"We're livin' night to night"
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La voz de su madre lo despertó tan repentinamente que por un momento pensó que había pasado algo. Se levantó asustado y miró hacia la puerta, pero al ver que todo estaba completamente normal y que solo lo estaba llamando su madre, suspiró. Se restregó los ojos lentamente, sintiendo como sus facciones se despertaban y después volvió a mirar la puerta atentamente. Todo era una mierda. Hacia meses que su vida era un desastre, desde que lo separaron de Albus todo había ido a peor, y todo por culpa del maldito Harry Potter y sus estúpidos prejuicios. Se sentó en la cama, y suspiró otra vez. Buscó su reloj a tientas hasta que al fin lo encontró. Eran las tres de la mañana.
—¡Scorpius! —Su madre gritó aún más que la primer vez.
—¿Qué querrá ahora? —se preguntó el chico en medio de la oscuridad.
Scorpius sabía que la única manera de averiguarlo, era bajar y ver que pasaba. Pero no quería hacerlo. El chico tenía miedo de lo que podía pasar, de que se podía encontrar en el comedor. Su madre era un misterio. Siempre lo había sido, al menos desde que el rubio recordaba. De pequeño siempre lo llevaba al Ministerio y le enseñaba todas las oficinas. "Algún día, tú trabajarás aquí, y serás el mago más poderoso del mundo. Tendrás a todo el mundo mágico a tus pies, y luego, podremos recuperar el honor que se nos quitó" le decía, señalándole la oficina de la Ministra. Scorpius la miraba con ojos soñadores, deseando cumplir los objetivos que ella le había dictado, deseando que ella estuviera orgullosa de él. No quería decepcionar a su madre, porque Scorpius la quería más que a nadie. Después de sus palabras, iban a visitar a su padre. Y allí era cuando todo iba mal. Su padre le gritaba a su madre, su madre le gritaba a su padre. Se rompían cosas, y Scorpius se escondía bajo la mesa de la oficina de Draco Malfoy. Desde su sitio podía escuchar gritos, y sollozos. Su padre no estaba de acuerdo con algo que su madre hacía, y ella no estaba de acuerdo con los pensamientos de su padre. Era un descontrol. Con siete años, el rubio era demasiado pequeño para entender que pasaba, y aquella noche, parado en su habitación, tampoco lo entendía del todo.
—¡Scorpius! ¡Te estoy llamando!
Y entonces fue cuando el chico reaccionó, saliendo de su ensueño. Suspiró por tercera vez en unos minutos, y armándose de valor, y sabiendo que seguramente encontraría a su madre con botella en mano, decidió bajar.
(...)
—¿Mamá? ¿Me llamabas? —preguntó Scorpius sentándose a su lado en el sofá.
La mujer lo miró al principio sorprendida por la invasión, pero finalmente su cara cambió drásticamente y le sonrió.
—Hola, Scorpius.
El rubio miró la mano de su madre, y sus especulaciones se hicieron ciertas: agarraba una botella de alcohol, medio vacía. Scorpius ya estaba cansado de todo ese drama, de todas esas noches sin dormir por culpa de esa mujer, pero tenía que ser paciente, porque, al fin y al cabo, era su madre. Ella le había dado la vida, ella le daba regalos por Navidad, ella le daba besos y lo abrazaba. Era su madre, y él la quería, pero a veces costaba recordarlo.
—Mamá, son las tres de la mañana. Deberías estar durmiendo.
—Ya, pero me he despertado, y he recordado que te quiero mucho. Así que he bajado, he bebido un poco, y te he llamado para decírtelo.
Scorpius suspiró, un poco molesto, pero sin olvidar la situación en la que estaba su madre.
—No deberías estar bebiendo a esta hora, ni tampoco me deberías de haber llamado, estaba durmiendo. Ha sido un poco irresponsable.
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Generation Why | HP
Fanfiction❝Millenium kids that all wanna die❞ ◾Historias de la vida de unos adolescentes que, a pesar de llevar apellidos tan famosos como Potter o Weasley, no se escapan de las tragedias que les depara la vida. 🌠 El mundo mágico pertenece a JK Rowling.