Capítulo 7

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Me desperté en mi futón de la habitación que estaba compartiendo con Evergreen ya que al no haber reservado sólo había dos habitaciones disponibles y no me parecía correcto que toda la tribu Raijinshuu durmiese en una misma habitación para que Laxus y yo estuviésemos solos, aunque en la situación actual en la que nos encontrábamos, no sabía si había sido un acierto o un error.

Me sentía como un manojo de nervios y no sabía bien como actuar junto a él. Sentía que lo conocía y a la misma vez que no, y después de ver que fingir que nada había pasado era contraproducente, preferí ser natural.

Mirando a mi lado, vi que Evergreen ya se había marchado, por lo que preferí levantarme y desperezarme para vestirme con calma. 

Sabía a ciencia cierta que todos ya debían estar entrenando, pero no podía encontrar las ganas para hacerlo. El manojo de nervios y sentimientos que sentía dentro necesitaba salir, y no podía hacerlo delante de ellos.

Sin estar segura a quién recurrir, decidí salir de la ciudad para encontrarme con alguien que sólo me encontraba cuando salía a misiones específicas y que estaba segura de que no sabía todavía que seguía con vida.

Relativamente, no tardé demasiado en llegar a el pueblo costero, a pesar de que se encontraba muy lejos de Fiore. Todo parecía tranquilo, como si el ser que habitaba allí no fuese lo suficientemente fuerte como para desatar el fin del mundo.

Sin dudarlo, caminé por la arena de la playa para tocar la superficie del agua y enviar un impulso mágico con una gran fuerza que se transmitiría a todo el planeta para después sentarme con tranquilidad a esperar.

Después de cinco minutos, del agua salió un hombre de mediana edad con cabello largo hasta la cadera y una expresión tranquila.

-Veo que los rumores en la comunidad eran falsos, sigues viva _____.-Dijo Lestein sin cambiar su gesto facial ni un ápice.

-Valla, creí que te haría aunque fuese un poco feliz el ver que sigo viva... Aunque parece más bien todo lo contrario, sumo adivino.-Respondí con media sonrisa mientras él se sentaba a mi lado.

-Es realmente una dualidad de sentimientos. Por una parte, eres una amenaza para nuestra existencia, pero por otra, nunca has demostrado ganas de destruirlo todo.-Dijo sin variar su gesto.

-Cierto... Lo que me recuerda algo sobre mi vuelta. Creí que Acnologia estaba tranquilo, que no volvería a molestar, ¿Cómo es posible que atacase a mi gremio y no lo adivinases?-Pregunté cruzándome de brazos.

-Ya sabes que todo lo relacionado con dragones es más complicado de lo que piensas, pero por lo que he podido oír, es a causa de la gran concentración mágica que se produjo en esa isla.

Su respuesta no me pareció suficiente, por lo que continué mirándole inquisitivamente para ver si se atrevía a comentar algo más.

-No sé que es lo que esperas de mí. Sé que esta visita no ha sido sólo para demostrar que sigues viva.

-Entiendo perfectamente que desees vivir tranquilo y apartado de todo. De forma anónima, pero no veo correcto que no toméis cartas contra Acnologia. Él es un peligro tanto para vosotros como para la humanidad.-Dije molesta esperando que respondiese a mi duda.

-Tú más que nadie debería saberlo, ya que tampoco eres humana, o al menos no del todo.-Dijo sin responder a mi pregunta.

-Realmente no sé que soy, ni me interesa saberlo. Lo que ahora me preocupa es el por qué no tomásteis cartas en el asunto.

-El motivo es que si los seguidores del credo nos confabulásemos para luchar contra Acnologia podríamos derrotarlo, pero ¿A qué precio? Los daños colaterales serían imposibles de evaluar, por no mencionar las bajas en nuestro bando.

En casa (Laxus y tú) Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora