18

135 15 21
                                    

Vayan a la iglesia cabros.
Esta parte es muy sucia, fue escrita desde el celular. así ya están advertidos de que no la deberían leer.

Había sido una tarde difícil. cuando Damon y Graham decidieron enfrentar el reto de cuidar al bebé no imaginaron que sería tan complicado y tampoco pensaron que les ayudaría a limar asperezas de a poco, todo surgió por la idea por parte de ambos de irse a vivir juntos porque así podrían apoyarse mutuamente en el cuidado de la criatura, la primera noche estuvo repleta de nervios para ambos. A la hora de dormir, Damon se dirigió al sillón, Graham le llevó cabeceras y cobijas para que se acomodara mientras el de lentes continuaría durmiendo en su propia habitación, pero cuando esté se dirigió a media noche a la cocina en busca de un vaso de leche, pudo observar como el rubio se removía notoriamente incómodo, tocó levemente su hombro mientras susurraba despacio. -No tienes que dormir en el sillón, ven conmigo-
Albarn, aún durmiendo le siguió y se acostó en el lugar donde se le indicó, Graham se acomodó a su lado y procedió a dormir. A la mañana siguiente Damon no supo cómo terminó allí, ni Coxon se enteró cómo fue que despertaron tomados de la mano.

Damon comenzó a sentir administración de lo bien que se le daba al de lentes ser un padre protector, esa aura de fuerza y determinación ha le daba un nuevo aire bastante viril a ojos del rubio y el cuidado único que tenía en el trato le sumaban puntos extras de ternura.
Una tarde el de ojos azules cayó dormido apoyando su cabeza sobre la panza del hombre de lentes mientras este masajeaba su cabeza de forma gentil.

- Perdón por todo Dames - Escucho justo cuando estaba apunto de dormirse. - me encantaría decirte cuánto te amo, pero creo que el día de no sentir vergüenza del daño que te he hecho nunca llegará.-

Aquella declaración hizo que el corazón del ojizarco saltará de alegría y que su estómago se apretara repleto de mariposas, ahora que estaba seguro de los sentimientos del contrario solo le hacía falta mostrar los propios.
Habían momentos en que el silencio se los llevaba a ambos, a veces cuando se acurrucaban intentan volver a disfrutar y revivir el antiguo contacto físico, que antiguamente se les daba tan natural y también en ciertos lapsos donde parecían perderse en los ojitos contrarios mientras el tiempo parecía detenerse.
Sucedió un día que cuando intentaron darle el almuerzo al niño, este los dejó muy sucios a ambos ya qué el sabor y textura del alimento le había desagrado completamente y solo se dedicó a escupírselo a ambos. Solo cuando lograron dormir al infante fue tiempo de pensar en cómo limpiarse.

- Podemos ducharnos juntos.- propuso el rubio.

- Nada que no hayamos hecho antes.- respondió Coxon diciendo la verdad, intentando sonar calmado y normal ya que efectivamente era algo que solían hacer cuando eran pequeños, cuando el deseo aún no hacía su molesta aparición en sus vidas.
Se desnudaron aún con algo de incomodidad y se introdujeron a la ducha intentando no mirar al otro de forma indiscreta, y cuando Damon tomó el shampoo el castaño lo detuvo gentilmente.
- Déjame ayudarte.- pidió mientras le arrebataba la botella de la mano para aplicar un poco del contenido en las suyas, acto seguido comenzó a lavar aquella cabellera rubia con una delicadeza que provocó que su dueño se sintiera flotando en las nubes.

Al siguiente día volvieron a ducharse juntos, esta vez Graham se aventuró en, a demás de lavarle el pelo, enjabonar el torso de Damon y abrazarlo prolongadamente, acercándose a él lo máximo posible mientras dejaban al agua descender sobre sus cuerpos, así fueron adoptando un ritual de baño que esperaban día a día con ansias, un en el que cada vez iban derribando barreras y atravesando barreras un paso a la vez, Grems exploraba y Damon se dejaba hacer siempre.
Luego vino un beso casto, uno apasionado, ósculos que recorrieron el cuello, la clavícula y la espalda de Dames, las manos que acariciaban aquel trasero, las que apretaban, la boca del castaño presionándose de manera peligrosa sobre la cresta Iliaca del cantante para descender por la ingle aproximándose desafiante a los genitales. Ese cruce de miradas donde el de ojos azules denotaba nerviosismo mientras los ojos negros expresaban el más carnal de los deseos.

El de piel blanca como la leche comenzó a acariciar los testículos de aquel que ya no sabía si eran amigos, amantes o simplemente nada, suavemente, provocando apenas un cosquilleo. El estimular los pezones con labios, lengua y dedos provocando placeres poco experimentados por ambos, en realidad.

El ojizarco no podía creer la perfecta ejecución del arte masturbatorio por parte del chico de lentes cuando esté comenzó a magrearlo, comenzando por la base del pene formando un anillo entre el pulgar y el resto de la mano, luego pasando la palma de la mano por la punta de aquel miembro tan erecto, supo cuando era el momento de detenerse, cuando hacerlo rápido y cuando lento, como hacer suplicar internamente al contrario, juguetear un poco con líquido preseminal, tocar delicadamente con la punta de los dedos y apretar con firmeza.
Cuándo podía, Damon se escondía entre el hombro y el cuello contrarios porque sabía del rojo en sus mejillas y quería reprimir suspiros y gruñidos.
-Te amo, Graham. No me dejes nunca- Dijo el rubio poco antes del orgasmo acompañado de una descarga de semen que fue derramado en ciertos sitios de la bañera.

Ante aquella confesión, el de lentes solo pudo responder con un beso sincero, inmediato, pero no sé atrevió a prometer que se quedaría para siempre porque conocía su carácter y este no era el momento para decir mentiras.
La fantasía adolescente del cantante se concretó cuando, desnudo, justo antes de entrar al baño, Graham se arrodilló y aunque el rubio hubiese preferido una propuesta de matrimonio, el otro, en vez de una caja con anillos, sacó un condón, lo abrió y se lo puso en el pene utilizando manos u boca para luego comenzar a besar la punta del miembro viril, pasó su lengua a lo largo de todansu extensión, luego lo introdujo en su boca ante la mirada incrédula de Damon quien ha comenzaba a sentir aquella sensación tan exquisita que hacía a su cuerpo arder y excitarse con una energía sexual enorme y que a la vez le daba un placer que le hacía desear solamente estar acostado y disfrutando sin tener que compartir su atención en nada más. Él cantante ya habia tenido sexo oral con otras bocas, pero está vez era más especial ya qué era la concreción de una de sus fantasías más íntimas con la persona que siempre quiso que se lo hiciera.

El de lentes, a pesar de nunca haber hecho semejante cosa, se había preparado mentalmente para una experiencia desagradable y acordó consigo mismo no forzarse ya que había escuchado del tema de las arcadas, pero se extrañó del hecho de estar disfrutándolo mucho, succionaba según sus posibilidades y ese acto no le produjo desagrado alguno, al contrario, sabiendo la magnitud y dimensiones de la virilidad contraria ideó el estimular con la mano aquella zona que quedase fuera de cobertura y acertó ya que el otro solo podía soltar ciertos gruñidos, suspiros y gemidos que aumentaba el goce por parte del castaño.

Capítulo dedicado a mi sexopata favorito por su aniversario en esta plataforma, voy a esperar que lo lea y después lo borro porque es cochino y es penca. Gracias por tanto y perdón por tan poco y por mí felicitación penca, es que cuando vi tu notificación justo iba Saliendo del cine xD

Graeme Alban. Gramon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora