Septenario. -LeviHan Week Tumblr-

Miércoles

Día 3: Different

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Hange despertó muy temprano, se estiró nuevamente como un gato, abrió los ojos e inmediatamente buscó sus anteojos para mirar si en su habitación ya estaba esperándola cierto hombre pequeño. Frunció el ceño al no ver a nadie en la silla, bufó y se levantó con cuidado, observando la inflamación de su tobillo izquierdo.

—¿Por qué no se desinflama? Maldición.

Recordó que había prometido a Levi que usaría algún ungüento para tratar la inflamación, pero consideró que a estas alturas un bálsamo ya no sería suficiente. Se vistió y al momento de ponerse las botas, emitió un pequeño quejido, pues su pie estaba demasiado apretado dentro del calzado.

Mientras batallaba con eso, escuchó pisadas en el corredor, su sonrisa se amplió, ese debía ser Levi que venía a buscarla para seguir con su trabajo en esa ardua semana. Las pisadas se detuvieron frente a su puerta, y antes de que se escuchara el golpeteo sobre esta, la mujer indicó que pasaran.

—Hola Le... —su saludo se vio interrumpido, pues no era Levi quien estaba frente a ella.

—Líder de escuadrón, buen día —saludó Moblit.

—Ah, Moblit, eres tú, hola —dijo un tanto decepcionada— ¿sucede algo?

—Sí, por eso estoy aquí, pasa que el comandante Erwin quiere hablar con usted —el de cabello castaño miró como su superior hacía un puchero mientras escuchaba el mensaje.

—¿Y ahora qué quiere? No me digas que ya quiere los resultados de las investigaciones. Está loco si cree que ya está listo —respondió con apatía.

—Se trata de otro asunto, específicamente de usted.

—¿Yo? —Hange se dirigió a su pequeña mesita y recogió sus documentos. Moblit, acomedido, se apresuró a quitarle los papeles a su superior.

—Sí, ya la está esperando en su oficina, me pidió que viniera por usted.

—Ay, Moblit, ¿dime qué hice yo para merecer esto?

Moblit rio bajito a la vez que miraba como su superior cojeaba un poco al caminar.

—Líder, ¿todavía le duele su pie?

—¿Doler? No, ya no es nada, vamos, Moblit, no hagamos esperar al comandante supremo.

—Sí.

Hange salió y Moblit se encargó de cerrar la puerta.

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—Adelante —la ronca voz de Erwin Smith se escuchó desde dentro de la habitación.

Moblit abrió la puerta para dar paso a su líder, cerrándola después.

—¿Y bien, Erwin? —Hange no saludó, se limitó a poner las manos en las caderas, en un gesto desafiante.

—Buen día, cuatro ojos.

—Oh, Levi, no sabía que estabas aquí.

—Claro, si llegas atacando es normal que no te das cuenta lo que pasa a tu alrededor.

Hange se rio un poco:
—Buen día para todos, ¿satisfechos? —sonrió socarrona.

—Cambio de planes, Hange. El día de hoy tomarás un descanso.

—¿Qué? —Vociferó la fémina, haciendo aspavientos con las manos—Tú más que nadie sabe que no puedo descansar o todo se retrasará. Los de arriba quieren resultados cuanto antes y no hay demasiado tiempo, si demoramos, adiós a los patrocinios.