Capítulo 13

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Estoy muy nervioso, voy a fugarme con una asesina y sus amigas ladronas. Yo solo era un policía normal ¿qué he hecho para merecer esto? Pensar que todo empezó con una mudanza, mi padre ya decía que no tenía buena suerte.

Pero esa chica me vuelve completamente loco.

Meto la ropa en la maleta, coloco a Lily en el transportín. Dejo el arma y la placa sobre la mesa. Me siento sobre la silla y miro hacia el techo.

Tantos años luchando para ser policía para acabar huyendo como un vulgar criminal. Aprieto los puños rabioso.

Pero luego pienso en el rostro de ese bebé y todo rastro de rabia desaparece. Siempre he querido formar una familia, no sé si ella es la más adecuada pero es lo que ha venido.

Enciendo la televisión y veo a Makarov.

"—Nos alegra de orgullo comunicarles que los ladrones de bancos han sido atrapados"

Cojo la placa y la pistola. Corro hacia la puerta, conduzco a máxima velocidad con el coche hasta llegar a la comisaría.

Camino hacia las celdas y veo las carpetas encima de la mesa, solo me interesa una. Cojo la carpeta de Levy y comienzo a ojearla.

"No embarazo"

Estrello la carpeta contra la mesa. Sus ojos están clavados en mí.

—Mentirosa. —susurro apretando los puños.

—Solo quería que te quedarás a mí lado. —dice con la voz congestionada.

—Has conseguido alejarme para siempre.

10 años después....

Pi

Pi

Piiiii

La alarma se mete en mi cabeza hasta que me despierta, de mala gana termino levantándome. Me ducho, me tomo mi café matutino y salgo de casa. Miro la casa que tantos años ha estado vacía, aunque he querido no he podido desprenderme de los recuerdos. Ni siquiera todas las chicas que han pasado por mi cama me han hecho olvidarla.

Camino despacio a la comisaría, cada mañana se me hace extraño no saludar a Alzack.

—Makarov nos espera en su despacho. —me informa Gray en cuanto me ve entrar por la puerta.

Lo sigo hasta el despacho y veo a Jellal y Natsu sentados frente al escritorio de nuestro superior.

—Hoy salen las ladronas de bancos. —dice mirando nuestras reacciones.— Quiero que vuelvan a la cárcel pero me piden encontrar algo turbio.

—¿Qué pintamos nosotros en todo esto? —pregunta Jellal impaciente.

—Quiero que cada uno vigile a una chica y me informen de todo lo que hacen. A la más mínima se vuelven a la celda de la que nunca deberían haber salido. —finaliza dando un golpe.

—Sí, señor. —decimos al unísono.

—Jellal con Scarlett, Gray con Lockser, Natsu con Heartfilia y Redfox con McGarden. —mierda, que mala suerte tengo.

—¿Quién se quedará con Mirajane Strauss? —pregunta Natsu.

La quinta integrante era Mirajane cuando nos enteramos de su traición quisimos matarla de inmediato pero nosotros sí creemos en la justicia y nos contenimos.

—Todos estáis emocionalmente implicados, se lo he mandado a mi nieto Laxus de la comisaría del norte.

Unos minutos más tarde...

—Pásame las patatas. —pide Natsu desde el asiento del copiloto. Se la paso sin quitar los ojos sobre la salida de la cárcel femenina nacional.

—¿Cuánto van a tardar en salir? Nos estamos asando aquí dentro. —me quejo. No quiero verla, quiero irme.

—Mira ya salen. —dice Natsu, hace una seña a los coches de Jellal y Gray para que estén atentos.

La primera en salir es Erza, después Lucy, Juvia y Levy. Mi cuerpo despierta después de 10 años dormido.

Erza está en el teléfono y llamo a Jellal, veo como Natsu llama a Gray.

—No podemos seguirlas todos, van a sospechar. Natsu y yo vamos a ir a recoger las cosas de su casa. —le informo.

—Vale, Gray y yo las seguimos y os llamamos con cualquier cosa. —son sus últimas palabras antes de colgar.

Arranco el coche y conduzco el coche de Natsu hacia su casa. Lo ayudó a meter sus cosas en el coche.

Lucy y Levy viven juntas así que nosotros tenemos que vivir juntos. Además Jellal nos informó que Erza vive a dos edificios de donde vivía Natsu, así que Jellal se queda con la casa de Natsu y yo tengo nuevo compañero de piso.

Veremos cuánto tiempo tardan en darse cuenta que las estamos vigilando. Con el maletero lleno de cajas conduzco a mi casa. Entre los dos subimos todo en un primer viaje y tenemos mucha suerte de que ellas no hayan llegado todavía, así que decido llamar a Jellal:

—¿Han ido algún lado? —pregunto.

—No, el taxi ha tardado en llegar y encima les está dando mucha vuelta. Han soltado a Juvia hace un momento. Creo que ahora van para la casa de Lucy y Levy.

Nos despedimos y colgamos.

Lily se frota entre mis piernas, y me tumbo en el sofá con él encima, me paso los minutos acariciándolo hasta que oigo la puerta de al lado abrirse. Salgo al balcón y me siento en una de las sillas apoyo los pies en la barandilla.

—¡Hogar dulce hogar! —exclama Lucy abriendo las cortinas.— Una cama en condiciones al fin.

—Voy a dormir, menos mal que nos han dado la cena.

Pasan los minutos y los minutos. La puerta del balcón vecino se abre dando un portazo. Levy sale al balcón respirando muy rápido.

Es normal lo que le está pasando, ha estado 10 años encerrada y ahora se siente claustrofobica en cualquier lado.

—Vaya la tía dura asustada. —sonrío de medio lado.— Increíble.

Me mira de reojo y se limpia el sudor de su frente.

—Saca el colchón al balcón te va a venir bien. —me levanto de la silla para entrar en la casa.

Voy a hacer que vuelvas al lugar del cual no tendrías que haber salido.

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¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal? ¿Les gustó? ¿Creen que volverán a la cárcel? Parece que Gajeel la odia bastante ¿Le durará mucho?

Nos vemos la semana que viene.

Saludos y besos de Noa-chan.

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