Como Fracasar como Demonio: feat. Amonq (CANCELADA)

PECADO 1: AVARICIA

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Antes de empezar, quisiera recalcar que los dibujos de los pecados no son míos. Son ajenos y pedí que me los hicieran:
La artista se llama @Lazy_Hope, [DATOS CAMBIADOS] y tiene un canal en Youtube donde sube animaciones.
Hizo la ilustración de los pecados capitales y me gustaría que apoyaran su talento.
(No están presentes actualmente, pero ya se están elaborando)

Todos los otros dibujos de los capítulos los hice yo (estos tampoco han sido publicados), pero éstos fueron hechos por Lazy_Hope y apreciaría que la apoyen.
También colaboró con ideas para estos 7 capítulos siguientes.

Gracias por su comprensión xd.
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     Una vez que ya estaban listos, Azazel tomó su cetro y llamó a los dos valientes soldados a cumplir lo que se dispusieron a hacer.

— Amonq, Seth, vamos.
Les mostraré dónde lucharán.

     Con un chasquido, los tres se transportaron a un lugar extraño... Podría describirlo, pero ni siquiera se podía ver por la oscuridad del lugar. Lo único que se lograba distinguir era ese olor a polvo y naftalina, mostrando que este lugar probablemente era más nuevo de lo que se imaginaban.

— ¿Ya estás preparado?

— Le diría que sí, pero no logro ver ni siquiera mi hocico, jefe.

— Ohhh, por supuesto. Lo siento.

     Después de 5 segundos unas luces se prendieron y cegaron a los tres seres presentes con su brillantes rayos blancos, revelando que se encontraban en un pasadizo realmente estrecho, que llevaba a otra área más grande.

— ¿Ahora?

— Sí, mi señor. Demasiado bien, para ser sincero.

— Ok. Nos vemos.

     Y con su característico chasquido, se esfumó de la habitación en ese velo de humo.

     Seth se acercó a Amonq y se aferró a su brazo. Estaba nervioso, pues aún así hayan practicado tanto para finalmente estar a las puertas del reto.

— Hermano, ¿Crees que logremos vencerlos? —dijo Seth—

— ¿Por qué te lo preguntas? Por supuesto que lo lograremos.

     Amonq, en realidad, sentía un pavor inmenso al imaginarse que tendría que enfrentarse con los 7 pecados capitales.
Pero no podría demostrar a su hermano que se sentía mal, no podía sentirse débil, ni mucho menos mostrarlo.

     Empezó a caminar por el estrecho camino, golpeando su nueva arma contra su pierna, como si fuese un tipo de tic nervioso que tiene, y de esta manera podría aliviar su ansiedad.

     Y avanzó por ese corredor púrpura, sin saber lo que pasaría y cómo cambiaría su vida con un pequeño capricho.

— Tengo miedo, Amonq... No quiero perderte.

— Seth, no tienes porqué sentirte nervioso. Yo te aseguro que estaré bien. Nunca perderé.

— Prométemelo...

     Deteniéndose de la forma más abrupta posible, el demonio esperó, tragó saliva con un amargo sentimiento de angustia e hizo una promesa que, no estaba no estaba asegurada en lo absoluto, pero tendría que hacerlo por el bien de su hermano:

— Te lo prometo

     Uno, luego dos, y luego tres pasos bastaron para que el demonio tomara fuerza otra vez para llegar finalmente. Este empujón logró que llegara a la puerta metálica de color negro, que en su manojo tenía una serpiente. A pesar de que solo fuese una elaborada habilidad con la metalurgia, Amonq al principio pensó que era real, y se detuvo.