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「DEMASIADO EMPÁTICA」

Hace mucho que pienso y pienso sobre una parte muy marcada en mí. Cuando trato de hablar de esto siempre me encuentro con ideas contradictorias, como es usual, y trato de sacarle tanto lo bueno como lo malo.

En esta ocasión hablo de la empatía que tengo.

Sigo utilizando la frase "siento mucho" aunque ella en esa ocasión me dijo que todos sentimos y que la diferencia se encontraba en como demostramos esas emociones. La mía es el llanto, como habrán podido deducir. Aún así me sigue pareciendo una mejor referencia decir "siento mucho" pues creo que encasilla de una mejor manera la idea que trato de proyectar cuando hablo de esto.

No he podido evitar preguntarme qué pasaría si al final termino cerrando al cien por ciento mis emociones... 

A veces pienso que sería todo más sencillo para mi: no tendría que preocuparme por el qué dirán así como por tener que expresarme correctamente sin temor a herir al resto, tampoco me preocuparía por pasar noches en vela tratando de comprender lo que pienso y siento. Podría estar en completo silencio. Tendría pocas relaciones que mantener...

Pero...

Al mismo tiempo pienso en todo lo que perdería si eso llega a ocurrir algún día.
Pienso en que dejaría de sentir esa presión en el pecho, que aunque sea por una emoción negativa me recuerda que sigo viva.
Pienso en las personas que heriría y se alejarían, personas que no merecerían ser lastimadas porque tienen corazones buenos.

Últimamente pienso que lo primero que he descrito es lo que va a suceder más pronto. Y me da miedo pero quiero que sea así, puede que lo mejor sea una pequeña combinación de ambas situaciones, solo hacer excepciones por esas personas que no podría apartar de mi lado pero que cumplan con un mínimo de requisitos... Uno en concreto: Que estén sumando más que restando.

Más de la mitad de mi vida la he pasado con nudos en la garganta. Es como si esa parte de mi cuerpo funcionara como la cerradura de mi pecho y mi mente.
Hay de todo guardado en ese pequeño baúl, aunque en estos días las cosas bonitas son cada vez menos. Se está llenando de reproches nuevos y de reproches que vuelven a resurgir luego de mucho tiempo.

Ella tiene razón, no debo hacerme responsable por acciones de los demás... Pero es tan jodidamente difícil no hacerlo cuando esas personas son especiales, cuando representan una parte importante o cuando simplemente se acomodan en mi círculo.

Pero no más.
Estoy rota y no quiero que esos pedazos sigan haciéndose más añicos porque el corazón me duele cada vez más, me cuesta respirar cada vez más.

Ya no.

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