Capitulo VII

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Cita

Elissa C.

Tanto esfuerzo tengo que hacer para que mi hermana entienda que no es no.

—Por favor Elissa, solo es una cita, ve por mi no quiero hacerlo sentir mal.

¡Joder Melissa ese es tú problema!
Eso es lo que le quiero decir.

Al final ella siempre gana, está cantando mientras me maquilla, ya estoy vestida con una mini falda pegada, una blusa con mangas largas y algo sueltas. Es algo atrevido pero así se viste Melissa muy provocativa demasiado sexy.

—Solo algo por aquí y ya terminó—Dice Melissa muy dedicada a su trabajo.

Para que la ayudo si al final es solo un enamorado de mi hermana.
Seguro debe tener dinero o debe ser el consuelo.
Los consuelos:Son las personas que usas como segunda base están siempre para ti para darte apoyo o algo más.

—¿Que debo hacer?

—Tranquila, solo tienes que cenar con él y hablar de cosas triviales, hazte la estúpida eso le fascina.

Solo muestro desinterés. Y es ella que tiene muchos pretendientes el mundo es muy cruel.

—Das miedo.
Ella solo se limita a sonreír.

—En esté mundo sino eres el cazador serás la presa.
Terminé
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Estoy en el lugar indicado, con el momento indicado pero con la persona incorrecta. Llevo sentada más de media hora hablando de las mismas cosas que veo todo los días en mi clases de psicología. Vacío existencial, deseo sexual desbordado, búsqueda de afecto y para complementar algo de arrogancia disfrazado de Narcisismo.

Solo sonrió por cortesía.

Ya hemos cenado y quiero lavarme el rostro, buscar mi celular y mandarle un mensaje a mi hermana diciendo que ya termino todo.

—Espere un momento, necesito ir al baño.

Esté solo hace una pausa y una señal de aprobación.

Me levanto rápido sin dejar nada en la mesa.

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Llego a la mesa y no lo veo. Un mozo trae la cuenta y no tengo suficiente para pagar.

—Disculpe... El señor que estaba conmigo. ¿Donde esta?

—Señorita, No lo se.

—No tengo suficiente para pagar la cuenta.

El mozo me hace una señal de que me levanté y lo siga.
Estoy limpiando toda la cocina mientras escucho muchos pedidos y personas entrando y saliendo de esta.

¡Maldita Melissa!
Maldigo en mi mente

Ya son casi la 1:00 A.M.

—Gracias por entender—Digo Algo apenada.

—Eso siempre pasa, lo raro es que esta vez fue una chica. Trate de que en su próxima cita sea alguien con calidad de persona, ese chico fue un patán.—Dice el encargado de la cocina.

—Pase buenas noches.

Ahora cómo regreso a casa.

—Yo te llevo.

—¡Ajá!
Lo señaló.

—Buenas noches Elissa.

Estoy avergonzada además de terminar con poca ropa, huelo a pura comida y productos de limpieza no quiero llevar a mi casa así.

—Esta bien te acepto la invitación pero tienes que llevarme primero aun lugar donde pueda cambiarme.

Esté solo sonríe.

—Lo que quieras, Eli.

—Señor Dorancé, gracias por la ayuda.

—Puedes subir al carro, adentro me lo agradeces—Dice formado una sonrisa picaresca.

El trayecto es tranquilo y siento unas ganas de llorar, estoy triste no soy Fan#1 del amor pero siempre me sucede lo mismo. Es como si los espantará.

Miro al señor que está muy concentrado en él volante. Muevo mi rostro así la ventana de al lado para dejar caer la lágrima que amenazan con salir desde hace tiempo.

Sonido de la radio, melodía.

~No puede haber, donde la encontraría, otra mujer, igual que tú~

Volteo rápido. Él está cantando, me esta cantando. Tiene una voz suave pero también algo brusca. Soprano–Tenor.

~Otra no puede haber sino existe me la inventaria, parece claro que aún estoy envenenado de ti~

—No te sientas mal por esas cosas, tú eres única Elissa eres algo apreciado para mí.

—Hahahhaha en serio.

—Escucha.
~Otra mujer no creó ohhhh Uh.

~Otra mujer no creó ohhhh Uh

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Siniestro Sr. Tóxico✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora