Nuestro destino

Un favor

Ya era el último día de Zephyr en la casa, esa tarde partiría al castillo y junto a él se iría Error aunque este no lo sabía aun.

Paso gran parte de la mañana enseñándole a Fresh sobre geografía y matemáticas, los temas más fáciles y los que creía mas importantes para un niño de su edad, durante ese corto tiempo había descubierto gracias al pequeño que las clases que recibía eran muy deficientes y las pocas escuelas que habían estaban en malas condiciones, era algo que se encargaría de arreglar.

-nos dan clases de historia, equitación, esgrima, ética, ciencias y matemática, todos los días, cada hora, siempre estamos ocupados, Ink y yo no tenemos ni un minuto libre y si no estoy en clases estoy discutiendo sobre problemas en otros reinos o haciendo de representante en algún evento- explicaba el príncipe sus rutinas diarias mientras el pequeño lo veía impresionado por todo lo que oía.

-oh eso es tan radical, debes de saber mucho entonces, here they do not teach us as much as you.

-aun así aprendes rápido lo que te he enseñado.

-¡it's very easy!

-pues a mí algunos temas me costaron un poco.

Era divertido hacer de maestro, le gustaba compartir lo que sabía y tenía la paciencia para enseñar, en cambio su hermano prefería andar de un lado a otro, hablando sobre mil cosas a la vez, tal vez si Ink intentaba dar clases terminaría más confundido que el alumno.

Error veía desde lejos a su hermanito, sentía celos del príncipe por poder responder a todo lo que le preguntaba, siempre que Fresh le preguntaba algo prefería alejarse por no saber la respuesta, no quería quedar mal frente a él, en esos momentos se sentía un tonto.

Se sentía realmente mal, tal vez si de pequeño hubiera prestado más atención a las clases, el seria el que estuviera sentado en esa mesa explicando la geografía del reino, la admiración de su hermano estuviera en él y no en otro y si no fuera tan flojo y supiera terminar las cosas que empezaba el pequeño no tendría que pasar las tardes trabajando para ayudar a los gastos, era de verdad un pésimo hermano.

Por eso lo evitaba, porque no se creía merecedor de su cariño cuando no ha hecho nada para ganarlo, que patético.

Una idea paso por su cabeza.

Al medio día Zephyr ya estaba terminando de arreglar todas sus cosas para irse, tampoco es como si tuviera tanto, solo unas cuantas monedas que le quedaban y su aradura, la cual no tenía intención de ponerse por el intenso calor que hacía, terminaba de atender al caballo y se iría.

-¿todo lo que le dijiste era cierto?-pregunto Error acercándose apenado- ¿aprendes todo eso allá?

-sí y más pero son temas que todavía no los entendería Fresh.

-él es muy listo, necesita mejores estudios, así tal vez logre salir de este pueblo y ver el mundo como él quiere.

-estoy seguro de que lo lograra Error, no te preocupes por eso.

-si...zephyr tu... ¿podrías ayudarlo?

-¿a qué te refieres?

-solo quiero materiales, lápices u hojas para que pueda estudiar y algo para Geno también.

Zephyr detuvo su quehacer pensando un momento, sentía que le estaban cobrando la ayuda que recibió, tal vez todo fue solo por simple interés- si tanto te preocupan ellos ¿por qué no te pones a trabajar? ¿Por qué te quedas encerrado en casa?

-no es como si quisiera.

-entonces haz algo ¿crees que cambiaras tu situación así como si nada? deberías esforzarte pero solo te quedas limpiando y quejándote, tejiendo trapos y muñecos que nunca terminas, eso es lo que tus hermanos dicen y eso es lo que vi en estos días. 

-¡no se hacer nada mas! Nunca preste atención, ni siquiera termine la escuela, ni siquiera me gusta estar rodeado de personas, odio que me toquen y lo único que puedo hacer no es suficiente, el dinero que gano tejiendo no es suficiente ¡de verdad no sé qué más hacer! ¡Solo soy un estorbo!

El príncipe suspiro pesadamente, sentía pena por su amigo y tampoco se podía negar a lo que le pedía pero tampoco le dejaría las cosas tan facil- no tengo nada aquí, no sé si tenga tiempo para mandarte algo cuando llegue, tal vez si me acompañaras podrías escoger todo lo que quieras y traerlo, pero supongo que tu repuesta es un no, veré que puedo hacer Error, solo porque te debo que me hayas ayudado.

Solo le entrego el cepillo que estaba usando y se montó al caballo, sin volver a dirigirle la mirada empezó a andar para salir del establo, a Error esto le pareció tan despreciable, se tragó el orgullo para pedirle eso y solo recibía como respuesta un <veré que puedo hacer> cuando claramente si podía ayudarle, no dejaría que se burlaran de el así.

Paso un rato para que se decidiera y tomara el valor para lo que haría, Zephyr se había despedido de los demás y apenas se podía ver alejándose por el camino, Error agarro un caballo que estaba del otro lado de la cerca, uno que ni siquiera era de su familia sino de alguno de los vecinos y salió trotando a toda prisa para alcanzar al príncipe.

Estaba decidido a llegar a ese castillo y salir de ahí con una fortuna, dejaría de ser el inútil de la familia.