Capítulo 3

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Una vez en mi habitación, me tumbé en mi cama, coloqué sobre mis orejas unos grandes cascos rojos, y encendí mi reproductor de música, no quería moverme de allí hasta que vinieran los pintores y me obligaran a marcharme.

El volumen estaba al máximo, al principio, mis oídos vibraban ante tal ruido, pero poco a poco, se comenzaron a acostumbrar, haciendo que todo ese ruido ser convirtiera en mi música favorita.

Estaba perdida en mi mundo, justo como a mí me gustaba estar, pero no estaba sola. Salté de la cama en cuanto le vi, tirando así mis casos y mi reproductor de música al suelo. Quería gritar para alarmar a mis padres, pero el susto me había quebrado la voz por completo. Él simplemente sonrió.

-Qué... ¿Qué demonios haces aquí? -dije tras unos segundos-. Oh dios, ¿eres real? Me estoy volviendo loca -dije asustada, él no podía estar ahí, a un simple metro de mí.

-Tranquila, Anna, soy real -respondió tras soltar una pequeña carcajada.

Yo seguía asustada, y él debió darse cuenta, pues siguió hablando.

-Soy real, tan solo he venido a ver a mi vecina favorita -dijo Harry mientras se levantaba del banco de ventana.

 *

-¿Vecina favorita? Harry, te conozco desde ayer y no... -hablaba nerviosa, aún asustada. A mi mente le atacaron un millón de preguntas. ¿Qué hacía Harry ahí? ¿Por dónde había entrado? Aquel chico me empezaba a dar miedo-. No puedes estar aquí, debes irte -dije finalmente, decidí que no necesitaba saber la respuesta a aquellas preguntas, mejor dicho, no quería saberla.

-¿Tan pronto? Venga, Anna, relájate, ¿qué puede pasar? -dijo él con un tono tranquilo a la vez que se tumbaba en mi cama.

-¿Que qué puede pasar? -pregunté alterada, ¿es que no pensaba irse nunca de allí?-. Harry, ¡joder! ¡Si mis padres te ven aquí me matarán!

En ese momento me di cuenta de que la puerta no estaba cerrada, así que corrí a asegurar el cierre por si a mis padres se les ocurría la genial idea de venir a ver cómo estoy. En cuanto lo hice, me giré, y mis ojos se toparon con los del rizado. ¿No me iba a dejar de mirar nunca en la vida? Aquello estaba siendo incómodo.

-¿Por qué te iban a matar? -dijo él respondiendo a lo que anteriormente yo había dicho.

-¿Qué por qué? Harry, cualquier padre de cualquier adolescente del mundo se asustaría si se encontrara a su hija adolescente con otro adolescente en la misma habitación, ¿no crees?

-O sea, que tienes miedo a que tus padres crean que has estado follando, ¿no? -dijo él con una sonrisa de superioridad-. Como tú has dicho, nos conocemos desde ayer, no voy a acostarme con una chica como tú en dos días.

¿Qué diablos era eso? ¿Acaso era un insulto? No estaba segura, pero eso no quitaba que Harry era un maldito pervertido. No se puede insinuar cosas así. Estaba furiosa. Quería explotar de ira, sin embargo, no podía gritarle.

-¿Las chicas como yo? ¿Cómo soy yo? -me maldije nada más soltar aquellas preguntas. Podría haberle dicho cualquier otra cosa, pero no aquello, no me importaba saber lo que él pensara de mí.

-Eres demasiado buena e inocente -contestó rápidamente. Sus ojos llevaban un rato observándome de arriba abajo, comenzaba a acostumbrarme a sentir su mirada encima de mí.

Me quedé un momento quieta, pensando. ¿Qué demonios estaba diciéndome?

-¿Qué insinúas, Styles?

Unknown || One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora