capitulo 4

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La noche hacia su aparición en aquel bar tan reconocido de río de Janeiro. Pocas personas podían entrar alli, en su mayoría gente con poder tales como mafiosos, políticos, empresarios, gente de muy alto nivel se reunían a disfrutar de una lujosa velada muy exclusiva. Los dos guardias enormes a cada lado de las dos puertas negras con detalles dorados expulsaban bruscamente a cualquier don nadie que osara intentar pasar.

Llegó una limosina de color negra que estacionó justo en la puerta, del asiento del conductor bajo un mayordomo quien se apresuró para abrir la puerta trasera de aquel carro tan lujoso dándole paso a su ocupante para que bajase de forma elegante. De allí bajo un hombre, el cual llevaba una camisa negra y un jean azul obscuro, encantador, pelo castaño obscuro, largo y ondulado con unos ojos verdes intensos. De su cuello colgaban varias cadenas de oro y plata, en sus manos llevaba una pulcera y varios anillos de los mismos materiales. Sin tener que hacer ninguna aclaración ni gesto, el hombre entro por las hermosas puertas y busco una mesa cerca del espectáculo.

En pleno escenario y bajo música sensual una joven de pelo rubio bailaba en el caño de manera erótica para sus espectadores quienes no hacían más que babearse desde sus asientos. El joven millonario pidió un champagne y se cruso de piernas observando fríamente la escena, de la nada un par de hombres taparon su vista desde aquel asiento de la esquina.

???: - hmmm... Me están estorbando. ¿Serían tan amables de correrse hacia un costado?

Los hombres se miraron entre sí y se apartaron de en frente antes de presentarse ante el burgués.

???: - ¿usted es el señor Altair no es asi?

Altair: - Eso depende de quien pregunte. ¿Que es lo que están buscando?

???: - Verás.. venimos en nombre de Munray...

Altair: - A si... Su amiguito me debe un par de millones ¿no es así?

???: - Así es, veníamos a ofrecerle un plan de pago para que él pueda pagarle en unos cuantos meses, de esa manera...

Altair: - ¿Meses? ¿Es una broma verdad? Nop. No acepto. Díganle que busque otra manera de solucionar su .. problemita.

???: - En ese caso solo nos queda una opción... Si usted no aceptaba nos ordenaron asesinarle...

Los hombres sacaron dos cuchillos de sus sacos y embistieron contra el adinerado sin pensarlo demaciado, sin embargo, este pego un salto de su asiento esquivando el ataque fácilmente para luego pararse sobre la mesa sobre la cual había saltado.

Altair: - señores... No lo intenten... En serio, esto ya es vergonzoso...

Dice el muchacho con soberbia y aires de superioridad mientras se sacudía un poco la camisa. Los hombres arremetieron contra el sin éxito pues cada intento de puñalada era esquivado con gracia por el muchacho quien esbozaba una sonrisa tranquila en todo el proceso. El lio que se estaba armando ponía de los pelos a las demás personalidades del sitio provocando que estos hulleran o se alejaran despavoridas.

Altair:- hey... Muchachos. Están haciendo demaciado alboroto. ¿Porque no seguimos esto afuera?

Acto seguido el peli-castaño corrió hacia una salida de emergencia que daba a un patio amplio de pasto verde. Los hombres lo persiguieron y salieron afuera, para su sorpresa Altair no estaba a simple vista, no se percataron de el hasta que oyeron las puertas por las que habían entrado cerrarse fuertemente detrás de ellos con traba. Al girarse vieron una enorme figura negra en la puerta.

Altair: - bueno, señores, ahora sí, ¿En donde estábamos?

Dijo aquel hombre cuervo, enorme, mientras extendía sus imponentes alas negras. Sus ojos brillaban de un verde intenso con pupilas rasgadas, y en sus manos aún presentes en esa semi transformación se apreciaban unas escalofriantes garras de color rojo cual ave de rapiña.

Los hombres retrocedieron algo intimidados pero no asustados.

???:- No eres el único con trucos y lentes de contacto maldito burgués!!.

Grito uno de los hombres dándole una señal con la mano al otro tipo. Ambos empresaron a transformarse, el más callado resultó ser un caimán mientras que el más hablador era un oso pardo bastante grande. Los tres se arrojaron a una batalla épica y triste a la vez, Altair les tomaba el pelo y los dejaba en ridículo constantemente, el poder volar era una ventaja que no podia dejar de aprovechar. Caía en picada ocultándose en la fría y obscura noche y los atacaba con las piernas y manos provocando heridas múltiples cada segundo, subía, bajaba, atacaba y volvía a subir. Luego de un par de minutos los hombres estaban exaustos y llenos de su propia sangre.

???:- ¡¡¿Así es muy sensillo no?!! Baja de una ves y enfrentanos como un hombre.

Altair:- ah.. ¿que? ¿Ya empeso la pelea? Pensé que estábamos jugando...

El ave aterrizó con gracia y sus rivales heridos se abalanzaron sobre el. El oso intento desgarrarlo con un zarpazo pero este fue esquivado dejando al Urso en una posición perfecta para que el ave pudiese saltar y asestarle un fuerte golpe con las garras de las patas en los ojos. Las garras del ave se incrustaron en los ojos del oso quién quedó ciego tras el ataque del ave, el caimán intento agarrarlo de una pierna en ese momento con una mordida pero al fallar, Altair lo agarró de la mandíbula con las manos y bajó sus piernas hasta chocar con el pecho del caimán rasgando su piel gravemente. El oso, aún quejándose, tiró varios manotasos histéricos cargados de odio al azar con tal de pegarle a tan molesto animalejo, pero a lo único que logró darle (con ayuda del cuervo) fue a su compañero provocando un corte profundo en su cuello haciendo que este se desangre. Altair volvió a su forma humana y se acomodó la camisa viendo cómo el caimán daba sus últimos respiros cerca de su amigo que gritaba de dolor en el suelo sin poder hallarse en el espacio.

Altair:- fue un gusto jugar con ustedes... Que lastima que el calladito muriera pero bueno, solo se necesita una persona para enviar un mensaje. Decile a Munray que más le vale que me pague esta semana.

El oso ciego y dolorido agonizaba ya sentado en el suelo, cansado, destruido al saber que su amigo había muerto. Algo estaba claro en su mente, no fue una buena idea meterse con aquel tipo, el miedo que sentía al estar tan indefenso frente a él era indescriptible. Sin decir ninguna palabra, el castaño  se retiró del lugar como si el no hubiese tenido la culpa de nada.

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Ya de mañana el joven de pelo largo y ojos verdes con una camisa blanca se sentaba con un café y un periódico en un sofá que daba a una enorme ventana que reflejaba una hermosa vista desde el décimo piso. Alli en su lujoso departamento Altair miraba las noticias mientras ponía sus pies cómodamente en una mesa ratona luciendo unas blancas pantuflas de conejo. "Disturbio en uno de los bares más reconocidos de la ciudad.", "Se desconoce el paradero o la identidad del asesino", "su forma de matar fue despiadada", "esas heridas solo podían ser causadas por cuchillos enormes"...
El hombre sonrio felizmente, dejo el periódico y tomo un sorbo de café.

Altair:- Jackson, prepara mi auto, tengo que salir, solo.

Jack:- Si señor, en seguida, ¿cual de los autos de su colección desea emplear?

Altair:- El rojo por favor... Le haremos una visita a mi padre.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2019 ⏰

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