Las pesadillas de Alaya✅

14. El principio del fin

- ¿Qué es eso? -preguntó David al ver el cielo violeta-.

-Parece que es esta formando una clase de tornado -añadió con los ojos entrecerrados Daniel. Debía tener los ojos sensibles-.

-No solo eso, es una especie de... tormenta eléctrica -dijo Mar observando el ambiente-.

-El viento que sopla... no es normal... no sé cómo explicarlo – se rascó la cabeza Morfeo preocupado-.

-El suelo se está rompiendo al final -señalé el final del paisaje, que apenas se podía ver. Los demás entrecerraron los ojos-.

Nos quedamos en silencio.

-Víctor... ¿Cómo lo descubriste? -lo interrogué. Me giré para verle mejor-.

Se quedó en silencio.

-Pues la historia es larga... En cuánto acabé de soñar en la época de George Washington -miró para arriba, cómo si lo estuviera recordando-. En el túnel escuché un grito femenino y salí corriendo para ver qué pasaba -todos le estábamos prestando atención-. Oí cómo más personas iban hacia el mismo lugar en el que me dirigía yo -nos señaló a casi todos. Menos David-. Al llegar a este pasillo, dónde están las cámaras de seguridad tiradas y los cuervos -nos señaló con el dedo el fondo del pasillo. Todos seguimos el brazo con la mirada-. Justo miré hacia arriba y vi que se está formando todo esto... la tormenta eléctrica... el suelo rompiéndose... lo pude ver desde la ventana -nos indicó desde cuál mirar-. Y cuándo me volví vi que había alguien delante de una puerta, listo para abrirla -miró a David. Afirmó esto último-. Es cuándo nos reunimos los dos, la abrimos y nos encontramos con vosotros -nos miró uno a uno. David también-.

Nos quedamos en silencio.

No sólo el tiempo estaba cambiando, se estaba poniendo peor. El castillo también. Cada vez las paredes y todo estaban adquiriendo un color más oscuro... más tétrico... Era cómo si la persona encapuchada nos quisiera decir que el tiempo se nos estaba agotando... ¿Pero para qué? Tenía la impresión que los cuervos, de alguna manera, eran sus otros ojos. Recuerdo las muchas veces que me encontré con la persona misteriosa. Ahora, que lo pensaba, casi todas las veces era cuándo estaba sola. ¿Tendríamos alguna relación especial? ¿Algo que ver con las vidas pasadas? Solo una vez se me apareció cuándo estábamos todos y fue cuándo nos quedamos atrapados en el castillo... y hubo ese extraño glitch en el que todos nos vimos como la persona encapuchada por un momento. Durante casi todo este tiempo, pensaba que tenía alucinaciones, pero resultó ser cierto todo.

Los sueños también parecían estar conectados entre nosotros. Pasábamos por los mismos sueños al mismo tiempo. Cuando a uno le daban los ataques, los demás habíamos salido ilesos. Pasó en la vida de Isaac Newton y ahora, en la de George Washington. ¿Cómo podía ser que hubiera escuchado el grito de Emily estando en el túnel? ¿Y Víctor? ¿Cuál sería la relación? Aunque primero era lo primero, descubrir quién era la persona misteriosa. Y porque estaba haciendo todo esto. No tenía ni idea de quién podía ser, pero esperaba poder saberlo pronto.

-Entiendo... -dijo sólo Mar-.

-Lo mejor que podemos hacer es que veíais a vuestras "salas de ensueño, mientras yo investigo más sobre el tiempo... -concluyó Morfeo-. Mar, ves con Emily e infórmame de la evolución de su estado -ordenó serio. Mar afirmo con la cabeza-. Solo puede significar una cosa... -todos nos quedamos en silencio mirándole-. Nos queda menos tiempo de lo que nos pensábamos... -abrimos los ojos sorprendidos-. Las cosas están avanzando demasiado rápido -suspiró-. Tenemos que averiguar quién es la persona encapuchada cuánto antes -anunció mirándonos a todos-. Me preocupa lo que pueda pasar cuándo acabe de cambiar el tiempo y el color del castillo -se sinceró con sus palabras-.

La persona misteriosa estaba más cerca de lo que pensábamos. Nos estábamos quedando sin tiempo. ¿Qué pasaría cuándo todo se oscureciera?