Explosión de Corazón

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Corazón con Fecha de Expiración

Explosión de Corazón

Capitulo Quince

Changmin tenía una sonrisa impregnada en los labios, la más hermosa de las sonrisas.

Porque sonreía de esa manera juguetona y afable que lo hacía sentir fuertes escalofríos en el cuerpo entero. Lo besaba entre ratos mientras se encontraba sobre él, con el cuerpo balanceándose sobre el suyo y su piel desnuda. Yoochun acarició su espalda, levemente sudorosa y masculina. Tenía un sentimiento atrapado entre el pecho y la garganta, unas palabras que no terminaban de salir y lo hacían ocultarse de la realidad a través de sus ojos.

—Deja de pensar.

Changmin acarició su sien, sutilmente tratando de despejar su mente.

—No pienso, te siento.

Shim volvió a sonreír, sus labios atrapando su boca y su alma con tan solo otro gesto. Es como si Changmin viviera a través de sus palabras. Como si no supiera lo peligrosas que son las personas que leen, como si no supiera lo bien que saben usar sus palabras. Y extrañamente Yoochun sentía que a pesar de todo, las usaría todas con tal de verlo sonreír otra vez.

Sostuvo con fuerza su cadera y lo giró con firmeza, logrando que quedara boca arriba, sobre la cama. El pequeño gemido que Changmin ahogó con esfuerzo se esparció dentro de su habitación. Y volvió a entrar lentamente en él, lentamente buscando que no pudiera callar más. Changmin arqueó su espalda y echó la cabeza hacia atrás. Dolía, ardía, escocía. Pero quemaba más dentro de su pecho, sostuvo sus manos sobre los hombros de Yoochun, sin detenerlo, solo para poder respirar entre embestidas, escuchando los graves jadeos del mayor.

Cuando la lengua de Yoochun pasó por la extensión de su cuello, Changmin abrió los ojos. Fue electrizante y prácticamente tembló.

—¡Espera!

Su voz sonó casi como un grito, pero no tuvo cabeza para la vergüenza en ese momento.

Su cuerpo se movía por si solo, y tragaba con dificultad.

—Necesito que entres más... Yo...

—Voltea.

Changmin apenas pudo levantarse poco, la mano de Yoochun atrapó su quijada y besó su boca con hambre una vez más. Nunca lo había besado así, ni siquiera él sabía que podía besar así. Pero quería besarlo así la vida entera. Respiro hondamente y giró, la cara contra la cama y Yoochun tocando sus piernas, abriéndolas despacio. Exasperandolo una vez más.

—¿Me sientes?

Volvió a estar dentro, despacio, sus piernas podían resentir el impacto, y cuando percibió el leve cojín siendo colocado bajo su ombligo las manos de Yoochun rozando su piel lo hicieron estremecerse. Lo sintió como nunca antes y apretó las sábanas con sus manos. Quería gritarle que se moviera más rápido, más hondo, pero esa pequeña parte racional no se lo permitía, estaba tan expuesto, tan entregado a Yoochun. Que aún quería algo para él.

—¡Maldita sea! ¡Claro que si, muévete carajo!

Escuchó la pequeña risa de Yoochun y la forma que mordía su oreja. Las manos del mayor se posaron en su cadera y pudo sentir el vaivén de su cuerpo masculino rozando una y otra vez el suyo. Sintió las malditas mariposas en el cuerpo entero, quería dejar de gemir tan fuerte, quería no verse tan virgen en su primera vez, y aun así todo se fue al demonio cuando su cabeza se levantó con fuerza y sintió la efervescente sensación del orgasmo, degollando su parte racional y haciéndolo estremecerse por completo.

Corazón con Fecha de Expiración (YooMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora