¡Nunca Me Enamoraria De El!

Capitulo 1

—Hola cariño..¿Cómo te fue?.

—Muy bien gracias madre. —Voy a  mi cuarto.

—Si esta bien cariño.

Entre a mi cuarto me tumbe  en la cama, en mi mente se me vino  Giovanni Smith. 

—Se creen la gran cosa.—Como me cae mal esos tipos de hombre, es un imbécil.

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Al día siguiente.

Llegue al colegio mire a un punto fijo  sin querer me encontré a Giovanni besándose con una chica.

Vaya que  rápido es  ese imbécil.

Llegue primero a mi casillero, saque lo necesario y me fui directo al salón.
No había nadie tome asiento en el mismo  lugar  después llego Aidet.

—Hola..¿como estás?.— Tomo asiento aun lado de mi.

—Bien gracias ¿y tú?.

—También bien.

Empezarón a  entrar todos ocupando todos los pupitres y quedando solo  uno vacío el de mi lado izquierdo, sin más previsto Smith tomo asiento. 

—¡Hola hermosa!.—Sin dejar de contemplarme con una intensa mirada.
Me tome la molestia de mirarlo y proseguí hablando con Aidet.

—No me vas a decir como te llamas hermosa.—Volvió a insistir.

—Soy Cynthia y no me gusta que me digas hermosa.—En su rostro se formo una sonrisa  divertida.

— Okay  ya entendí Cynthia, gracias por decírmelo ¡Hermosa!.—Recalcando más la palabra.

Ashh..eso es lo que pasa cuando tratas de decírselo de una forma seria y el se lo toma de broma.

—¿Que te dijo?.—Pregunto Aidet con intriga.— Es muy guapo.-—Recargo sus codos sobre la paleta, sus puños sujetaban su rostro mientras miraba sin parar a Smith.—Y mira que no deja de verte. Voltie disimulada su mirada era tan pervertida, me sentí incomoda, nunca me a gustado que se me queden viendo y mucho menos de esa manera.

—¿Tengo monos en la cara?.—Pregunte irritada, solo se burlo por lo bajo.

—Buen día jóvenes.—Acomodo sus cosas sobre el escritorio.—Iniciamos con la clase...Hoy toca Matemáticas por lo que  empezaremos con la regla general de ecuaciones.—Nos explicaba cada proceso de la regla general,  era una ecuación sin duda larga pero no difícil.

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— No puedo, me doy por vencida...Es más difícil que entender a los chicos. ¡¡¡Por que tuvo que existir la escuela que alguien me diga!!!...Quien diablos invento las matemáticas y además  a quien le importa resolver sus problemas cuando uno tiene sus propios problemas.—Murmuró Aidet enfadada, logrando salir una pequeña risita de mi boca.

—No te preocupes yo te ayudo.—Las matemáticas es lo mío, siempre se me ha sido divertido  encontrarle solución a los problemas y no solo eso en realidad nos enseña  que  todo problema  tiene solución aun así sea grande o chico.  A comparación  de mi los chicos mostraban frustración.  

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—Cynthia.—Grito por el pasillo, levantando la mano.—Te acuerdas de mi.

—Claro que si.

—¿A donde vas?

—Al salón 7.