Capitulo 34

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Capitulo 34

La tarde de verano había convertido el escondrijo de Jack en el pantano en un horno. Harry tenía la camiseta pegada a la piel. Había mucha humedad y hacía calor. Muchísimo calor. Y no sólo por el clima. Ya fuera por el calor o porque quisiera volverse loco, __________ rondaba por la cocina con una bata blanca muy corta, de una tela tan fina que era casi transparente. El pelo castaño le caía sobre la espalda en suaves ondas que imploraban ser acariciadas por sus dedos. ___________ vestía aquella ropa con aire despreocupado y provocador. Y eran esas mismas cualidades las que la impulsaban a mirarlo fijamente en ese momento. La mitad de su ser quería evitarla como a la peste, pero la otra mitad, quería enseñarle con exactitud por qué debería dejar de pavonearse delante de él y empezar a tenerle miedo. Mucho miedo. Por desgracia, __________ no sólo era única, atrevida y lista. Era, además, muy apetitosa. Su aroma a melocotón y a canela lo tentaba cada vez que estaba cerca de ella. Lo ponía duro y hambriento. Y minaba su resolución. Soltando un tembloroso suspiro, se dirigió a la sala para evitar la mirada insinuante de __________ y la tentación que ella representaba.

Pasarían días o semanas hasta que Jack o Logan descubrieran quién le había puesto la bomba al coronel. Y hasta entonces, por seguridad, Harry sabía que __________, Zayn y él no abandonarían ese lugar. La risa repentina y dulce de __________ resonó en la cabaña y atrajo de nuevo la atención de Harry, engrosando su miembro. Resistir el deseo de mirarla era imposible. Soltando una imprecación, Harry se volvió hacia ella. Estaba hablando con Zayn, que, sin camisa y sonriente, estaba picando algo que Harry suponía formaría parte de la cena. ___________ absorbía extasiada cada palabra, coqueteando con él, deslizando su mirada por los hombros poderosos y los pectorales bien definidos de su primo.

En respuesta, Zayn le acarició el cuello con la nariz y le susurró algo al oído. __________ se estremeció y se apretó contra él. ¡Maldición! No necesitaba eso... Pero se estaba mintiendo a sí mismo. Sí que lo necesitaba... necesitaba tener sexo con ella. En verdad era __________ quien no lo necesitaba. Le correspondía a Harry actuar como un adulto responsable y ejercer un poco de control sobre su cuerpo. De esa manera la salvaría de sí misma y de algo que ella sólo entendía a medias.

Harry se giró y encendió el televisor, decidido a olvidarse de aquella dolorosa erección que clamaba por ella. Fuera lo que fuese lo que quisieran hacer _________ y Zayn, podían hacerlo solos. No era asunto suyo. Si querían implicarse más el uno con el otro, pues allá ellos. Valientes palabras. Pero mientras la televisión estuvo prendida supuestamente viendo Seinfeld, Harry no dejó de mirar por encima del hombro. Zayn y _________ juntos... no estaba bien. Le revolvía el estómago y lo llenaba de furia. Las mismas viejas mentiras que se había dicho a sí mismo durante tanto tiempo ya no funcionaban.

Zayn terminó de cortar aquellas cosas verdes que había estado transformando en algo comestible, y las echó en una fuente. La metió en la nevera, luego cerró el electrodoméstico con un golpe de caderas mientras le brindaba a _________ una sonrisa provocativa. Y por si eso no hubiera sido suficiente para que Harry quisiera romper algo, Zayn la envolvió entre sus brazos, acariciándole la suave curva de las caderas. Luego la besó, primero un ligero roce de los labios en el cuello femenino, luego amoldando su boca a la de ella. __________ se derritió contra él, arqueando la cabeza hacia la mano que se la sostenía, y ofreciéndole la grácil curva de la garganta. Zayn bajó los labios a la tentadora piel y se la mordisqueó. Ella gimió entre sus brazos.

A Harry le dolieron los testículos. Le dolió el pecho. Incluso le dolieron los dedos. Bajó la mirada para ver que estaba prácticamente rompiendo el mando de la tele. Al mirar la pantalla observó que había terminado Seinfeld y comenzado Friends. ¿Cuándo había ocurrido eso? Maldición, no podía soportarlo. Con una imprecación, Harry apagó la televisión y se puso en pie. Abrió la boca para decir...¿qué? No, no qué decir, sino qué hacer.

Fantasía Prohibida ( Harry Styles  y Zayn Malik )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora