Capitulo 10

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El sonido de una moto llamó mi atención.

—¿Qué haces ahí?.

—Deja de seguirme y buscate una vida.— Lo fulmine con la mirada

—Vamos te llevo a casa.

—No recuerdo haberte pedido que me llevaras.

—Jaja que graciosa eres.....sube a la moto.—Ordeno.

—Y quien te crees para ordenarme.
—Murmuré irritada.—Comenzaron a caer gotas del cielo.—Joder y ahora que haré.

—Vamos sube te llevare a mi departamento.—Eso sonó muy atrevido.

Mi mejillas se pusieron practicamente calientes que de tanto frio que tenía se fue desvaneciendo.
¡¡¿Qué?!!!a su departamento.
Eso sería un grandísimo error.

Vi salir a Carlos y Aidet con miradas cómplices y agarrados de las manos podría haberles dicho de mi problema pero no quería interrumpirlos prefería quedarme afuera antes de arruinarle su noche.

—Y ¿Entonces que?.—Insistió llamando mi atencion, alce una ceja.—No pasara nada o.........amenos que tu quieras.
—Musitó  con tono divertido. El aire se hizo notar haciendo estremecer mi cuerpo de frío. No podía quedarme en la calle asi mojada y con este frío, deje mi orgullo a un lado y acepte por segunda ocasión.

—Esta bien.—Subí a la moto, esperaba que me sujetará de su cintura pero efectivamente no le iba a dar el gusto  por lo que decidí sujetarme del asiento, me miro de reojo y sonrió divertido.

—Creeme así no disfrutaras del viaje.
—Exclamó.

—Y Quien te asegura que si me sujeto de ti lo disfrutaré.

—Toda chica moriría por estar en tu lugar.....En una Moto, con un chico actractivo....Seria una lastima que no lo supieras aprovechar.

—Lamento decirte que te olvidas de un  gran detalle..... Yo no soy de esa clase de chicas...

[...]

En el transcurso sentía más frío de lo que presentía. Mi cuerpo estaba completamente congelado dado que el aire traspasaba la camisa, es como si  estuviera muerta en vida. Se escuchaba el castañatear de mis dientes lo único en lo que pensaba es buscar la manera de obtener calor. Y lo que  di por desapercibido  fue la lluvia que se dejo venir  como alma que lleva el diablo.

—No podemos continuar, el pavimento esta muy resbaloso.—Aviso.

—Y ahora donde nos  ocultaremos.
—Corrimos con la suerte de que había una residencia en medio de la nada en las condiciones  de que apenas terminaron la obra. Giovanni se dirigió  a la casa  se metió por unas de las ventanas que no estaban cerradas, sin importarle  que sea una propiedad privada.

—Esta es una propiedad privada.

—¿Y?..No  me mojare ni moriré de frío alla fuera..... Solo  estaremos aquí hasta que baje la lluvia.

—Pero esto es un delito.

—Vamos Cynthia no querrás quedarte ahí afuera.—El viento cada vez aumentaba, era tan increíble la fuerza que ejercía, incluso sería capaz de hasta llevarme. Nunca habia hecho tan semejante cosa, unas de las reglas de mama era que nunca te metieras a casas ajenas. Y aquí estoy rompiendo unas de sus reglas después de 16 años.

¡Nunca Me Enamoraria De El!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora