Nuestro destino

El nombre del destino

Hacia un día muy brillante, era primavera y todo tenía un aura inquebrantable de felicidad, quizás en sus libros aparecían cosas buenas ese día.

Era muy tarde por la mañana, después de que todos hubieran desayunado cuando esqueleto de tez oscura apenas se estaba levantando, entre bostezos se dirigió al baño a asearse quitándose sus prendas por el camino, todo lo que llevaba puesto término en el piso incluyendo la sabana que arrastro desde la cama.

Era el único que quedaba ya en casa, sus hermanos habían salido temprano a atender sus deberes, Error el hijo del medio era un flojo que en sus 20 años de vida no había logrado absolutamente nada y tampoco tenía muchas esperanzas en el futuro pues no quería leer esas páginas de su libro.

Mucho tiempo ha pasado ya desde que el maleficio cayó en los habitantes de ese pueblo y ahora todos debían cargar con un castigo de errores que no cometieron, era injusto aunque no todos lo veían así, algunos consideraban que ese no había sido un castigo sino un regalo, por eso la leyenda ya estaba muy distorsionada.

Al salir del baño, tomo el libro de la pequeña mesa al lado de su cama y bajo a buscar los restos del desayuno de sus hermanos, quedaban las tostadas quemadas que nadie quiso agarrar, queso, mermelada y un poco de café frio.

Sin siquiera molestarse en calentar el café se sentó en la mesa a comer, a Error nunca le gusto ese libro pero es difícil tener algo así entre tus manos cada día sin tener curiosidad de verlo así que lo empezó a considerar como un diario que nunca había escrito y cada mañana leía la página del día anterior solo para ver como siempre que todo lo que había hecho estaba escrito ahí, vaya sorpresa.

Pero algo fue diferente esta vez, el libro cayó al piso mostrando una página de los días siguientes y al inclinarse a recogerlo no pudo evitar leer eso que lo dejo helado cual hielo y que le trajo muchas preguntas a la mente, solo dos simples palabras.

Príncipe Ink