, pero no puede debido a la barrera que separa nuestra realidad con la suya... Y eso no es todo, su rastro está desapareciendo de aquí, por eso la gente se va olvidando de ella. Cuando nadie la recuerde, desaparecerá tanto aquí como en el otro lado.

J

unkyu abrió su boca en forma de "o" y se removió el cabello frustrado. Era demasiada información como para procesarla de sopetón. Además el contenido de esta era demasiado fuerte.

—¿Qué podemos hacer para ayudarla?

—Solo no olvidarla.

Junkyu se entristeció ante la repuesta negativa que recibió por parte de la muchacha.

—Pero conozco a alguien que podría ayudar. Su paradero es un poco incierto, pero fácil de ubicar.—la chica se llevó una mano a su mentón.—Aunque probablemente se niegue a brindar ayuda.—soltó un leve suspiro.

—Puedo persuadirlo.—musitó el muchacho seguro de si mismo.

La chica sacó un papel de su bolsillo y se lo entregó a Junkyu.

—Por cierto, no dejes que te atrape.

Junkyu no tuvo tiempo de preguntarle a que se refería, puesto a que la muchacha desapareció rápidamente.

The Skills. [Treasure13]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora