Conocerás de gustos y placeres ajenos

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Corazón con Fecha de Expiración

Conocerás de gustos y placeres ajenos

Capitulo Siete

Esa mañana de sábado Yoochun se quedó en su casa, Changmin le había mencionado que su madre saldría en la mañana pero nunca le había mencionado la hora y ellos tampoco habían pactado alguna de encuentro, así que prefiriendo evitar inconvenientes incómodos, aunque sus piernas quisieran salir corriendo de ahí, Yoochun optó por lo más sano, esperar a que dieran las doce del día y acudir a su cita pactada con el menor.

A pesar de aquello se percató de algo muy valioso que hubiera reducido por mucho su tiempo de espera mutuo: haber podido llamar a Changmin, no tenía el número de él. Sus contactos se restringían básicamente a gente de su edad, algo contemporánea y personas de su trabajo, luego su lista se acababa y Yoochun volvía a sentir como si tuviera quince años, esperando porque los padres abandonaran la casa para él ingresara por la ventana, aunque difícilmente podría hacerlo en un edificio de aproximadamente veinte pisos, pero la metáfora era válida.

Quizá porque ni en su adolescencia había hecho cosas como estas que la situación lo divertía en cierto punto. Encontrarse él en un punto así a estas alturas de su vida era para que Jaejoong se riera a carcajadas siquiera por veinte minutos más o menos. Pero era una situación que lo tomaba por sorpresa y algo desprevenido, la juventud palpable de Changmin a unos cuantos años de distancia de los suyos, sumado al hecho de que al menos él jamás había salido con un chico, los besos torpes en alguna borrachera no contaban mucho que digamos.

Lo suyo con Shim era una atracción fuerte que nacía desde su forma de pensar hasta su físico. Porque Changmin era terriblemente apuesto, de esas personas que no pueden sencillamente pasar desapercibidas por la calle, su porte, sus ojos, su rostro masculino, su aire de príncipe que lo rodeaba y jugaba con su cabello mientras encantaba al mundo sin la necesidad de mostrar siquiera una sonrisa y cuando lo hacía, pues sencillamente esclavizaba a todo el que tuviera la dicha de apreciarlo.

No era ni siquiera necesario mencionar lo mucho que adoraba esa compatibilidad que compartían, hablar con él por horas, sentirse tan abrumadoramente cómodo y saber que aunque no compartían los mismos pensamientos tenía alguien con quien hablar de esos libros que lo apasionaban y que en ocasiones Jaejoong encontraba aburrido, lastimosamente había perdido contacto con sus amigos de la universidad, apenas se veía con pocos y eso un par de veces al año. Así que Changmin con esa madurez e inteligencia suya había logrado capturar la atención y el afecto de Yoochun en niveles insospechados.

Pronto, cerca de las once de la mañana Yoochun se encontró guardando en una maleta pequeña un poco de ropa, el cargador de su celular, cepillo de dientes y supuso que nada más le haría falta porque solo iría a quedarse un día y él planeaba sacar a Changmin de ese departamento a algún lugar cercano pero discreto. Sabía que ellos no podrían al menos en un buen tiempo tener algo así como una cita. Y no quería ni imaginarse porque quería salir en algo así como una cita, pero Yoochun se había acostumbrado a seguir un protocolo y a pesar de que ya había habido besos, que se conocían bastante, que hablaban demasiado, Yoochun quería salir solo con él y posiblemente consentirlo un poco.

Pero antes de que dieran las once y media el timbre de su puerta sonó y entonces empezó el primer de sus males, lo supo sin tener la necesidad de siquiera abandonar la habitación, eso no podía ser bueno, caminó sin prisa hasta la puerta principal y desde ahí se dedicó a mirar la puerta un rato sin atreverse a ver en realidad quien se encontraba tras ella, pero cuando esta sonó de nuevo, Yoochun decidió afrontar lo que fuera.

—Buenos días.

Jaejoong estaba ahí, con una franca sonrisa en el rostro, lentes caros y ropa de fin de semana, de esa ropa medio deportiva y que en Jaejoong inexplicablemente continuaba haciéndolo ver elegante.

Corazón con Fecha de Expiración (YooMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora