Esos recuerdos de amarnos con locura pronto empezarán a fluir

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Corazón con fecha de expiración

Esos recuerdos de amarnos con locura pronto empezarán a fluir

Capitulo Trece

Yoochun no esperó demasiado antes de que sintiera la cabeza de Changmin apoyada en su hombro, con esa suave respiración que le indicaba que el menor había quedado dormido casi de inmediato al instante de subir al taxi. Pensó y trato de recordar: ¿cuántas horas había pasado el menor sin dormir? ¿Cuánto había incomodado al otro al punto de sentirlo tan cansado? Y lo miró como si lo reconociera por vez primera.

Yo debería ser quien cuide de ti...

Pero mientras el carro avanzaba y el kilometraje aumentaba Yoochun se percató que el camino a casa era un poco largo, que no sabía nada de la vida en general que desde haberse levantado apenas y había podido encontrar un mensaje en su celular proveniente de Dasom, y aquello le recordó la llamada de Junsu. Y su inevitable visita junto a Jaejoong. Y aquello fue como sentir las palabras del mayor detrás de su cabeza de nuevo.

Miró su reloj, aún era lo suficientemente temprano como para poder huir lejos de ahí, porque no importaba que llamara a Junsu, sabría que Jaejoong de todas formas iría. Suspiró cansado mirando a Bomul jadear contento mientras asomaba su pequeña cabeza por la ventana. Acarició la cabeza del can y este agitó aún más su cola, ladrando cada tanto y regresando a dar un par de vueltas sobre sus piernas antes de volver a la ventana.

¿Qué es lo que estoy haciendo realmente mal?

—Llegamos.

El hombre se estacionó, Yoochun sacó un par de billetes y movió a Changmin apenas un poco. Los ojos del menor se abrieron lentamente apenas mirando el lugar y saliendo en pasos torpe del auto. Estirando su cuerpo un poco, acomodando la maleta a su espalda. Y con Bomul atado a la correa revoloteando de un lado a otro. Cuando el auto arrancó, Yoochun respiró hondo, habían llegado y él aún no se había decidido por hacer algo.

—Vamos.

Changmin reaccionó ante sus palabras, siguiendo sus pasos y un poco intimidado. Dentro el lugar parecía un poco frío y sobrio. Mucho más de lo normal. El guardia de la entrada saludo pero Changmin apenas pudo asentir, sintió ese hueco en el estómago, ese horrible y molesto dolor que lo descolocaba un instante mientras el silencio de Yoochun taladraba esos pensamientos revoltosos que él cargaba en la cabeza.

Entonces recordó no dejarlo pensar demasiado a Yoochun; no dejarlo temer.

Así que mientras subían en el ascensor tomó su mano y cuando este lo miró. Changmin únicamente sonrió. Mirando hacia adelante y sintiendo la mirada de Park durante un par de segundos justo antes de que la puerta del ascensor se abriera.

—Tengo un poco de hambre. Sería bueno que me cocinaras un poco.

—¿Ah, sí? —Yoochun sonrió divertido— ¿Y que se le apetece al joven?

—No sé... cualquier cosa está bien.

—¿En serio? Pues yo no tengo apetito, así que será ramen.

Changmin sonrió débilmente, Yoochun casi nunca tenía apetito últimamente. Si bien haber estado alejados lo mantenía al margen de la situación, eso no cambiaba el hecho de que el mayor a diferencia de meses atrás cuando comía sin falta en cada receso junto a él, ahora simplemente no lo hacía. Y él lo había notado. Changmin no había dejado de mirarlo, de notarlo, de percatarse lo veloz que el mayor estaba bajando de peso.

—Pero comerás un poco al menos.

—¿Ah? —Yoochun parecía repentinamente sorprendido— No me apetece la verdad.

Corazón con Fecha de Expiración (YooMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora