13. Caricias agresivas

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 Vergüenza, era solo eso lo que veía en su reflejo. Humillación, era lo que sentía. Pena, era lo que la gente veía.

Un alma rota que debía reparar... Era lo que Iori veía.

─ No te mereces esto, Yui... ─Susurro en el oído de la rubia, la cual se encontraba plácidamente dormida.

Iori no quiso, pero tuvo que ponerle somníferos a un té, ella no dormía. El la cuidaba cada noche, desde las sombras. Observando... al igual que un cuervo.

Esta es una de esas noches, Iori está parado en la puerta, simplemente observando. Escuchó pasos, y rápidamente se alejó de allí... grave error...

Reiji apareció en el umbral de la puerta, con una sonrisa extraña... nada bueno iba a pasar. En ese momento, el somnífero dejó de hacer efecto, y Yui despertó. En cuanto lo vio, podríamos decir que vio a la muerte misma... aunque a su lado la muerte era bella, ella alejó y cayó de la cama.

─ ¡Yui! ─Grito y fue a ayudarla.

Instintivamente, Yui apartó su mano de un golpe. Su miraba reflejaba terror...

Le tenía miedo a él...

─ Lo lamento... ─Él se alejó unos pasos─ Yo... lo hice porque... porque no comprendías.

─ ¿¡No comprendía!? ─Exclamo molesta─ ¡Abusaste de mí! ─Las lágrimas inundaron sus ojos con solo recordarlo.

─ Fue por una buena causa. ─Recibió una cachetada en respuesta... se lo merecía.

─ ¡Yo... Yo nunca te perdonaré por eso! ¡Me prometiste amor... pero me has dado todo lo contrario! ¡Prefiero la misma muerte antes que esto! ─Reiji se dio cuenta que estaba gritando demasiado... Cordelia podría descubrirla.

─ Yui... ─Él se acercó y acarició su mejilla, ella observaba cada mínimo movimiento que hacia─ Ven. ─Le extendió una mano, ella estuvo a punto de tomarla, pero titubeó─ Prometo no hacerte lo mismo.

─ De acuerdo, confío en ti, Reiji-san. ─Tomó su mano, él la beso, con la misma dulzura que antes.

Él la guío a una sala, una sala de cine. Yui estaba feliz, tal vez todo volvería a ser como antes. Y así habría podido ser... si no fuera porque Reiji lo arruino otra vez. Ambos estaban sentados, uno al lado del otro, Reiji la abrazaba y Yui a él.

Entonces el infierno volvió.

Yui empezó a sentir demasiada presión en su brazo.

─ Reiji... duele... ─Murmuró Yui.

─ Ssh. ─La calló él─ Mira la película.

Lo que le siguió fue un apretón más fuerte, estaba segura que habría dejado un moretón, pero no quería hablar... tenía miedo de hacerle enojar. Una lágrima se deslizó de su mejilla cuando el clavó sus uñas, no eran muy largas, pero lo suficiente como para lastimarla.

─ ¿Por qué lloras Yui? ─El muy hijo de puta se hacía el idiota.

Ella solo le miró enojada, pero en cambio, deslizó sus uñas por todo su brazo... aquellas uñas hicieron sangrar el brazo de Yui. Un grito de dolor escapó de la garganta de Yui, sus mejillas ya estaban muy mojadas y su brazo sangrando.

─ Delicioso... ─Reiji lamió la sangre de sus dedos. Se levantó, dejando a Yui tirada en ese sillón─ Eres tan deliciosa, amor mío. ─Le dio un castro beso en sus labios y abandonó esa habitación.

Jadeando y agonizando del dolor, tomó su brazo y corrió a su habitación, ya no le daba miedo cruzarse con nadie. Al llegar, Iori estaba limpiando, en cuanto la vio corrió por el botiquín. La sentó en la cama y vendo su brazo, ella lloro desconsoladamente en su pecho.

─ Soy una estúpida, ¿No? ─Preguntó entre sollozos.

─ No, no... Tú no eres nada estúpida. Eres una rosa, rodeada de sucesos desafortunados, pero... pararé tu agonía... por unas horas. ─Ella le miró a los ojos, ahogándose en sus ojos cual zafiro. Beso su frente, y Yui cayó en un profundo sueño─ Se que no debo usar mis poderes... pero es necesario... ─La recostó y la arropó. Luego se acercó a su oído...

Pronunciando dos simples palabras... pero que transmitían mucho sentimiento. 

Violentómetro || Ayayui / ReiyuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora