La chica del taxi
miraba por el cristal
y las gotas de agua
de la ventana empañada.
La chica del taxi,
de ojos de lluvia
y metáforas,
llevaba en la maleta
todo su mundo.
Y en el exterior llovía,
así que salió,
y con su paraguas amarillo,
se enfrentó a Nueva York.
Y los pájaros de papel
volaban a su alrededor
mojándose las alas
y cayendo sobre el suelo.
Ella os recogió
y los abrazó contra su pecho.
Así, los pájaros de papel,
se convirtieron en sus sueños.