La chica de las zapatillas rojas,
el carmín rojo
y el vestido negro
llevaba bajo la lluvia
mucho tiempo.
Y sus pájaros de papel
yacían en el suelo,
con las alas rotas,
destrozadas,
y empapadas.
Para la chica de las zapatillas rojas
jamás dejaba de llover.
Pero dicen
que al mal tiempo,
buena cara,
y ella sonreía a las tormentas
con sus labios rojos,
y con la lluvia cayendo
jugaba en los charcos.
Y la lluvia no dejó de caer,
pero aquellos pájaros de papel
aprendieron a soportar
viento y agua.
Igual que el arcoíris sale en la lluvia,
la chica de las zapatillas rojas
pudo sonreír con lágrimas.