Y ahí estaba ella, tocando mi puerta y haciéndome sentir que la derribaría. Sabía la razón de su furia, después de todo, la observo todo el tiempo... Le había puesto el ojo desde que supe era mi vecina y la verdad es que ya lo había hecho desde antes. Traté de que nos topáramos casualmente siempre que se podía. Había buscado un amigo que me enseñara a hackear y así lo hice. La observé durante todo este tiempo y no negaré que me encantaba verla dormir algunas noches y acariciar su cabello mientras le susurraba al oído cada vez que parecía iba a despertar. Fue entretenido quitar los papeles y verla desnuda desde mi balcón mientras ella no tenía idea y vaya que valió la pena el trabajo. Fue aún más divertido interrumpir cuando estaba con Jackson y tocar su puerta cuando por poco continuan. A pesar de haber disfrutado todo eso, lo más que disfrutaba era la sensación de adrenalina que corría en mí porque seré sincero, jamás dudé que una mujer como ella podría descubrirme pero ciertamente no había visualizado el momento. Sin embargo ahora aquí estaba, en busca de una respuesta y no solo le iba a dar eso...
Abrí la puerta tranquilo y ahí estaba ella , en un diminuto conjunto blanco que se podía ver a través de su cubre traje de baño. Tan rápido como tuvo acceso, me escupió la cara y automáticamente me sorprendí y la tiré de la mano para adentrarla a la casa y cerrar la puerta.-¿Qué carajos crees que haces?-me limpié, de alguna manera no estaba molesto, sino emocionado por la bestia que tenía en mis manos para dominar.
-¿Qué carajo creo que hago? ¿Qué carajo TÚ crees que haces?
-No entiendo de que estas hablando ____________. No puedes venir a mi casa a tumbar mi puerta con tus golpes, a gritar y a escupirme en la cara sin razón alguna.-ella rió sarcástica.
-¿Sin razón alguna Jungkook? SIN... RAZÓN...ALGUNA?-la última palabra la dijo más fuerte y más marcada que las anteriores.
-¿Por qué mejor no te sientas y me dices que está sucediendo?-la tomé de la espalda para dirigirnos al sillón. Ella tomó mi brazo y lo sacó con brusquedad.
-Estoy muy bien de pie.-respiró profundo, como si se estuviera preparando para algo.
-Muy bien, ¿y qué me tienes que decir?
-Que mis cristales ya no son polarizados y eso me hace sospechar de ti porque vivo en un puto lugar con acceso restringido y siendo tú mi vecino, te habrías dado cuenta si algo ocurría.-se quedo en silencio esperando por una respuesta y buscando que yo lo admitiera.
-¿Y eso qué?
-¡Que te vi! Te vi hoy en tu balcón, eres TÚ quien recibe la señal de mis cámaras y sé que estoy en lo correcto. Y aún suponiendo que estoy mal, me viste anoche y no dijiste un carajo. Yo simplemente sé que no eres el tipo que es cómplice.
-Espera, ¿tú me estabas observando, a mí? Que pocos modales.-esbocé una sonrisa burlona.
-No me parece gracioso. Hay unas grabaciones borradas, una de ellas es del día de ayer durante la tarde, seguramente borraron el momento cuando quitaron los papeles porque recuerdo que en la mañana, TODO ESTABA EN ORDEN...cuando fui a bañarme en la noche tú estabas en tu balcón, tu me viste...y no dijiste nada. Sé que fuiste tú. ¿Acaso te parece divertido andar de mirón?
-Ciertamente, a ti no te molesta dar espectáculos.
-¡¿Discúlpame?!- se puso la mano en el pecho como si quisiera parecer ofendida.
-Me descubriste.-caminé hacia la sala en busca de que ella en su sed por respuestas me persiguiera.
-¿Eso es todo lo que tienes que decir?-funcionó, ella venía detrás de mí mientras gritaba.
-¿Quieres saber algo?-hablé tranquilo mientras me sentaba en el sillón.-Me he obsesionado fuertemente solo una vez y fue con mi sueño. Los entrenamientos, las dietas, las exigencias, el cansancio, todo lo sobrepasé y aquí estoy viviéndolo después de tanto esfuerzo. Debo admitir que nunca me había vuelto a obsesionar y jamás pensé que lo haría con una mujer, pero apareciste tú. Incluso antes de que llegaras aquí me sentía peligrosamente atraído hacia ti. Y deberías saber... soy una persona perseverante.
-¡Estás loco!-se reclinó sobre la pared y cruzó sus brazos, dándome una mejor vista de sus senos redondos que el bañador apenas cubría.
-Por ti, cariño.-me levanté del sofá mientras pronunciaba las palabras y me fui acercando a ella. Bajó sus brazos y los puso en mi pecho cuando se dió cuenta que mi cometido era acercarme a ella para de alguna forma tratar de alejarme. Siendo más fuerte que ella, tomé sus muñecas y pegué sus manos a cada lado de su cabeza. Su respiración era agitada y algo en sus ojos me motivaba a seguir este juego. Trato de zafarse de mi agarre pero la sujeté fuertemente en su lugar.
-¿Tienes miedo?
-No.
-¿No?-alcé una ceja y me acerqué suavemente a su cuello.
-Para.-hice lo que me dijo, deteniéndome por completo a centímetros de su cuello sin moverme de donde estaba.-No sé si es que aún no te has dado cuenta, pero no salgo con locos.-dijo en tono burlón para luego pisarme el pie. La solté y di un leve quejido ante su acto, una vez me repuse del mismo, le contesté.
-Que suerte, yo si... además tal vez los dos estamos igual de locos a nuestra manera... ¿o acaso me vas a decir que no disfrutaste sentirte observada anoche?
-Tu osadía me sorprende. Para empezar, me disfrutaría el escrutinio de un hombre no de un niño como tú. Otra cosa, no creas ni por un segundo que pensaba en ti, más bien recordaba el BUEN polvo que pudo haber echado si no me hubieras interrumpido con tu estúpido teatro y falsa preocupación.-escupió las palabras como si tratara de herir mi ego.-Ah, y quiero que sepas... si tu espectáculo de estar sin camisa no me impresionó, mucho menos lo hizo el hecho de solo sentirme observada por ti. Así que no te creas tanto.
-Gracioso que me digas niño cuando eres menor que yo. ¿No aprendiste a hablar propiamente con tus mayores? Y quiero añadir, yo hago muchas cosas para impresionar, estar sin camisa no es ni una de ellas.-le guiñé el ojo.
-Esto es ridículo, me largo de aquí y dale gracias a Dios que no llamaré a la policía. Pero te advierto Jungkook, no te metas conmigo.-caminó pero no le di tiempo de alejarse. La tomé del brazo y pegué su rostro contra la pared, entonces sujeté sus muñecas para mantenerla quieta y sin escapatoria mientras mi otra mano se enredaba en su cabello.
-No creo que tus verdaderas intenciones hayan sido amenazarme, ¿o sí?-hablé cerca de su oído y sentí su cuerpo tensarse. Grave error cometió al meterse en la cueva del lobo...
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Síndrome Truman y otras locuras
FanfictionMi nombre es __________, tengo 22 años y recientemente me mudé a Corea del Sur. Soy modelo y recién firmé contrato con una marca coreana por un año entero. Papá en realidad quería que fuera arquitecta como él y mamá quería que fuera diseñadora como...