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Es una mañana cálida de agosto y me encuentro por las calles de Seúl con mi café en mano mientras la música en los auriculares inunda mis oídos y mis sentidos. Hoy es lunes y llegué el sábado en la tarde, teniendo tiempo apenas de organizarme y acomodar un par de cosas en la nueva casa antes de comenzar con el trabajo.

Tengo a mis pies que van a paso firme mientras muevo la cabeza al ritmo de la música y me dirijo así a la casa tras correr dos millas e ir al Starbucks cerca de casa por mi caramel macchiato. Llego a la casa y apenas son las 8 de la mañana, me doy un baño refrescante y me visto para mi primera reunión referente a como será este mes para mí en esta nueva agencia. La emoción me consume y la energía se desborda hasta por mis poros. Al llegar, observó el edificio enorme, repleto de cristales polarizados hasta el tope y un gran letrero indicando el nombre. Dejo el auto en la entrada y hago entrega de mis llaves al hombre del valet parking. Aligero el paso hasta adentrarme en el lugar y acercarme al directorio, vengo temprano y con tiempo de sobra pues son las 10 de la mañana y la reunión viene empezando a las 11. Estando allí, una chica esbelta y alta me atiende amablemente mientras me indica que debo ir primero a sacarme un ID de la compañía. Cuando llegué al lugar indicado, di mi nombre y con unos cuantos "clicks" en la computadora accedieron al resto de mi información y rápidamente procedieron a tomar la foto para mi ID. Un chico muy amable y que por cierto era nuevo se le asignó mostrarme el lugar. Completé todo aquel proceso y ya eran las 10:42 am. Agradecí al chico nuevo por el tour y me dirigí a la cafetería para tomar una merienda ligera antes de entrar a la sala. Cuando la hora estaba llegando, me levanté de la silla y boté mi basura para entonces ir a la reunión.

Con rostro levantado y vista hacia al frente me dirijo a la sala asignada y estando en la puerta respiro hondo antes de abrir. Al hacerlo, veo a quienes serán mis compañeros de trabajo durante todo un año y luego entra el manager con actitud positiva y motivación, indicándome amablemente mi asiento. Me presenté ante todos con una sonrisa y volví a tomar asiento para discutir el rumbo de mi calendario y el de otras chicas.

Finalizada la reunión, salí de la sala con el calendario de este mes y caminé por el gran pasillo en compañía de otra modelo, Nicole, quien quería presentarme a otras personas y planear una salida donde pudiera conocer gente de la industria en Corea y así darme una bienvenida. Una vez hablamos del tema, fuimos a comer y al terminar me dirigí a donde el caballero del valet, me monté en mi Porsche negro y fui a casa.

Síndrome Truman y otras locurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora