-Cap. 29. "Feliz aniversario".

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Saqué mi copia de las llaves y abrí la puerta.

Hacía unos 40 minutos que había estado ahí, sin embargo todo estaba muy cambiado.

Uno de los grandes sofás que habían en el saloncito, habían sido movidos justo enfrente del gran ventanal que dejaba ver toda ls ciudad. (Aunque ni sabía donde estábamos). Decenas de petalos rojos hacían un pequeño caminito desde la puerta, hasta la cama. La misma también estaba cubierta de pétalos. Busqué a Samuel con la mirada. Estaba sentado en la cama, con el móvil. Iba muy bien vestido: lucía unos vaqueros que se ajustaban a su corpulento cuerpo, y una camisa a negra. Desvió la vista de su móvil cuando se dio cuenta de que había llegado. Me sonrió, y se dirigió donde yo estaba. No pude hacer otra cosa más que sonreirle como una boba, y lanzarme a sus brazos.

Él correspondió mi abrazo. Me apretó a él, mientras depositaba un beso en mi mejilla.

-Siento mucho haberme enfadado contigo... Soy gilipollas. —Me sinceré, mientras el aún me achuchaba.

-No sientas nada, fue culpa mía por dejarme llevar. —Volvió a besar mi mejilla, y nos separamos.

-Bueno, señorita García... —Bromeó—, ya que no tuve oportunidad de celebrar nuestro aniversario como Dios manda, ¿que tal si me dejas arreglarlo?

No me dejó hablar, y me tomó de la mano. Me condujo hacia el sofá que se encontraba enfrente de la cristalera.

Me percaté de que en la mesa había una botella de champán y dos copas. También había una rosa a un extremo de la mesa.

Nos sentamos los dos, cada uno a un lado del sofá.

Entonces, me acordé de mi regalo.

-¡Mierda! —Gruñí.

-¿Que pasa? — preguntó muy extrañado.

-Me he dejado tú  regalo en casa.

Soltó una risilla y dijo:

-Ya me haces un regalo estando conmigo.

No supe qué decir a eso. Samuel al ver que no decía nada, cambió de tema.

-Y bueno... ¿quieres abrir tu la botella? —Y señaló la botella de champán.

-Mejor hazlo tú. —Recordé el desafortunado incidente que sufrió un familiar hace unos, años cuando le estampé la tapa de la botella sin querer.

Sonrió y abrió la botella; la tapa fue disparada hacia el techo. Yo me cubrí la cara con las manos mientras él soltó una carcajada.

Sirvió en mi copa un poco de champán. Tomé un sorbito y vi  que él hacía lo mismo.

Unos incómodos segundos de silencio.

-Aparte de emborracharnos con champán —Bromeé—, ¿que quieres hacer?

-Cositas raras. —Insinuó Samuel, y me miró provocaticamente.

Le seguí el juego.

-¿Muy raras? —Susurré cerca de su boca.

-Muy raras... —Susurró, y juntó nuestras frentes.

Ya sentía las descargas eléctricas que me inundaban siempre que se acercaba demasiado. Él también pareció sentirlas ya que su mano aterrizó en mi mejilla, acariciandolas con delicadeza. Entonces, bajó muy lentamente sus manos, pasando por mi cuello, hasta llegar a mi escote. No pude evitar un escalofrío.

Juntó nuestros labios con un tierno beso, pero no tardó en convertirse en uno apasionado. Tuve que obligarle a separar nuestros labios, ya que no me dejaba respirar.

Cuando más te necesitaba. (Fanfic Vegetta777)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora