Un olvidado sueño

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Solo desperté hace unos minutos y ya tengo que prepararme para ir a clases, ni siquiera quiero salir de mi casa, pero tengo que hacerlo. Como siempre nada nuevo ha pasado, pero en mi interior algo me inquieta.

¿Acaso no dormí bien?

¿Estoy olvidando llevar mi taller?

¿Había algún examen para hoy?

No le puse demasiada atención a ese instinto, como siempre lo ignoré y seguí con mi día. Caminando hacía mi preparatoria me detuve al mirar un pequeño gato negro que cruzó frente a mí y que al llegar al otro lado de la acera me observo fijamente.

«Oye, eso no es de mala suerte?»

Nunca creí mucho en esas bobas supersticiones, pero justó en ese momento bino a mí un flashback... Una imagen pasó por mi cabeza y desapareció en un segundo.

¿Qué paso? Y eso qué fue?... ¿Quién era esa chica?

Mi cabeza empezó a dar vueltas y tuve que cerrar mis ojos por un momento.

Y el gato a donde fue?...

Este había desaparecido, pero de nuevo no le di demasiada importancia; ya estaba contra el tiempo y no quiero llegar tarde.
Este día se ha tornado cada vez más extraño y para mejorarlo ya había tocado la campana que señalaba él inició de clases.

"Genial, me quede afuera."

Cuando llego a la entrada de mi colegio solo hay dos alumnos más atrasados y para colmo de grados inferiores.

—Tendrán que esperar afuera por 2 horas hasta que llegue el rector de su reunión. —dijo el vigilante sin prestarnos mucha atención.

Para matar el tiempo y hacer algo productivo tomo mis audífonos y le doy Play a mi canción favorita, Hawk Nelson - Sold Out.

Estos escenarios no se repiten siempre y nadie puede molestar aquí.

Paso algo bueno en este día después de todo.

«Pero que fue esa imagen... Quien era esa chica?»

Jamás la había visto... ¿O si?

«Bueno, debió ser algún Deja vu o algo asi»

... ¿Pero eso no implicaría que la he visto antes?

Las preguntas estaban en mi cabeza mientras la canción suena a todo volumen en mis audífonos. El sol esta brillando y no hay una nube a kilómetros.

No es mi clima favorito, pero no está mal...

Es imposible no sonreír y mirar al cielo con una canción tan digna de dioses.

Justo cuando la canción termina, siento una presión en mi pecho, un presentimiento algo extraño... El instinto me grita peligro a todo dar. Mis ojos me guían a un coche lujoso que se detuvo frente a mi instituto y fue cuando la vi, una chica que viene justo hacia mí. Alta, de un pelo oscuro, pero rojizo al mismo tiempo, con una ropa muy rara que parece de una empresaria multimillonaria; un traje de negro que muestra su gran figura, tacones un poco altos y un portafolio elegante en cuero de color rojo carmesí.

Pero si parece que tiene la misma edad que yo...

Quede atónito, sin embargo, no era la misma chica que vi en esos raros flashbacks o lo que sea que haya visto.

¿Por qué estoy tan alterado y mi instinto me dice que salga corriendo en este instante!?

Sin darme cuenta la chica ya está pasando justo a mi lado sin siquiera mirarme de re ojo, yo, por otro lado, logró observar un extraño collar que sobresale de su traje, algo me incentiva a ver ese collar más de cerca, pero cuando intento voltear noto que estoy totalmente congelado por el miedo que no entiendo el porqué lo siento, la chica entro sin problemas, escuchó que tenía una cita programada o algo así. Cuando la chica desapareció pude moverme nuevamente, la música aún está sonando, pero después de lo que paso ni siquiera puedo distinguir que canción es la que estoy escuchando. Los dos alumnos que están conmigo no le pusieron la más mínima atención a la chica, al parecer yo fui el único tonto que le tuvo algún tipo de miedo. O talvez, presentí algo extraño, algo que no encaja.

Había pasado una hora desde que la chica había entrado, pero el vigilante nos permitió entrar.

—Porque tan de repente? —le pregunté.

—Alguien quiere hablar contigo al parecer. —abrió la reja metálica y nos dejó pasar. —Tú ve a la rectoría, ustedes dos pueden ir a sus clases.

—Solo quiere hablar conmigo?

—Si, solamente contigo. Pero no hay porque dejar a estos dos afuera así que los dejaré que entrar también. Ahora ve rápido.

Sin mucha determinación me dirijo hacia la rectoría la cual estaba un poco alejada. Con la mente en blanco por lo que dijo el vigilante camine lentamente tratando de adivinar quien era el responsable de que pierda mis clases y probablemente algún examen sorpresa.

¿Quién quiere hablar conmigo? No puede ser el rector si aún no ha llegado. Tiene que ser la directora.

¿Hice algo malo para que me llame justo ahora?

«Amenos que...»

N-no puede ser...

«Amenos que sea esa chica...»

—Oye! Date prisa. —grito el vigilante.— Ve a la rectoría y deja de estar con la cabeza en las nubes.

—Ya voy... —acelero el paso y en cuestión de minutos llego a la entrada de rectoría, como es horario de clase está casi vacía a excepción de la secretaria.

—Disculpe, me dijeron que alguien quería hablar conmigo.

—Ah sí, toma asiento y en unos minutos te llamaré para que pases a rectoría.

Rectoría!?... Entonces si veré al rector, pero a que hora llego?. O ya estaba aquí y todo fue una mentira del vigilante?...

—Ya puedes tomar asiento, te llamaré en unos minutos. Entendiste.

—Sí... Claro. —me quito el maletín y lo pongo en el suelo al lado de la banca donde me siento, esperando a que llamaran.

Seguramente nada bueno saldrá de esto, pero ya estoy metido en este lío, saco el celular de mi bolsillo y vuelvo a reproducir la misma canción que antes estaba escuchando pues con todo el alboroto que paso tenía que escucharla de nuevo.

Una Tragedia Llamada Vida... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora