Capítulo 3

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Subo las escaleras de dos en dos. Al entrar en la casa me encuentro en una mesa con la factura de los de la mudanza.

765$

Venderé un riñón para pagar semejante burrada.

Miro a mi alrededor y me encanta ver toda mi casa montada sin mover un dedo.

Voy a la cocina y preparo unos huevos revueltos. Decido comer en la terraza así que cojo una cola del refrigerador y me siento en la mesa.

Mientras como mirando a la ciudad recuerdo algo importante.

¡Lily!

Salgo disparado al salón, lo llamo pero no aparece. Voy a mi habitación, al baño y tampoco está ahí. Tampoco en la cocina.

¡Joder!

Salgo a la terraza para recoger las cosas e irme pero me detengo al ver una melena azul y una oscura peluda bola en sus manos en la terraza de al lado.

—Pero que bonito eres. —lo pone frente a sus ojos y le planta un beso en su peluda cabeza. ¡Quién fuera gato!— Tu dueño es un idiota por dejarte solo tanto tiempo.

—Su dueño trabaja para mantenerlo. ¿Qué hace contigo? —le pregunto apoyando los antebrazos en la baranda que separa nuestras terrazas. Ella no para de acariciarle y es raro que Lily se deje acariciar solo a mi me deja que lo toque. 

—A la nada que te fueras saltó. Se sentía solo. Es lo que pasa cuando lo dejas toda la mañana solo. Las mascotas necesitan cuidados. —esta vez me mira fijamente.— Aunque es imposible pedirte que seas responsable con tu gato cuando a la vista está que no eres responsable de ti mismo. —dice señalando mi comida todavía sin comer.

—Resuelta que alguien había desaparecido e iba a salir a buscarlo. —digo señalando al gato que tiene en su regazo. Maldito gato que suerte tiene.— Todavía no me has dicho tu nombre.

—Tú tampoco me has dicho el tuyo. —responde encogiéndose de hombros.

—Bueno ladrona de gatos me llamo Gajeel Redfox. —le digo guiñándole un ojo. Ella revolotea sus ojos como si le molestará.

—Más bien soy cuidadora de gatos y me llamo Levy. —dice y creo que mi gato se ha dormido encima de sus bonitas piernas.

—Bueno cuidadora de gatos ¿Cómo puedo agradecerte tus cuidados? —pregunto divertido por esta conversación un poco estúpida pero por cualquier razón me hace feliz.

—Follame duro contra el muro. —me dice mirándome a los ojos totalmente seria. En cambio yo me atraganto con mi propia saliva.

—Ehm vale.

—Pervertido, no me puedo creer que hayas dicho que sí. —dice asqueada y me da a Lily por encima de la baranda y antes de que se aleje la agarro de la muñeca.

—Vale, lo siento no estuvo bien. ¿Qué tal un helado? —le digo sus ojos marrones me cautivan en el momento que fijo mis ojos en ellos.

—¿Un helado? ¿Tienes cinco años? Una cerveza mañana en ese bar. —me señala el bar de la esquina que se ve desde nuestras terrazas.— A las 7:30pm.

—Eres una mandona ¿lo sabías? —acerca su cara a la mía poniéndose de puntillas. Es muy bajita.

—Seguro que eso te pone duro. Buenas noches.

Y sin más se suelta de mi agarre con una increíble fuerza. Me deja allí con el gato, la comida y el cielo oscuro.

¿Por qué me atrae tanto esta chica?

Termino la comida y friego los platos. Le pongo comida en el comedero a Lily y preparo su caja de arena.

En el silencio de la noche puedo escuchar las voz de las vecinas.

—"Por otro día como hoy" —y repliqueo de botellas chocándose entre ellas.

—"Nuestra zorra sin corazón tiene una cita después de mil años"

—"Cállate puta vive detrás de esa pared"

Sonrío al oírlas.

Cojo el móvil y veo unos mensajes sobre el caso pero al abrir el chat del grupo veo imágenes de chicas desnudas. Menos mal que dijimos que era para hablar del caso.

Pensando en la peliazul me quedo dormido. Pero soñar con ella trae sus consecuencias Gajeel Jr y yo nos despertamos a la misma vez. Me meto en la ducha y relajo a Gajeel Jr con agua fría y su compañera, la mano.

Después del momento ducha salgo mucho más relajado, me tomo mi café y miro la puerta de la terraza. Luego a Lily comiendo pienso y una sonrisa llega hasta mi cara. Cojo mi pistola y mi placa. Disimuladamente abro la puerta de la terraza y me acerco a Lily.

—Sé bueno chico y salta a casa de las vecinas.

Él me responde con un maullido y salgo encantado de casa.

Extrañamente me encuentro de buen humor. Buen humor que desaparece al llegar a comisaría y ver el tablón con el caso por ningún cabo suelto del que tirar.

—Tenemos información nueva. —comenta Gray cuando me acerco al mesón veo a Natsu con sus brazos cruzados encima de la mesa y la cabeza sobre ellos. Aparentemente dormido.

Lanzo una carpeta hacia un lado de su cabeza y se incorpora de inmediato.

—Para dormir tienes tu casa. —le digo mirándolo intimidante.

—Esa es la cuestión. Tengo vecinas nuevas y y no deja dormir a nadie me paso las noches despierto. —dice masajeándose el cuello.

Gray me da un informe y lo leo por encima. Los atracos fueron de 20 millones de dólares entre los dos pero ellos lanzaron un poco menos de 20 millones. Miro a Jellal. Y me da una nota que por cómo está sellada diría que es una prueba.

—Nosotros no dejamos morir al pueblo. —leo en voz alta.

—Altruistas. —confirma Jellal lo que pienso y bufo.

—Nos podemos despedir de la ayuda ciudadana. Natsu pide órdenes de registro para los locales de al lado de los bancos quiero las grabaciones. Traed un mapa. —les ordeno y en seguida comienzan a moverse. Coloco la nota plastificada en el tablón.

—Por cierto la nota no tiene ni una maldita huella. —dice Natsu pasando por mi lado.— Traeré palomitas chicos.

Me tomo uno de los cafés que hay en el mesón mirando al tablón. Fijo mi atención en el tirador. No sé porque me tiene tan intrigado.

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¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal? ¿les gustó? Les pido que tengan paciencia la historia va despacio lo digo porque voy escribiendo el capítulo 8 y siguen más o menos con las mismas pistas :v

He solucionado lo de las actualizaciones. Serán 2 de esta historia y 2 de chicos vs chicas a la semana. En mis noches de insomnio consigo escribir algo. No sé qué días serán las actualizaciones pero habrá.

Saludos y besos de Noa-chan

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