Capítulo 04

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Todos están mirándolo. Como si fuera una celebridad o algo así.

Bueno, casi todos.

¿Yo? No estoy mirando, excepto por miradas ocasionales aquí y allá.

Un técnico se me acerca con un vaso de plástico, alejándome del nuevo doctor. El vaso tiene la clave para hacer feliz a mi cerebro. Las píldoras. Prozac, litio, Zoloft, Effexor. Ya no puedo seguirles la pista.

La tomo de él y trago la medicina mágica de sabor amargo que me robará el sueño en nombre de los efectos secundarios. Cuando él no se va, le lanzo una mirada. Me lanza su propia mirada.

Gah.

Estrechando mis ojos hacia él, abro mi boca y saco mi lengua para que la examine. Cuando está satisfecho de que me he tragado mis pastillas como una buena chica, se aleja.

-¿Crees que esté tomado? -esa es Renn.

Ante sus palabras, cambio mi enfoque de nuevo a mi enemigo.

Él está parado en el pasillo con Beth y algunos de los miembros del personal. Y nosotros estamos en la sala de televisión. Se supone que debo estar leyendo mi preciado libro, pero toda la conversación murmurada y siseada se mete con mi centro.

-No importa si él lo está -dice Penny y vuelve a la lectura. No tengo idea de cómo lo hace. Desearía tener su enfoque.

-Exactamente. Quiero decir, él es lo suficientemente sexy, lo suficientemente mayor y lo suficientemente inaccesible para mí. Voy a ir por él de todos modos -Renn se encoge de hombros, balanceando su silla en las patas traseras.

Vi resopla, cambiando los canales en la televisión.

-Dios, él es guapo. Como, realmente guapo, ya sabes. Realmente tendré que evitar llamarlo daddy en nuestras citas.

-Ew. Detente -espeta Penny.

Estoy justo ahí con Penny mientras tiro mi libro sobre la mesa-. Sí. Detente. Es como cualquier otro doctor mamón que he conocido.

-No seas una mala perdedora. Además, pensé que yo estaba muerta para ti -Renn me lanza un beso.

Ruedo mis ojos hacia ella. Después de lo que me hizo frente a Beth y al Dr. Mendes, estoy muy enojada con ella. Pero claro, a ella no le importa. Ella es Renn.

-Lo estás. Simplemente me gusta hablar con cadáveres.

-Tienes problemas.

Le saco la lengua y eso sólo la hace reír. Cuando miro muy rápido al grupo que está parado en el pasillo, encuentro al Dr. Mendes mirándome fijamente. Siento una sacudida correr por mi cuerpo.

Es todo ojos grises y rostro calmado. Por supuesto, desde aquí no puedo ver realmente su color, pero lo recuerdo de antes. Lo recuerdo cada vez que miro el cielo lluvioso.

¿Por qué sus ojos tenían que ser el color de mi cosa favorita? Realmente no es justo. Es como odiar a alguien vestido como Hagrid, el simpático medio gigante de Harry Potter. No puedes odiar a Hagrid; él es demasiado agradable.

Aparto la mirada de él, asqueada.

-No creo que sea como cualquier otro doctor que hayas conocido. Quiero decir, su papá fundó este lugar. ¿Hola? Alerta de genio. Así que técnicamente, está en su sangre, ciencia y medicina -concluye Renn.

Ella tiene razón.

La medicina está en su sangre. Como la enfermedad está en la mía. Mi sangre está manchada con veneno y la suya con el antídoto.

medicine man | sm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora