PECADO 2: ORGULLO

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     Después de combatir con Avaricia, Amonq quiso descansar. Se intentó sentar en una roca cercana, pero su peso lo venció y cayó hacia atrás, terminando patas-arriba en el negro piso de la arena.

     Seth corrió tras él, extiendió su brazo y le dio una botella con agua.

—¡Amonq! ¿Te encuentras bien? —dijo Seth, preocupado, mientras lo ayudaba a recobrar la postura—

—Sí Seth, —respondió Amonq, intentando pararse— gracias.

     Tras forzarse otra vez, cayó, pero esta vez fue hacia adelante, golpeando su frente. Lo bueno de tener una cornamenta como Amonq es de que sirve como freno, pues en este caso funcionó como una almohadilla para no romperse el hocico.

—¡Ayy!

-—¡Oye! ¡No trates de pararte: estás demasiado cansado, Amonq!

—Diablos... ¿Seth, esto me dejó tan exhausto?

—Pues pateaste a un cuerpo de alrededor de 50 kilos por un campo de 200 metros mientras corrías, y de alguna manera recorriste un espacio similar a un campo de fútbol en menos de 7 segundos.
Después de eso, obviamente quedarías agotado.

     Amonq regresa a ver al lugar de los sucesos y se da cuenta de lo que hizo, pero queda confundido por la forma en la que su hermano intuiyó con tanta exactitud, haciendo cálculos basados únicamente en la vista.

—Wow, no pensé que podría pasar algo así. ¿Y de hecho, quién lo imaginaría? —rió.

     Sujetó su propia cabeza y frotó su frente con su mano. A pesar que su almohadilla de queratina y calcio le ayudó, no estuvo exento de ese golpe.

     Analizando las palabras de Seth, solo se limitó a preguntar de su forma de adivinar.

—¿Y tú, cómo sabes eso? Si ni siquiera sabes cuánto es dos por dos.

—¡P- por supuesto que sé!

—¿Entonces cuánto es?

—¿...catorce?

Hehe, ¿ves?

Ashhh, eres un aguafiestas. Azazel me lo explicó mientras veía cómo peleaban.

Mmhh, ya veo. Luego hablaré con él.
¿Cómo lo hice?

    
—¡Lo hiciste increíble!
No sabía que lo vencerías así de fácil.

—Que bueno, sino hubiese quedado aplastado.
¿Qué haremos contra los demás? Estoy preocupado y-

—Relájate, hermano. Por ahora descansa: luego veremos qué hacer.
Sólo tienes que-

—¡¡Amonq!! —gritó Azazel, corriendo hacia Amonq—
¡No puedo creer que venciste a Avaricia en tan poco tiempo!
¡Cómo me alegro de tener un lacayo así!

     Un par de brazos se abalanzaron contra Amonq y lo levantaron del suelo. El demonio sintió un abrazo con tal fuerza que no pudo respirar, y sentía cómo sus pulmones eran casi aplastados por Azazel. Fuese conmovedor si no fuera por el hecho de que su cara se ha puesto tan morada como una uva.

¡¡Kghhh!! —exclamó Amonq—
G- gracias mi lord, p- pero, si no es mucha molestia... ¿Puede dejarme respirar?
Siento como si m- mis costillas quisieran apuñalar a mis órganos...

—Ohh... lo siento chico.

     Siguiendo intrucciones, dejó de abrazarlo y permitió que sienta el oxígeno por sus fosas nasales.

Como Fracasar como Demonio: feat. Amonq (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora