—¿Se supone que debo estar aterrado?—Cuestionó Japón con una ceja alzada y un amago de sonrisa luego de unos largos segundos de incómodo silencio.
La expresión de China decayó al notar la diversión del menor.
—¿emm si aru?—Ese era el propósito de su disfraz. Creía que lo había hecho bien, no esperaba esa reacción de parte del pelinegro.
Japón llevó una mano a su boca ocultando su sonrisa enternecida. Esto no hizo mas que terminar de avergonzar al mayor.
—¡No te rías aru! ¡Se supone que deberías tenerme miedo ahora mismo! ¡Soy un Jiang Shi, un monstruo terrible aru!—Dejo de tener extendidos los brazos¹ para cruzarlos contra su pecho todo sin dejar de mirar ofendido al otro.
—Lo siento, pero tu disfraz es mas adorable que terrible o aterrador. —Respondió todavía con indicios de una sonrisa en sus rasgos. —¿Si te doy arroz, te pondrás a contar los granos Jiang Shi-kun?²
Las mejillas del chino tomaron un tono carmesí profundo. No podía creer tal descaro de parte del japonés. ¿Qué? ¿Acaso creía que estaba hablando con un niño? Además, de los dos quien se veía mas adorable era el japonés con ese disfraz de kitsune que tenía puesto.
—¡Para con eso aru!—Gritó cuando vio que de la nada Japón hizo aparecer una camara y comenzaba a sacarle fotos.
Su intención había sido otra. Quería asustar a Japón o al menos inquietarlo un poco. Sabía que esto era casi imposible, después de todo desde pequeño el mocoso parecia inmune al miedo, pero había tenido esperanza...
Aunque...todavía podía haber una forma. Dejó su expresión enfurruñada por una pensativa.
Japón paró de tomar fotos para mirar con confusión al chino, este parecía estar en su propio mundo de repente.
—¿China...?
No pudo evitar un leve sobresalto cuando los ojos del mayor se clavaron en los suyos y una sonrisa que no auguraba nada bueno apareció en los labios del chino. Por inercia dio un paso atras haciendo que la sonrisa de China se ensanchara.
—Kiku~—Canturreó su nombre humano en un tono meloso mientras avanzaba hacía él.
Tragó saliva a la vez que sus mejillas se enrojecian levemente, ¿Que pretendía ahora China? Otra vez se encontró retrocediendo sin quitarle la mirada de encima al otro.
Pero esto no le duró mucho, pronto su espalda tocó la pared tomándolo por sorpresa. La camara resbaló de sus manos cuando un par de brazos extendidos lo dejaron acorralado.
—Te atrape zorrito aru. —Murmuró con el rostro peligrosamente cerca del suyo.
Sus esfuerzos por no verse afectado estaban resultando inútiles. Agachó la cabeza sin poder soportar la mirada tan intensa del otro.
—N-no es divertido, por favor deje de jugar así.
—Aw, pero yo si me estoy divirtiendo aru. —Dijo acercandose mas, al punto en que sus respiraciones se mezclaban.
Japón colocó sus manos en el pecho del mayor empujandolo para hacer distancia pero fue tan debil que no hizo mas que divertir más a China. Los nervios le estaban jugando una mala pasada, su corazón latía tan fuerte que casi podia sentirlo palpitar en sus oídos. Quería librarse de esa situación pero a la vez una parte de él quería saber que tan lejos podría llegar el otro.
Su corazón se detuvo cuando China puso una mano sobre su mentón obligandole a levantar la mirada. Casi inmediatamente su atención se centró en los labios el chino que de a poco iban cerrando la distancia con los suyos. Iba a besarlo, eso era mas que claro, a pesar de que debería sentir desagrado o rechazo en realidad su mente estaba plagada de otros pensamientos.
Mientras tanto China disfrutaba de aquella vista.
Japón parecía un ciervo atrapado por los faros, con una expresión de fatalidad por venir. Captó rastros de inquietud y miedo en las pupilas dilatadas del menor y no podía estar mas que satisfecho con ello.
Sin embargo justo cuando sus labios estuvieron por tocarse y él estuvo a punto de detenerse los párpados de Japón bajaron y sus rasgos una vez contraídos se relajaron. No supo como tomarse eso, ¿Estaba aceptando ser besado acaso?
Por un segundo la idea de simplemente hacerlo se le cruzó por la cabeza pero la desechó al segundo siguiente. Era un tontería, por supuesto que no iba a pasar.
Japón parpadeó aturdido cuando sintió a China apartarse de él. Lo vio poner sus manos en sus caderas con aire victorioso.
—¡Debes admitir que por un momento sentiste miedo aru!—Exclamó bien contento de si mismo.
La comprensión le llego de golpe. ¿Como no se dio cuenta antes? Ahora se sentía realmente patético. Por un instante creyó que realmente algo pasaría entre los dos y el miedo al que se refería China no era mas que su temor por hacer algo mal durante el beso, no por nada tenia casi nula experiencia en ese terreno.
—Puedes ser tan infantil a veces. —Suspiró simulando estar enfadado para ocultar su vergüenza.
China revolvió el cabello del menor desacomodando en el acto sus lindas orejas de zorro. El japones lo miró furibundo provocándole unas risitas al chino.
—¡Vamos Kiku, aún tenemos una fiesta a la que asistir aru! —Declaró alegremente comenzando a dar saltos³ como todo buen Jiang Shi.
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Información que cura ejem
Los Jiang Shi son seres mitologicos chinos, literalmente el nombre se traduce como 'cadaver rigido', tiene características de zombie, vampiro y fantasma a la vez (zarpado no?)
¹: Se dice que estos bichos andan con los brazos extendidos por el 'rigor mortis'
²: Para distraer un Jiang Shi basta con tirar un puñado de arroz, supuestamente este se detendrá para contarlos dándote tiempo a escapar (Me pareció muy tierno esto ay)
³: Los Jiang Shi se mueven dando saltos a causa de la rigidez de sus cuerpos (me da gracia nose xd)
La idea para hacer esto me la dio cricristar, ya se que esta feo (y corto) pero esta hecho con amor ;vr
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Los cuentos del conejo en la luna
FanfictionUna serie de OneShots y Drabbles centrados en la relación tanto romántica como fraternal de China y Japón. ¡Estos dos necesitan mas amor! «No soy dueña de ningún personaje, son creación del maravilloso Himaruya.» «La imagen de portada tampoco me per...