Color's | KookMin

AM. ZINC

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Desperté.

Mi corazón latía muy fuerte, mi respiración era cortada, caían gotas de sudor de mi frente.

Paseé mi vista de donde me encontraba; no reconocía nada, estaba en lo que parecía ser una tienda de ropa. Traté de levantarme pero un dolor horrible me hizo detenerme... y también una voz.

—Sera mejor que no te levantes por ahora...

Una chica, unos 10 años mayor que yo aproximadamente apareció de la nada frente a mí.
Tocó mi frente y luego sonrió.

—Tu temperatura está bajando.

Hizo una pausa, cuando me vió tratando de pararme nuevamente.

—Si quieres levantarte debes de hacerlo despacio.

Tomo mi brazo y me ayudó. Fué ahí donde cuando estaba ya bien acomodado abrí mis ojos logrando ya diferenciar las cosas... y a ella.

Era un Amarillo Zinc, un color muy brillante y vibrante para mí gusto, y claramente la chica era su color, muy energética y... atrevida (?

—¿Dónde estoy?

Fue lo primero que dije.

—En mi tienda, hace media hora te desmayaste afuera justo en la estrada, te pusiste muy mal, me espantaste muy feo...

Me respondió, yo sólo asentí y susurré un lo siento.

—Bueno, eso ya no importa, ¿cómo te sientes?¿Por qué te desmayaste así de la nada? Traté de buscar a alguien que te estuviese acompañado, pero no había nadie, pensé que sería mejor que cuando despertarás marcarás algún número, o, talvez me dices tú dirección y te pido un Uber, incluso yo te podría llevar, si eso no te incomoda...

En todo momento la ví rara, no paraba de hablar, no hacía pausas y eso, a cierto punto me daba risa, parecía periquito.

—Bueno, como sea...

Me miró y rió avergonzada.

—Perdón, suelo hablar mucho, y llegó a incomodar a las personas... Lo siento si lo hice contigo.

Me sentí mal por eso, yo carraspee mi garganta y le respondí.

—No, no te preocupes, no lo has hecho. Eres divertida.

Ella tuvo la mirada en el piso, pero cuando dije lo último me miró con ojos brillantes y grandes y una enorme sonrisa.

—¿Enserio? ¿Soy divertida? ¡Es la primera vez que me dicen algo así!

Empezó a dar saltitos, y se acercó a mí y me envolvió e un fuerte abrazo.

—Gracias... ¿Cómo te llamas?

—Jungkook...

Le dije con dificultad, pues me estaba apretando de más.

—Oye, Me estás lastimado.

Dicho eso se separó de mi de golpe.

—Lo siento de nuevo.

— No hay cuidado.

—Mi nombre es HyeJin, Ahn HyeJin... Pero puedes decirme Hwasa, mi padre me llama así, y también las personas que me caen bien, aunque no son muchas claro, pero si... Ay no, lo volví a hacer.

Yo sólo reí y negué con la cabeza.

—Esta bien... Hwasa. Muchas gracias por preocuparte y... atenderme.

—Ah... no es nada. ¿Quieres que te lleve a algún lado? ¿tu casa? ¿Te presto mi celular y maracas a alguien?

—No está bien... Creo que es suficiente lo que has hecho por mí, no quiero darte más molestias.