CAPITULO 6

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Tony entro a la oficina de Steve cuando este estaba al teléfono con Thor, se detuvo frente al amplio escritorio, con una mano despejo el área, subiendo a gatas a la mesa, se sentó frente al alfa, con un pie recorrió el contorno de su erección y mordió sus labios tentadoramente, con una mirada juguetona el omega, deslizo la tela de la bata de seda sobre sus hombros, dejándose ver en su gloriosa desnudez.

- Thor, te marco más tarde – corto el rubio la llamada

- Tómame – gimió Tony al oído del mayor

- Pequeña mierda descarada – dijo Steve mientras se palmeaba los muslo – deja que papi te cuide

Tony se sentó sobre sus muslos y escondió el rostro en el grueso y fuerte cuello del hombre, mordisqueando el lóbulo del rubio, disfruto de las suaves caricias que le propinaba el alfa.

- Más... tócame más – pidió mordiendo el cuello, dejando una rojiza marca en la piel del alfa

Steve ahogo un gemido cuando la mano del pequeño Tony acaricio su erección con suaves movimientos up and down, el alfa estaba perdido, el pequeño omega sabia como tocarlo, como darle placer, como dominarlo.

No esperaba menos de su alma gemela, de su lazo, de su omega, de su destino, de su mate, su luna.

Tony se aferró a él, cuando fue alzado en volandas, todo el camino a la habitación compartieron besos dulces, fugaces, salvajes y hambrientos, una lucha de lenguas y dientes, suspiros y gemidos en medio de ese intercambio de fluidos.

Los ojos de alfa de Steve brillaron cuando la tormenta se desato, los rayos caían. Tony se acomodó en medio de la cama tamaño King, acomodo las almohadas y empezó a tocarse, en un acto de rebeldía y desobediencia.

Steve gruño cuando los dedos de Tony tocaron territorio suyo. El omega gimió cuando se penetro con sus dedos. El omega sabía que eso enloquecería a su controlador alfa, Anthony giro su cuerpo y abrió las piernas para tener libre acceso a su entrada, su cabeza apoyada en el colchón y su boca silenciada por las satinas sabanas, sus dedos entraban y salían, pero algo faltaba.

Steve rompió el aluminio y se colocó el preservativo, quito la mano del omega y lo embistió de un solo golpe, provocando un grito de éxtasis en Tony, que se sintió lleno.

- Pequeña puta, eres igual a tu madre – Steve dijo, Tony se tensó, no por la mención de Carter, sino que imagino a su padre en esa misma situación, su cuerpo apretó al invasor y empezó a moverse al compás de los embistes

Steve sintió el cambio y le gusto, el Tony salvaje y fuera de control era su faceta favorita, el omega lo aprisiono cuando su orgasmo se hizo presente, el alfa lo anudo y se corrió en el condón.

Horas más tarde, Tony despertó aprisionado en los brazos del alfa, se removió y se encerró en el baño, lavo su cuerpo hasta eliminar el olor del alfa, la ventaja de no tener la marca.

Salió de la habitación y condujo hasta las ruinas de la vieja mansión Stark.

Loki y Wade estaban ya ahí.

- Llegas tarde, Stark – refunfuño el moreno

- Cállate Laufeyson, ¿Y bien? – pregunto a su amigo – ¿qué has estado escuchado?

- Thor cree tener una pista, está seguro que sabe quién es Superior, te suena el nombre de Aldrich Killian – Tony arrugo el entrecejo

- No – dijo, Wade conocía a su jefe y sabía que le ocultaba cosas a su amigo para no enredarlo en sus trabajos sucios, Tony podía ser un bastardo pero amaba a Loki y a la mocosa. – será mejor que te vayas Loki, Thor podría preguntar por ti y Hella te necesita.

- Bien, cualquier cosa Tony, dime, no me dejes fuera – los verdes ojos de Loki ablandaban al omega castaño, Tony era un poco más alto que su amigo, bajo su cabeza y lo beso en la boca como toque de mariposa

- Estás loco Stark – dijo entre risas Loki

- Lárgate Laufeyson – dijo serio el castaño

- Señor – dijo el mercenario y Tony asintió, Wilson llevo a Loki sano y salvo a casa.

- Dime Wade, ¿es complicado entrar en la casa de Killian?

- Sabes que no pastelito – el alfa mercenario se colocó detrás del omega – tu celo esta pronto a llegar

- Lo sé, esta es mi oportunidad – dijo acariciando su vientre

- ¿Quieres que le localice?

- No, le veré cuando el celo este en el ciclo fértil – el mercenario sonrió – que me dices si le damos una visita a Hydra

- Me das miedo... - bromeo el alfa

- Eso es lo que pretendo, loco bastardo – el par se separó y cuando Tony entro en su habitación, Steve encendió la luz

- ¿Dónde coños estabas? – el enfado era palpable y que oliera a otro alfa provoco los instintos territoriales del rubio – contéstame – grito - ¿Con quién estabas?

Tony ronroneo al verlo enfadado.

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